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DIPUTADOS PIDIERON EL RETIRO DEL JEFE DEL EJERCITO
Más críticas para Brinzoni

Los diputados del ARI y el rabino Goldman solicitaron que el militar sea reemplazado, por �haber contratado a un nazi� de abogado.

El jefe del Ejército,
Ricardo Brinzoni, en problemas.
Consecuencias de la contratación
del abogado neonazi Torres Bande.

La posición del jefe del Ejército, Ricardo Brinzoni, se vuelve más frágil con el correr de los días; además de que el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), estudia si lo denuncia ante la Justicia por su presunta responsabilidad en la masacre de Margarita Belén, cometida en 1976 en el Chaco, ayer, el rabino Daniel Goldman y los diputados de Argentina por una República de Iguales (ARI), le pidieron al Poder Ejecutivo que lo pase a retiro por haber nombrado al abogado neonazi Enrique Torres Bande como representante de los militares que pidieron el recurso de “hábeas data” a distintos organismos de derechos humanos.
En un proyecto presentado en el Congreso, los diputados de ARI, formado por Elisa Carrió y los socialistas democráticos Alfredo Bravo, Héctor Polino, Jorge Rivas y Oscar González, le pidieron al Gobierno “el pase a retiro” de Brinzoni, y su reemplazo “por un oficial superior cuyas conducta y convicciones sean compatibles con las instituciones republicanas y con el modo de vida democrático.” En tanto, Goldman, en una carta dirigida al ministro de Defensa Horacio Jaunarena, exige la “separación del cargo” del jefe del Ejército “ante el silencio que juega una suerte de complicidad frente al nombramiento de un abogado nazi”.
Los tropiezos de Brinzoni se agudizaron cuando Página/12 reveló que el abogado que el Ejército había contratado para gestionar el “hábeas data” ante los organismos de derechos humanos era Enrique Torres Bande, apoderado del neonazi Partido del Nuevo Triunfo, que encabeza Alejandro Biondini y que disputa el liderazgo de la ultraderecha argentina con el Partido Nuevo Orden Social Patriótico, de Alejandro Franze. Tras la revelación, Torres Bande presentó su renuncia y negó haber sido apoderado de “partido político alguno”, pero confesó haber “dispensado cierta asistencia jurídica” a Biondini.
Desde el Ejército intentaron defenderse diciendo que desconocían los antecedentes del cuestionado abogado porque la fuerza “no hace inteligencia interna”, y el propio Brinzoni, después de que este diario publicara una foto de Torres Bande escoltando en un acto a Biondini, se mostró “mortificado y arrepentido”. Quienes pagaron los platos rotos por la contratación del abogado fueron dos “oficiales de alto rango” que habrían sido los responsables de acercarlo a la institución, y que fueron sancionados, aunque no se especificó ni el nombre de ellos ni su castigo.
La cuestión es que el paso en falso de Brinzoni activó los pedidos de renuncia en su contra; los diputados del ARI, en los considerandos del proyecto, recordaron las “reiteradas muestras de su escaso respeto por el funcionamiento de las instituciones republicanas, y de su ninguna identificación con las demandas democráticas de una sociedad como la argentina”. Enumeraron la solidaridad de Brinzoni con los militares que se negaron a declarar en los “juicios por la verdad”, su negación de que hubo un plan sistemático para robar hijos de desaparecidos durante la última dictadura, y la defensa del mayor retirado Jorge Olivera, cuando fuera detenido en Italia por el asesinato de Marie Anne Erize.
Por su lado, Goldman afirmó que con el nombramiento de Torres Bande “la mentalidad nazi encuentra un nicho para continuar con su actividad discriminatoria, que atenta a los derechos humanos más elementales. Y además criticó al Gobierno por “la falta de acción y respuesta contudente.”

 


 

PEDIDO ANTE EL JUEZ GARZON
Militares de cabotaje

El juez español Baltasar Garzón ampliaría próximamente la lista de militares argentinos procesados y con pedido de captura internacional. La Asociación Argentina Pro Derechos Humanos de Madrid solicitó ayer en tres escritos que se libren dieciocho nuevas órdenes de detención y se dicten 54 procesamientos en la causa por genocidio, terrorismo y torturas durante la última dictadura en Argentina.
El pedido para que se dicten órdenes de captura abarca a doce represores de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y seis de la provincia de Santa Fe, entre ellos están José Antonio Suppicich, Raúl Enrique Scheller, Jorge Radice y el ex juez Víctor Brusa. Las solicitudes de procesamiento
son para trece marinos de la ESMA y 41 represores responsables de delitos cometidos en el centro clandestino La Cacha, ubicado en la localidad de Olmos.
En un trabajo elaborado por la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, se pudo identificar a 151 personas que estuvieron secuestradas en La Cacha, de las cuales 89 continúan desaparecidas. Miguel Osvaldo Etchecoltaz, Alejandro Arias Duval, Raúl Fierro, Santiago Omar Riveros, son algunos de los militares que actuaron en La Cacha y que la Asociación Argentina Pro Derechos Humanos pidió que sean investigados. Hasta ahora, Garzón procesó a 98 represores argentinos.

 

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