Por Emanuel Respighi
La programación de Canal
13, el gusto de Marcelo Tinelli como conductor y productor y la nueva
gestión de Canal 7 fueron los grandes ganadores de la entrega de
los premios Martín Fierro a la temporada 2000, que se concretó
luego de una vasta polémica sobre la objetividad y la transparencia
de Aptra. La ceremonia en sí no pasará a la historia como
una de las más lucidas sobre todo por la ausencia de figuras
como Adrián Suar, Julián Weich, Mariano Grondona, Mirtha
Legrand y Jorge Lanata, entre otras y marcó una abrupta caída
en la cantidad de premios de Telefé, el canal que sigue liderando
las mediciones de rating. El 13 logró 16 premios, incluido el de
Oro a Telenoche, su tradicional noticiero, Telefé y
el 7 consiguieron 7 cada uno, Azul 3 y América 2. Una porción
importante de los ganadores aprovechó la ocasión para cargar
contra la generalización del IVA a los espectáculos culturales,
en una serie de actos de catarsis que originaron una serie de entusiastas
adhesiones.
La cantidad de premios a Canal 13 puede ser interpretada como una respuesta
política de Aptra, luego de que la emisora no se presentase a la
licitación por los derechos de televisación, pidiéndole
transparencia en los procedimientos. Es que antes de la entrega de la
estatuilla de oro a Nicolás Repetto el año pasado, diferentes
medios tuvieron acceso a las decisiones del jurado, en teoría secretas,
y hubo fuertes sospechas sobre la relación entre los galardones
y los aportes económicos de productoras y canales. Aquella fiesta
la transmitía Telefé, el canal ahora castigado
por la entidad. Tinelli fue el centro de atención de la ceremonia
pese a que llegó más que tarde, después de llevar
adelante con normalidad, y buen rating ver recuadro la primera
emisión semanal de El show de Videomatch.
La miniserie de ficción dirigida por Bruno Stagnaro, Okupas,
le dio a Ideas del Sur, la empresa productora de Tinelli, tres estatuillas
(mejor unitario, director y revelación actoral), mientras que Todo
X 2$, su otro producto en Canal 7, cosechó otras dos, por
Programa humorístico competía con El
show de Videomatch y Labor cómica, que
fue a parar a manos de Diego Capusotto (el único de los galardonados
que salió del hotel a saludar al público y, fiel a su espíritu,
les robó algunas carcajadas). Hugo Arana ganó por su trabajo
como actor de comedia protagónico en Buenos vecinos,
que fue premiada como telecomedia. Para culminar la noche que lo confirmó
como el verdadero campeón de los pesos pesados de la televisión
argentina actual, Tinelli ganó su propio Martín Fierro como
conductor. Luego, con la misma velocidad con la que sus programas se transforman
en éxito, huyó de la ceremonia por una puerta de servicio.
Dijo apenas: Esta es una noche maravillosa para mí.
Había ganado nada menos que 8 Martín Fierro.
La ausencia de algunas de sus principales figuras (Dady Brieva, Julián
Weich, Alfredo Casero, María Laura Santillán, entre otras)
tornó inevitable que los triunfos de Canal 13 sonaran a respuesta
de Aptra. De los dieciséis premios que obtuvo, nueve correspondieron
a programas realizados por PolKa, la productora de Suar, uno de
los principales cuestionadores del Fierro. Así, en cada una de
las dedicatorias por las cuatro estatuillas que se llevó Vulnerables
(el programa más premiado del 2000), quienes recibían el
premio no dejaron de dedicárselo, en un gesto que intentó
fijar cierta solidaridad de los actores hacia la cruzada del Jefe. Suar
juró no asistir más a la ceremonia cuando el año
pasado perdió el galardón principal, que fue a parar a manos
de Repetto, cuando era el candidato cantado.
La caja de repercusión que es la ceremonia fue usada por buena
parte de los galardonados para hacer política o expresar opiniones,
rebeldías y poses. A la adhesión con Suar del elenco de
PolKa se sumaron gestos como el de María Valenzuela al recibir
el premio por su rol en Primicias, cuando reivindicó
su oficio con un enérgico: ¡Aguante la ficción,
carajo! o la exaltación de Pablo Echarri, que al pedírsele
que terminara su speach contestó: ¡Rendondeando las
pelotas, que éste es el primer Martín Fierro que gano!.
Inés Estévez, Virginia Innocenti, Hugo Arana y Bruno Stagnaro
manifestaron, de diversas maneras, su total rechazo en la extensión
del IVA a los espectáculos culturales. Innocenti apareció
con un cartelito que rezaba No al IVA al cine y la cultura.
Soledad Silveyra lució un pin de solidaridad con el piquetero Emilio
Alí, recientemente condenado a cinco años de cárcel.
Moria Casán, por pedido de su hija, dedicó su premio al
fallecido músico Rodrigo. Después no pudo con su genio y
afirmó: Siempre es lindo tener un fierro en la mano.
Una estatuilla para
el rating
La ceremonia de entrega de los Martín Fierro le dio previsiblemente
a Azul Televisión su mejor medición de rating en años.
La emisión promedió 31.3, con un pico de 38.3 a las
23.30. El público, incluso, resistió hasta más
allá de lo que suelen tolerarse los premios televisados,
ya que a las 0.45 se registraron 22.5 puntos. Pero si bien las cámaras
del Hilton se llevaron al grueso del público, los tanques
de ese horario no sufrieron pérdidas de tanto peso: El
show de Videomatch (Telefé) promedió 18 puntos
(con un pico de 24.9), mientras que El sodero de mi vida
(Canal 13) alcanzó 17.1. Como dato curioso, la trasnoche
de cine del 13 (con Dios los cría, de Fernando Ayala)
obtuvo la marca de 7.1, con un pico de diez puntos ¡a la una
de la madrugada!
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OPINION
Por Irma Parentella *
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La ley y la trampa
El siguiente es el texto de una carta abierta al presidente Fernando
de la Rúa:
Como diputada de la Alianza desde 1995 integro la Comisión
de Comunicaciones de la Cámara de Diputados. Mientras espero
que se concrete la llegada al Congreso del Proyecto de Ley de Radio-difusión
asisto anonadada a la contienda entre dos áreas del Gobierno
con el COMFER. Durante un año intercambiamos ideas sobre
la Ley de Radio-difusión con el titular del COMFER, Gustavo
López, y esperamos la llegada del proyecto. En enero el Ejecutivo
nos sorprendió con el Decreto 94/2001 que fusionó
los medios del Estado creando un Sistema Nacional de Medios Públicos.
En esa oportunidad le expresé al secretario de Comunicación
y Cultura, Darío Lopérfido, que era necesaria una
ley y no un decreto para fusionar esos medios. Me señaló
que el decreto era sólo de carácter administrativo
y que, cuando llegara al Congreso la Ley de Radiodifusión,
iba a incluir en su articulado la regulación definitiva.
Hace pocos días asistí reconfortada al acto que Usted
presidió en Casa de Gobierno donde se presentó el
Proyecto. Lamento decirle que, a diez días de ese acto, el
Proyecto no llegó al Congreso mientras los legisladores nos
enteramos por la prensa que dos funcionarios del Gobierno se disputan
el COMFER y la distribución de cargos en el directorio del
SMNP. Recibimos además informaciones que nos indican que
el Proyecto está siendo modificado en conversaciones y negociaciones
que los legisladores ignoramos.(...) Comunicar es un acto de responsabilidad
del Estado, uno de los garantes principales del derecho a la información.
Entiendo imprescindible el envío al Congreso del Proyecto,
una deuda histórica con la democracia argentina.
* Diputada nacional de la Alianza
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Aliverti
contra la radio �facha�
Las internas, personales e ideológicas,
que existen en el mundo de las radios porteñas afloraron en público
y generaron repercusiones, caras de odio y rencor y miradas hirientes,
durante varios capítulos de la entrega de los Martín Fierro.
El fuego fue abierto por el siempre medido Fernando Bravo, quien llegó
al escenario por haber ganado en el rubro interés general por el
programa Bravo 1030 (Radio Del Plata). Después de saludar
a Rolando Hanglin, de Radio Continental, y no hacer lo mismo con el otro
ternado, Oscar González Oro, de Radio 10, Bravo señaló:
Estoy orgulloso de pertenecer a una radio donde se privilegia la
pluralidad y la objetividad y donde no se hace un negocio de las calamidades
de la Argentina. La apreciación estaba claramente dirigida
hacia las figuras de Radio 10 presentes en la ceremonia, entre ellos Daniel
Hadad y Eduardo Feinmann.
Un rato más tarde fue el turno de Eduardo Aliverti, que aprovechando
la entrega de la estatuilla, cargó contra tanto facho y tanto
quebrado que anda por ahí, antes de dedicarse al premio a
sí mismo, por su coherencia. Aliverti, además de adherir
a los dichos de Bravo sobre la necesidad de medios pluralistas, mencionó
su convicción de que la televisión actual está llena
de boludeces. Luego, bajo del escenario, el conductor de Marca
de Radio (Radio Rivadavia) opinó que la Ley de Radiodifusión
impulsada por el Poder Ejecutivo es deficiente. Todavía falta
una ley de telecomunicaciones, pero para este gobierno cualquier rasgo
progresista equivale a una revolución proletaria, definió.
Mientras Oscar González Oro no ocultó los gestos de desagrado
por haber perdido contra Alejandro Dolina y Bravo 1030 en
su terna, su compañero en Radio 10 Daniel Hadad contestó
las críticas con algunas definiciones con su sello. El empresario
negó ser un menemista con premio para autodefinirse
como un periodista independiente. Al recibir su premio al
mejor ciclo periodístico en AM, Hadad le recordó a los críticos
que Radio 10 porque es la más escuchada porque, a su
criterio, es la que mejor interpreta a la gente que está sufriendo.
La locutora María Isabel Sánchez, que compartió el
premio por el El primero de la mañana, subrayó
el mismo criterio. Aunque nuestro programa era muy polémico,
era el más escuchado por la gente.
Que una radio sea escuchada y hasta premiada no es sinónimo de
que sea la que mejor funcione, como bien pudieron comprobar los oyentes
de la Mega, ganadora al premio a la mejor programación musical.
La radio, que tenía un móvil en la entrega, se tragó
su propio premio, ya que tenía un tema al aire en el momento en
que se anunció. Rock and Pop, que perdió la tenra, transmitió
en cambio en vivo y en directo la victoria de la FM de Radio 10.
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