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CANAL 13 LOGRO 16 MARTIN FIERRO, Y 7 TUVO EL 7
Tinelli ganó más que Telefé

La ceremonia, precedida por una grave polémica, fue floja, pero de buen rating. Como productor y conductor, Tinelli ganó ocho premios. El ambiente se tensó con las andanadas de Fernando Bravo y Eduardo Aliverti contra Radio 10. Hubo un rechazo general al IVA.

Marcelo Tinelli
resultó el héroe de la entrega.
"Esta es una noche maravillosa para mi", declaró.

Por Emanuel Respighi

La programación de Canal 13, el gusto de Marcelo Tinelli como conductor y productor y la nueva gestión de Canal 7 fueron los grandes ganadores de la entrega de los premios Martín Fierro a la temporada 2000, que se concretó luego de una vasta polémica sobre la objetividad y la transparencia de Aptra. La ceremonia en sí no pasará a la historia como una de las más lucidas –sobre todo por la ausencia de figuras como Adrián Suar, Julián Weich, Mariano Grondona, Mirtha Legrand y Jorge Lanata, entre otras– y marcó una abrupta caída en la cantidad de premios de Telefé, el canal que sigue liderando las mediciones de rating. El 13 logró 16 premios, incluido el de Oro a “Telenoche”, su tradicional noticiero, Telefé y el 7 consiguieron 7 cada uno, Azul 3 y América 2. Una porción importante de los ganadores aprovechó la ocasión para cargar contra la generalización del IVA a los espectáculos culturales, en una serie de actos de catarsis que originaron una serie de entusiastas adhesiones.
La cantidad de premios a Canal 13 puede ser interpretada como una respuesta política de Aptra, luego de que la emisora no se presentase a la licitación por los derechos de televisación, pidiéndole transparencia en los procedimientos. Es que antes de la entrega de la estatuilla de oro a Nicolás Repetto el año pasado, diferentes medios tuvieron acceso a las decisiones del jurado, en teoría secretas, y hubo fuertes sospechas sobre la relación entre los galardones y los aportes económicos de productoras y canales. Aquella fiesta la transmitía Telefé, el canal ahora “castigado” por la entidad. Tinelli fue el centro de atención de la ceremonia pese a que llegó más que tarde, después de llevar adelante con normalidad, y buen rating –ver recuadro– la primera emisión semanal de “El show de Videomatch”.
La miniserie de ficción dirigida por Bruno Stagnaro, “Okupas”, le dio a Ideas del Sur, la empresa productora de Tinelli, tres estatuillas (mejor unitario, director y revelación actoral), mientras que “Todo X 2$”, su otro producto en Canal 7, cosechó otras dos, por “Programa humorístico” –competía con “El show de Videomatch”– y “Labor cómica”, que fue a parar a manos de Diego Capusotto (el único de los galardonados que salió del hotel a saludar al público y, fiel a su espíritu, les robó algunas carcajadas). Hugo Arana ganó por su trabajo como actor de comedia protagónico en “Buenos vecinos”, que fue premiada como telecomedia. Para culminar la noche que lo confirmó como el verdadero campeón de los pesos pesados de la televisión argentina actual, Tinelli ganó su propio Martín Fierro como conductor. Luego, con la misma velocidad con la que sus programas se transforman en éxito, huyó de la ceremonia por una puerta de servicio. Dijo apenas: “Esta es una noche maravillosa para mí”. Había ganado nada menos que 8 Martín Fierro.
La ausencia de algunas de sus principales figuras (Dady Brieva, Julián Weich, Alfredo Casero, María Laura Santillán, entre otras) tornó inevitable que los triunfos de Canal 13 sonaran a respuesta de Aptra. De los dieciséis premios que obtuvo, nueve correspondieron a programas realizados por Pol–Ka, la productora de Suar, uno de los principales cuestionadores del Fierro. Así, en cada una de las dedicatorias por las cuatro estatuillas que se llevó “Vulnerables” (el programa más premiado del 2000), quienes recibían el premio no dejaron de dedicárselo, en un gesto que intentó fijar cierta solidaridad de los actores hacia la cruzada del Jefe. Suar juró no asistir más a la ceremonia cuando el año pasado perdió el galardón principal, que fue a parar a manos de Repetto, cuando era el candidato cantado.
La caja de repercusión que es la ceremonia fue usada por buena parte de los galardonados para hacer política o expresar opiniones, rebeldías y poses. A la adhesión con Suar del elenco de Pol–Ka se sumaron gestos como el de María Valenzuela al recibir el premio por su rol en “Primicias”, cuando reivindicó su oficio con un enérgico: “¡Aguante la ficción, carajo!” o la exaltación de Pablo Echarri, que al pedírsele que terminara su speach contestó: “¡Rendondeando las pelotas, que éste es el primer Martín Fierro que gano!”. Inés Estévez, Virginia Innocenti, Hugo Arana y Bruno Stagnaro manifestaron, de diversas maneras, su total rechazo en la extensión del IVA a los espectáculos culturales. Innocenti apareció con un cartelito que rezaba “No al IVA al cine y la cultura”. Soledad Silveyra lució un pin de solidaridad con el piquetero Emilio Alí, recientemente condenado a cinco años de cárcel. Moria Casán, por pedido de su hija, dedicó su premio al fallecido músico Rodrigo. Después no pudo con su genio y afirmó: “Siempre es lindo tener un fierro en la mano”.

 

Una estatuilla para el rating

La ceremonia de entrega de los Martín Fierro le dio previsiblemente a Azul Televisión su mejor medición de rating en años. La emisión promedió 31.3, con un pico de 38.3 a las 23.30. El público, incluso, resistió hasta más allá de lo que suelen tolerarse los premios televisados, ya que a las 0.45 se registraron 22.5 puntos. Pero si bien las cámaras del Hilton se llevaron al grueso del público, los “tanques” de ese horario no sufrieron pérdidas de tanto peso: “El show de Videomatch” (Telefé) promedió 18 puntos (con un pico de 24.9), mientras que “El sodero de mi vida” (Canal 13) alcanzó 17.1. Como dato curioso, la “trasnoche de cine” del 13 (con Dios los cría, de Fernando Ayala) obtuvo la marca de 7.1, con un pico de diez puntos ¡a la una de la madrugada!

 

OPINION
Por Irma Parentella *

La ley y la trampa

El siguiente es el texto de una carta abierta al presidente Fernando de la Rúa:
Como diputada de la Alianza desde 1995 integro la Comisión de Comunicaciones de la Cámara de Diputados. Mientras espero que se concrete la llegada al Congreso del Proyecto de Ley de Radio-difusión asisto anonadada a la contienda entre dos áreas del Gobierno con el COMFER. Durante un año intercambiamos ideas sobre la Ley de Radio-difusión con el titular del COMFER, Gustavo López, y esperamos la llegada del proyecto. En enero el Ejecutivo nos sorprendió con el Decreto 94/2001 que fusionó los medios del Estado creando un Sistema Nacional de Medios Públicos. En esa oportunidad le expresé al secretario de Comunicación y Cultura, Darío Lopérfido, que era necesaria una ley y no un decreto para fusionar esos medios. Me señaló que el decreto era sólo de carácter administrativo y que, cuando llegara al Congreso la Ley de Radiodifusión, iba a incluir en su articulado la regulación definitiva. Hace pocos días asistí reconfortada al acto que Usted presidió en Casa de Gobierno donde se presentó el Proyecto. Lamento decirle que, a diez días de ese acto, el Proyecto no llegó al Congreso mientras los legisladores nos enteramos por la prensa que dos funcionarios del Gobierno se disputan el COMFER y la distribución de cargos en el directorio del SMNP. Recibimos además informaciones que nos indican que el Proyecto está siendo modificado en conversaciones y negociaciones que los legisladores ignoramos.(...) Comunicar es un acto de responsabilidad del Estado, uno de los garantes principales del derecho a la información. Entiendo imprescindible el envío al Congreso del Proyecto, una deuda histórica con la democracia argentina.
* Diputada nacional de la Alianza

 

Aliverti contra la radio �facha�

Las internas, personales e ideológicas, que existen en el mundo de las radios porteñas afloraron en público y generaron repercusiones, caras de odio y rencor y miradas hirientes, durante varios capítulos de la entrega de los Martín Fierro. El fuego fue abierto por el siempre medido Fernando Bravo, quien llegó al escenario por haber ganado en el rubro interés general por el programa “Bravo 1030” (Radio Del Plata). Después de saludar a Rolando Hanglin, de Radio Continental, y no hacer lo mismo con el otro ternado, Oscar González Oro, de Radio 10, Bravo señaló: “Estoy orgulloso de pertenecer a una radio donde se privilegia la pluralidad y la objetividad y donde no se hace un negocio de las calamidades de la Argentina”. La apreciación estaba claramente dirigida hacia las figuras de Radio 10 presentes en la ceremonia, entre ellos Daniel Hadad y Eduardo Feinmann.
Un rato más tarde fue el turno de Eduardo Aliverti, que aprovechando la entrega de la estatuilla, cargó contra “tanto facho y tanto quebrado que anda por ahí”, antes de dedicarse al premio a sí mismo, por su coherencia. Aliverti, además de adherir a los dichos de Bravo sobre la necesidad de medios pluralistas, mencionó su convicción de que la televisión actual está llena de “boludeces”. Luego, bajo del escenario, el conductor de “Marca de Radio” (Radio Rivadavia) opinó que la Ley de Radiodifusión impulsada por el Poder Ejecutivo es deficiente. “Todavía falta una ley de telecomunicaciones, pero para este gobierno cualquier rasgo progresista equivale a una revolución proletaria”, definió.
Mientras Oscar González Oro no ocultó los gestos de desagrado por haber perdido contra Alejandro Dolina y “Bravo 1030” en su terna, su compañero en Radio 10 Daniel Hadad contestó las críticas con algunas definiciones con su sello. El empresario negó ser “un menemista con premio” para autodefinirse como un “periodista independiente”. Al recibir su premio al mejor ciclo periodístico en AM, Hadad le recordó a los críticos que Radio 10 porque “es la más escuchada” porque, a su criterio, es la que mejor interpreta a la gente que está sufriendo”. La locutora María Isabel Sánchez, que compartió el premio por el “El primero de la mañana”, subrayó el mismo criterio. “Aunque nuestro programa era muy polémico, era el más escuchado por la gente.”
Que una radio sea escuchada y hasta premiada no es sinónimo de que sea la que mejor funcione, como bien pudieron comprobar los oyentes de la Mega, ganadora al premio a la mejor programación musical. La radio, que tenía un móvil en la entrega, se “tragó” su propio premio, ya que tenía un tema al aire en el momento en que se anunció. Rock and Pop, que perdió la tenra, transmitió en cambio en vivo y en directo la victoria de la FM de Radio 10.

 

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