Los cineastas marcharon unidos, se presentaron en el Ministerio de Economía
y tuvieron una entrevista con el mismísimo responsable de tanta
protesta, pero al cabo la respuesta fue la misma: No habrá
marcha atrás en la implementación del 21 por ciento del
IVA al cine. A cambio, el ministro Domingo Cavallo y su secretario
de Ingresos Públicos, José María Farré, aseguraron
ayer a la delegación con la que hablaron durante una hora que no
se tocará el impuesto del 10 por ciento en vigencia, derivado
por el Incaa a la producción cinematográfica. Los promotores
de la protesta se retiraron disconformes de la reunión, afirmando
que el ministro les dijo que no se metería en un terreno sobre
el que, hasta ahora, no había discusión alguna.
Las trescientas personas directores, actores, productores, técnicos
y estudiantes de cine que desafiaron la lluvia de la mañana
se hicieron notar en el Palacio de Hacienda, donde improvisaron una decoración
mortuoria con cruces negras, afiches de películas y varios metros
de celuloide. Al salir de la reunión, el productor Gabriel Rovito
dijo: Cavallo nos dio su compromiso de no tocar el 10% del impuesto
destinado al fomento cinematográfico, y mostró una voluntad
política por arreglar los problemas. Sin embargo, confirmó
su decisión de aplicar el IVA. El estado de alerta y movilización
sigue en pie. El secretario general del Sindicato de la Industria
del Cine (SICA), Mario López, fue más duro al afirmar que
la respuesta del ministro fue la terquedad de imponer en forma inconsulta
y caprichosa el IVA al cine y a la cultura. Exigimos que garantice públicamente
el 10%, tal como nos lo prometió.
Esta medida mata a la producción nacional de cine,
coincidieron López y Rovito, al igual que muchos otros que temen
que el impuesto a las entradas disminuya aún más la cantidad
de espectadores: en las últimas semanas se produjo un 30% menos
de asistencia. En ese sentido, el subdirector del Incaa, Roberto Miller,
dijo que este impuesto va a cortar el proceso de desarrollo que
el cine nacional tuvo en los últimos años. La aplicación
de este programa impositivo provocará la desaparición de
la industria. Fernando Pino Solanas calificó
de arbitraria a la medida y afirmó que el cine
es el vértice de todas las lenguas, es cultura viva y el espejo
de todo un país, por eso no se entiende que se quiera acabar con
una industria pujante que prestigia al país en el exterior. Este
impuesto esconde una fuerte censura expresiva, porque lo único
que provocará es que se cierren las miradas y las bocas que hoy
se expresan a través del cine.
Además de los representantes que ingresaron al edificio de Hipólito
Yrigoyen y Balcarce, se hicieron presentes Alejandro Doria, Alberto Lecchi,
Juan Carlos Desanzo, Juan Bautista Stagnaro, Osvaldo Gettino, Edy Calcagno,
Fernando Spiner, Tristán Bauer, Pablo Reyero y David Blaustein,
junto a actores como Pepe Novoa, Jean Pierre Noher, Boy Olmi, Manuel Callau,
Mercedes Morán, Arturo Bonín y Ana María Picchio.
Todos ellos, los conocidos y los desconocidos, se fueron con las manos
tan vacías como al llegar. El viernes habrá una asamblea
general de todos los sectores del cine para analizar los próximos
pasos.
LOS
MUSICOS PROTESTARON EN EL ESCENARIO DEL GRAN REX
Desconocen nuestra situación
La industria de producción
de espectáculos musicales también se puso en marcha: ayer
por la tarde, representantes de un generoso arco de música popular
advirtieron en el Teatro Gran Rex sobre el peligro que supone la aplicación
del IVA ordenada por el Ministerio de Economía. Víctor Heredia,
Adriana Varela, Nito Mestre, Leonardo De Cecco (Attaque 77), Bernardo
Baraj, Andrés Ciro (Los Piojos), Juan Carlos Baglietto, Iván
Noble (Los Caballeros de la Quema), Ricardo Mollo (Divididos), La Renga,
Ricardo Iorio, Roque Narvaja, Ariel (Ráfaga), Soledad, La Mosca,
Jairo y Emilio del Guercio, entre otros, dieron a conocer un comunicado
en el que aseguraron que únicamente desde el desconocimiento
de la situación del sector se puede imponer un gravamen más:
las imposiciones municipales y/o provinciales oscilan entre el 5 y el
15 por ciento en el Gran Buenos Aires y entre el 3 y el 12 por ciento
para la Capital y municipios del interior. Estos impuestos, sumados los
gravámenes a tributar a las entidades administradoras de derechos
tales como SADAIC, AADI CAPIF, Argentores, etcétera, sumados al
IVA, harían que la imposición total ascienda a un 45% del
bruto de la recaudación.
El acto, que comenzó con el empresario Tito Lectoure a cargo de
la lectura del comunicado y tuvo como oradores a Víctor Heredia,
Soledad, Ricardo Mollo y Baglietto entre otros, tuvo un espíritu
general de alertar sobre los efectos devastadores que la aplicación
del impuesto puede tener sobre el público, señalado una
y otra vez como el principal damnificado ya que a una situación
de por sí deprimida se le agrega otro obstáculo económico
que impedirá que la gente pueda disfrutar de eventos culturales.
El comunicado conjunto pide la revisión de la medida, al tiempo
que solicita al Senado que trate la Ley de Mecenazgo, que ya cuenta con
media sanción de la Cámara Baja. Paralelamente, el acto
fue también el primer lugar en el que Daniel Grinbank admitió
oficialmente vía comunicado de adhesión su desvinculación
de CIE-Rock and Pop, adelantada por Página/12.
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