Por Claudio Scaletta
Este modelo de dependencia,
calificación cotidiana y sometimiento del capital financiero más
voraz está agotado, disparó el vicegobernador de la
provincia de Buenos Aires, Felipe Solá. Aunque ingresaba a un seminario
para la promoción de las pymes, no ocultó su molestia con
las calificadoras de riesgo. Cuando el país está lejos de
la cesación de pagos, porque los mismos acreedores no lo
quieren, las agencias ejercen formas sutiles de extorsión
para que la Argentina pague tasas de interés más altas,
consideró. Ya en el marco de la primera jornada del Coloquio de
IDEApyme que finaliza hoy, se proclamó como sucesor de Carlos Ruckauf.
Recordando para qué lo habían invitado, dijo que las pymes
son el nexo entre capitalismo y democracia, por lo que el Estado debe
tener un rol activo en su promoción.
El tono general del Coloquio, organizado por una fundación financiada
por grandes empresas, fue distinto: se reprodujeron para las firmas pequeñas
y medianas, las mismas demandas reclamadas para las empresas de mayor
tamaño. Con la rigurosa presentación de la ortodoxa FIEL
se llamó a superar las limitaciones que un Estado ineficiente
introduce en el desarrollo de las firmas: combatir el elevado nivel impositivo,
las trabas burocráticas y el elevado costo de financiamiento.
El Coloquio Transformación de las Pymes para un crecimiento
argentino. Un desafío sin demoras sirvió también
para que IDEApyme promocione su propuesta para el desarrollo de las firmas
de menor tamaño: un sistema de certificación de calidad
que garantice la capacidad productiva y de gestión de las pymes.
El procedimiento busca un sistema que permita a las grandes empresas una
selección confiable de las Pymes como proveedoras y, en el caso
de los bancos, para tomarlas como sujetos de crédito a una tasa
considerablemente menor. Ernesto Kachanoski, presidente de Cucina Bella
-una pyme que trasladó su planta productiva a Alemania, quien
ofició de presidente del Coloquio, señaló a Página/12
que el objetivo era distinguir a las pymes buenas de las malas
para canalizar eficientemente los recursos de inversión.
Todos los participantes de las jornadas que finalizan hoy coincidieron
en que las principales limitaciones que enfrentan las pymes son las trabas
burocráticas destructivas según graficó
el titular de IDEApyme, Carlos Leone, la falta de financiamiento
a tasas razonables y los altos impuestos. Para poner el toque teórico
a las demandas, los más de 500 empresarios que participaron en
el evento realizado en un hotel de Pilar, escucharon un diagnóstico
de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas
(FIEL) realizado por Marcela Cristini.
Sobre las citadas limitaciones, la economista señaló que,
si bien Argentina comparte estos problemas con otros países del
mundo, los vive en versión agravada. Sobre el costo
financiero señaló que aun en las épocas más
tranquilas, las tasas de interés locales presentan
una sobretasa de entre 6 y 8 puntos, cuando en otros países
este costo extra se reduce al 2 por ciento. Por ello, las pymes
usan frecuentemente capital propio, reinversión de utilidades y
financiamiento de proveedores. Como resultado, entre un 20 y un
24 por ciento de las firmas de menor tamaño se autoexcluyeron del
sistema bancario. El estudio que abogó contra la Ineficiencia
del Estado, las deficiencias regulatorias, financieras, burocráticas
y hasta de infraestructura señaló que aunque
la participación de las pymes en el total del Producto disminuyó
fuertemente por la concentración de la producción en las
firmas más grandes, el empleo del sector creció debido al
aumento del trabajo informal sobre el formal, por lo que siguen
siendo una base sustancial en el empleo.
Durante la cena que cerró la jornada de ayer, el secretario de
la Pyme, Enrique Martínez, afirmó que Argentina aun
no ha conseguido escapar delcírculo de deterioro que se produce
cuando el más poderoso extrae beneficios del más débil
de modo sistemático. Lo que condiciona cualquier futuro
y debe ser modificado.
REACCION
DE BRASIL POR EL OFRECIMIENTO DE EE.UU. A ARGENTINA
Giavarini aceptó que fue una charla
El canciller Adalberto Rodríguez
Giavarini aclaró ayer que la oferta de Estados Unidos para que
Argentina se sumara al ALCA no fue formal y rechazó que existieran
presiones de Brasil en contra de esa posibilidad. Sin embargo,
la Cancillería brasileña salió abiertamente a contrarrestar
la propuesta norteamericana al advertir que es más concreto
y urgente un acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea
que con Estados Unidos.
Quisiera ser muy preciso: hubo una oferta, pero tiene que considerarse
dentro de un marco, como lo hizo el propio secretario de Estado adjunto
(Peter) Romero al decir que fue una conversación. La formalización
tiene otras características, explicó Giavarini en
declaraciones radiales desde Japón, donde se encontrar con la misión
de abrir mercados para las exportaciones argentinas. El canciller
insistió en que la oferta evidentemente existió y
existe esa posibilidad porque la dejó abierta Washington.
Pero insistió con que la respuesta argentina fue entrar al Area
de Libre Comercio de las Américas (ALCA) junto con nuestros
socios del Mercosur, los socios de la región.
En cuanto a si hubo presiones de Brasil en contra de la posibilidad de
que Argentina avance en una negociación directa con Estados Unidos
en un tratado comercial, respondió que de ninguna manera.
Primero porque no existe ese tipo de relación con un país
hermano como Brasil, y segundo porque sería inadmisible para la
Argentina, afirmó.
Giavarini también negó diferencias con Domingo Cavallo,
quien en más de una oportunidad manifestó su simpatía
con acercarse de manera bilateral, por fuera del Mercosur, al ALCA. Hoy
(por ayer) justamente manifiesta que lo que él sostuvo en Estados
Unidos está en consonancia con el espíritu del Mercosur,
aseguró. En tanto, cerró filas con el ministro de Economía:
el tema está bien aclarado y consolidado, porque allí
tenemos una visión que coincide, afirmó y destacó
que el programa económico de Cavallo está dando resultados.
Por su parte, el subsecretario de Asuntos Económicos e Integración,
José Alfredo Graça Lima, fue el funcionario de Itamaraty
encargado de responder frente la movida norteamericano sobre el Mercosur.
Dijo que el acuerdo Mercosur-Unión Europea se firmará antes
que se ponga en marcha el ALCA en 2005. Sin el fast track (la vía
rápida que puede otorgar el Congreso norteamericano al presidente)
el ALCA no anda, así como no avanzará cualquier tentativa
de refuerzo prevista para la próxima reunión ministerial
sobre el bloque, en noviembre en Quito, explicó. Y agregó
que, en cambio, en la reunión Mercosur-UE prevista para julio
en Uruguay los europeos formalizarán las primeras propuestas de
reducción y eliminación de tarifas, inclusive en el área
agrícola.
Lo más concreto y urgente es el entendimiento del Mercosur
con la Unión Europea, concluyó Graça Lima,
quien en la práctica es el número dos de la diplomacia brasileña
detrás de Celso Lafer.
Agria reacción por
trabas a la miel
La Cancillería emitió ayer un comunicado en el que
expresa desacuerdo y malestar por la barrera
impuesta por Estados Unidos al ingreso de miel argentina a ese mercado.
Y giró un nota de queja al secretario de Comercio Donald
Evans. Según el Palacio San Martín, la política
norteamericana respecto de la miel argentina expresa una tendencia
proteccionista de la administración de George Bush,
la cual probablemente se agravará en el futuro
con la aplicación de la enmienda Bird, que fija aranceles
compensatorios para ciertos sectores y lo recaudado se transfiere
en forma de subsidio a los productores norteamericanos. Las
autoridades de la Cancillería analizan la posibilidad de
que la normativa Bird no se ajuste a las reglas de la OMC (Organización
Mundial de Comercio) vigentes, lo que habilitaría a la Argentina
y otros países a impulsar consultas al respecto, indica
el texto. El lunes pasado, la oficina comercial estadounidense difundió
un dictamen preliminar que culpa a los exportadores argentinos de
dumping, por lo que aplicó derechos compensatorios
(aranceles adicionales) que encarecen entre el 50 y el 60 por ciento
el precio de importación del producto. Ayer, Pablo Girardi,
directivo de la Asociación de Cooperativas Argentinas, el
mayor exportador de miel del país, dijo que Estados Unidos
aplicó las trabas comerciales en base a cálculos
erróneos y dando por sentado que Argentina subsidia su producción,
lo que no es cierto. Fijaron como precio justo de producción
unos 1200 dólares por tonelada, cuando hace una década
que los precios oscilan en poco más de 900 dólares,
explicó.
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