Por Felipe Yapur
La Cámara de Diputados
aprobó por unanimidad la creación de la comisión
investigadora de lavado de dinero. Sin embargo, y a poco de votarla, el
justicialismo a través de la menemista Ana María Mosso
presentó un proyecto de publicar los documentos que envió
el Senado norteamericano por Internet. La maniobra del PJ derivó
en un acalorado debate en el que la radical rebelde Elisa Carrió
la consideró como un intento por destruir las pruebas e impedir
que se determine el origen del dinero del lavado. Finalmente, la
iniciativa no prosperó.
La creación de la comisión fue casi un mero acto administrativo.
El presidente de la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento,
Jorge Busti, leyó el dictamen consensuado y titular del cuerpo,
Rafael Pascual, llamó a votar. El trámite no duró
más de quince minutos. Pero inmediatamente después la mendocina
Mosso pidió la palabra. La ex ministra de Economía mendocina
durante la época en que el banco estatal de aquella provincia fue
privatizado, leyó un proyecto de su autoría donde se solicitaba
la publicación del contenido de los documentos norteamericanos
sobre todo las listas de nombres que contienen
por Internet. El argumento: Evitar el estado de sospecha generalizado
que alcanza hasta algunos actuales funcionarios, dijo y un silencio
invadió el recinto mientras la también menemista de La Rioja,
Alejandra Oviedo, la felicitaba con el pulgar hacia arriba. Carrió
fue la primera en reaccionar.
Si se publica el contenido de las cajas, que dicho sea de paso también
desconozco, la comisión carecería de sentido y sería
una burla para los que investigamos durante años, sentenció
la chaqueña.
Sorpresivamente, el encargado de responderle a Carrió fue el propio
titular del bloque PJ, Humberto Roggero, quien aseguró que el proyecto
antes presentado como iniciativa personal de Mosso, era en realidad una
propuesta de la bancada: Nosotros acompañamos la creación
de la comisión. Pero no podemos permitir la existencia de un estado
de sospecha generalizado donde hay sospechados y sospechadores. La inquisición
terminó hace tiempo, dijo el cordobés antes de preguntarse
¿quién me garantiza que el trabajo con esas cajas
será serio y transparente? ¿No hay derecho a la información
generalizada?, dijo enrojecido al tiempo que golpeaba con insistencia
su banca.
A su turno, el también menemista Miguel Angel Toma continuó
con la misma tesis de Roggero y recordó que una muestra de cómo
se puede llegar a manejar la información de las cajas fue la denuncia
de la Carrió sobre la participación del jefe de Gabinete,
Chrystian Colombo, en los casos de lavado: Dato que todos desconocíamos,
dijo. Carrió le respondió de inmediato: Si quiere
saber más de lo que yo denuncié de Colombo lo invito a leer
las inspecciones del Banco Central, dijo y Toma se llamó
a silencio. En tanto, la respuesta al cuestionamiento de Roggero llegó
de manos del socialista Alfredo Bravo, quien con otra pregunta buscó
saldar la duda del justicialista: ¿Acaso el diputado desconfía
de los representantes que su bloque designará en la comisión?.
Algo tardía fue la reacción del oficialismo, que recién
se hizo escuchar luego de que los diferentes bloques anunciaran su rechazo
al proyecto de Mosso. El intento del menemismo se acordó durante
la mañana de ayer cuando en una apurada reunión de bloque
se decidió presentar el proyecto. Sin duda, el intento se pergeñó
ante la imposibilidad de evitar la creación de la comisión
y mucho menos cuestionar la presidencia de la Carrió. Se
hizo porque los menemistas saben que están en esas listas y como
también hay algunos del radicalismo, se pensó que la idea
podría ser apoyada, intentaron justificar la actitud del
bloque del PJ voceros oficiosos .
El comisión tiene 180 días de funcionamiento y prevé
la posibilidad de que la integren once legisladores. Además de
Carrió y Gutiérrez, también estarán los justicialistas
Manuel Baladrón (menemista) y Carlos Soria, los frepasistas Graciela
Ocaña y José Vitar y el cavallista, Franco Caviglia. Los
radicales recién definirán hoy quiénes serán
sus representantes.
Apertura con invitaciones
El juez federal Juan José Galeano abrirá hoy por
la mañana el primer juego de ocho cajas con la documentación
enviada por el Senado norteamericano. Lo hará junto al fiscal
Pablo Starc y al comisario Carlos Sablich, el jefe de la División
de Investigaciones Complejas de la Policía Federal. Los dos
principales imputados en la causa, el banquero menemista Raúl
Moneta y el ex presidente del Banco Central, Pedro Pou, están
invitados a presenciar el momento en que se rompa el
papel lacrado que protege los papeles que pueden sellar sus destinos.
Aunque en algún momento se especuló con que el ministro
de Justicia participaría de este capítulo inaugural,
en las oficinas de Jorge De la Rúa ayer negaron de plano
esa posibilidad.
La Justicia utilizará la información en una causa
que no trata sobre lavado de dinero, sino sobre el vaciamiento del
Banco República. Moneta es investigado por las maniobras
que derivaron en la caída de su banco y Pou porque desde
el Banco Central no ejerció control sobre la entidad, a pesar
de las advertencias de sus inspectores. El procedimiento de hoy
puede llevar varias horas: tras abrir las cajas, los funcionarios
van a fotocopiar cada uno de los papeles y como medida de seguridad
dejarán bajo llave las copias llegadas desde Estados Unidos.
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