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MATARON A DOS ADOLESCENTES E ISRAEL REPLICO CON FUEGO
Un golpe al corazón de los colonos

Israel realizó ayer una nueva incursión en territorio palestino en represalia por el apedreamiento y acuchillamiento de dos muchachos de 14 años, mientras se polarizaban las posturas de ambos lados.

Soldados israelíes y judíos ortodoxos rescatan los cuerpos
de los adolescentes ayer.

Por Ferrán Sales *
Desde Gaza

La locura parece no tener límites. Dos adolescentes israelíes de 14 años fueron asesinados ayer a pedradas y cuchillazos en las cercanías de Belén. El descubrimiento de sus cuerpos en el interior de una gruta, cerca del asentamiento de Tekoa en el que vivían, provocó la represalia de Israel, que invadió territorio palestino para destruir un cuartel de la policía de Arafat y bombardeó a continuación la población civil en Gaza, hiriendo gravemente a una madre y a su hija de tres meses, que anoche se debatían entre la vida y la muerte en un hospital del campo de refugiados de Rafah.
Kobi Mandel y Yosef Yisran, de la colonia judía de Tekoa, al sudeste de Belén, se han convertido en las penúltimas víctimas de la nueva oleada de violencia, que desde hace dos semanas se ha desatado en la región. Sus cuerpos sin vida, destrozados y desfigurados por golpes de piedras y cuchilladas fueron localizados, después de una larga búsqueda, ayer por la mañana en el interior de una cueva cerca del asentamiento del que habían desaparecido el día anterior. Un comando de la desconocida organización Hezbolá palestina se atribuyó ayer por la tarde en una conversación telefónica mantenida con una agencia de prensa internacional en Jerusalén la autoría de la muerte de los dos muchachos y de un tercer colono, un judío de origen brasileño que había sido muerto el día anterior en un asentamiento “salvaje” en las cercanías de Nablús, al norte de Cisjordania. El comunicante aseguró a la agencia de prensa que este triple asesinato era una venganza por la muerte de la pequeña Imam Hiju, de 4 meses de edad, que el pasado lunes murió por un obús israelí en el campo de refugiados de Jan Yunis, al sur de la Franja de Gaza.
Las fuerzas de seguridad israelíes iniciaron una cacería del hombre en la zona, casa por casa, tratando de localizar a los autores del doble asesinato. Más de una veintena de personas habían sido ya detenidas ayer por la tarde en los alrededores de Belén, entre ellos tres pastores beduinos. El arresto de estos tres últimos muchachos hizo difundir la hipótesis de que las muertes de los dos adolescentes podrían estar vinculadas al robo de un rebaño de cien cabras, perpetrado el día anterior por un grupo de beduinos en un asentamiento judío. Ninguna pesquisa o hipótesis se da por descartada.
Las dudas policiales, sin embargo, no frenaron la respuesta política. Fue inmediata. El primer ministro Ariel Sharon acusó de los hechos al propio presidente Yasser Arafat y aseguró que “estas muertes marcan una nueva escalada en la acción terrorista y contra la población civil”. Mucho más contundente y drástico fue el ministro de Infraestructura, el radical Avigdor Liberman, que se refirió a los palestinos como “un grupo de caníbales” y pidió al Ejército que actuara contra ellos de manera contundente, haciéndose de esta manera portavoz del movimiento colono, que por primera vez se manifestaba ante el domicilio de Ariel Sharon, pidiendo que aplastara a los terroristas.
El Consejo de Asentamientos Judíos de Cisjordania y Gaza pidió el miércoles a Sharon que considere un enemigo al líder palestino, Yasser Arafat: “Estamos hartos de las palabras de pésame de los diferentes gobiernos israelíes, y exigimos que Sharon reconozca el hecho de que Arafat es un enemigo y no un interlocutor en negociaciones políticas”.
No todo fueron palabras. Tras el ataque verbal se pasó a la respuesta militar, como si se tratara de cumplimentar un guión perfectamente redactado de antemano. Las tropas y los tanques israelíes invadieron el norte de la Franja de Gaza para destruir un cuartel de la policía palestina y allanar el terreno circundante posibilitando de esta manera la visión de la zona y favoreciendo la vigilancia de un destacamento fronterizo. La población de la zona de Beit Hanun corrió despavorida por las calles, mientras la televisión estatal palestina alarmaba aún más a lapoblación decretando un estado de emergencia. La respuesta militar se complementó horas más tarde con el bombardeo de un campo de refugiados en Rafah, al sur de Gaza, donde resultaron gravemente heridos una madre y su hija de tres meses y medio: Rim Ahmad. Una decena de personas resultaron asimismo heridas en la operación.

* De El País de Madrid, especial para Página/12.

 

Claves

Incursiones israelíes en zonas palestinas como la de ayer en Gaza constituyen respuestas puntuales a acciones palestinas como disparos de morteros o ataques terroristas directos.
El objetivo de los palestinos es lograr propaganda internacional que vuelque la posición de Estados Unidos en su favor. Hoy, los palestinos enarbolan posiciones de máxima como prerrequisito para reanudar las negociaciones con Israel (ver entrevista en esta misma página).
Israel, mientras tanto, sostiene que no reanudará negociaciones mientras siga la violencia, salvo que se trate de un diálogo para lograr un cese del fuego que se mantenga en el tiempo.

 

HABLA UNA REPRESENTANTE PALESTINA EN LONDRES
“Queremos que actúe EE.UU.”

Por Marcelo Justo
Desde Londres

En diálogo con Página/12, la consejera política de la representación diplomática palestina en Gran Bretaña, Meissoon Shorafa, reivindicó la Intifada e instó a Estados Unidos a asumir un rol más activo en la búsqueda de paz.
–La Intifada lleva más de siete meses y no ha conseguido ninguno de sus objetivos. ¿No considera que es un fracaso?
–Estamos en una situación de equilibrio en el terreno. La Intifada no consigue terminar con la ocupación israelí y los israelíes no logran suprimir la intifada. Pero estamos ganando la batalla por la opinión pública internacional, que cada vez se inclina más a favor de los derechos palestinos y por el fin de la ocupación israelí de los territorios usurpados en la guerra de 1967.
–En el terreno el saldo es poco auspicioso: más de 400 palestinos muertos y un gobierno israelí que ofrece mucho menos de lo que proponía el anterior de Ehud Barak.
–La Intifada fue en su comienzo un levantamiento popular pacífico contra la ocupación israelí en el que no se disparó una bala ni se colocó una bomba. Fue la brutal represión israelí la que empujó a la gente a recurrir a las armas.
–A diferencia de la anterior Intifada, esta pasó de una protesta civil a un enfrentamiento armado. ¿No favorece esto a los israelíes que son infinitamente más poderosos en lo militar?
–El objetivo de la Intifada era protestar, no iniciar una guerra. Israel nos empujó a la violencia. No lo elegimos nosotros.
–¿Qué esperan conseguir de las negociaciones?
–Una solución legítima para los reclamos palestinos. El mínimo que exigimos es la retirada de los israelíes de los territorios ocupados en 1967, compartir Jerusalén como capital y el regreso de los refugiados palestinos, de acuerdo a las resoluciones 242, 338 y 194 de las Naciones Unidas.
–Dejando de lado el tema de los refugiados, ¿no es eso lo que ofrecía Ehud Barak en Camp David el año pasado?
–La propuesta de Barak no cumplía con los requisitos mínimos para un acuerdo de paz. Barak no reconocía el derecho de regreso de los refugiados palestinos.
–Ariel Sharon está ofreciendo muchísimo menos. ¿No es eso un retroceso?
–No tengo que aceptar una mala oferta para evitar una peor. No podemos aceptar menos que el mínimo que acabo de detallarle. Si aceptáramos menos, habría una Intifada pero contra la Autoridad Nacional Palestina.
–Los israelíes dicen que Yasser Arafat podría poner fin a la violencia. Usted me dice que si intentara hacerlo habría una intifada contra él.
–Creo que Arafat puede detener la violencia si vuelve con una solución aceptable para los palestinos. Pero él no puede volver a la situación previa al 28 de septiembre. La gente inició la Intifada ese día por la situación que existía en ese momento. Si Israel se compromete a retirarseunos kilómetros de Gaza y Cisjordania y a reanudar las negociaciones tomando como punto de partida, pero no de llegada, lo que se habló en Camp David, sería posible frenar la violencia.
–Por el momento no hay ninguna señal de que Sharon esté dispuesto a ofrecer esas condiciones mínimas. ¿Cuál es el futuro?
–Tiene que haber una presión internacional para que Israel se retire de los territorios ocupados. Si estos fueron ocupados en seis días, también pueden ser evacuados en el mismo tiempo. Nos gustaría que Estados Unidos asuma una posición más activa en las negociaciones.
–A pesar de que Estados Unidos es tradicionalmente proisraelí.
–A pesar de eso. La mayoría de los países árabes quisieran mejorar las relaciones con Estados Unidos y no lo pueden hacer por esta situación. Pensamos que tarde o temprano Estados Unidos se dará cuenta de que Israel es un obstáculo en su política exterior.

 

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