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�Se hacen eco de un discurso facho que está en la sociedad�

Eduardo Aliverti explicó sus expresiones del lunes pasado, cuando en la entrega de los Martín Fierro disparó
munición gruesa contra Hadad.

Reflejo: �La 10 y algunos periodistas reproducen lo que uno encuentra hoy en día entre los tacheros, los porteros, la clase media asustada, etcétera�.

Aliverti había hablado de una “televisión llena de boludeces”.
“Lo dije en obvia alusión a ‘Gran Hermano’”, sostiene.

Por Patricia Chaina

“Discurso facho” y “una televisión llena de boludeces”, fueron las palabras con que Eduardo Aliverti condimentó su discurso de agradecimiento al premio que Aptra le entregó por la conducción de su programa “Marca de radio”, emitido por Radio Rivadavia. En una ceremonia donde se destacaba la presencia de Radio 10, las palabras de Aliverti, que siguieron a una avanzada en el mismo sentido por parte de Fernando Bravo, se entendieron como una alusión directa a la emisora de Daniel Hadad. Pero el periodista aclara: “Jamás me hubiera referido a una sola radio”. Aliverti habla con el ritmo contundente que lo caracteriza y agrega en diálogo con Página/12: “Hablaba de un discurso facho que se está viendo en la sociedad y del que algunos medios se hacen eco”.
Pero Aliverti y Bravo habían apuntado al nido de una serpiente que se despereza, en este país, cíclicamente. Y que da evidencia de sus movimientos a través de los medios, “espejos de la sociedad”, como señala Aliverti. Sus palabras causaron impacto y sus esquirlas humean todavía entre las repercusiones de la noche de los Martín Fierro. Bravo se refirió al orgullo de “pertenecer a una radio pluralista que no hace un negocio de las calamidades de la Argentina”. Aliverti advirtió sobre “tanto facho que anda por ahí” y agregó un detalle: “La televisión está llena de boludeces”.
–¿Su alusión al fascismo tenía como destinataria a Radio 10?
–Yo no mencioné a la Radio 10, aunque está involucrada en lo que dije. Lo aclaro. Creo que se trata de una radio de fachos, pero inteligentes, por la forma en la que estaban haciendo las cosas. Si no lo aclaro, parecería que me remito a un enfrentamiento personal, porque si bien está en mis antípodas y es un enemigo considerable, jamás hubiera hecho un discurso que involucrara a una sola radio. Me referí a un discurso facho que se está viendo en la sociedad y del que algunos se están aprovechando. Los medios amplifican ese discurso, como el caso de la 10, convirtiéndose en espejo de algo que está anidando en la sociedad. Nunca creí que los medios pudieran imponer algo por sí solos. Sí pueden acompañar y ayudar a crecer lo que el caldo de cultivo que es la sociedad promueve. Y lo terrible es eso, no la 10. En todo caso, medios como ése y algunos periodistas reproducen lo que uno encuentra hoy en día entre los tacheros, los porteros, la clase media asustada, etcétera.
–¿Tomó en cuenta que la repercusión de esas palabras tuvo mayor impacto que su crítica a la TV?
–Me llamó la atención. Porque yo apunté a la TV, específicamente. Cuando hablé de los estúpidos que lloran por cualquier cosa era en obvia alusión a “Gran Hermano”. Fue específico y tuvo menos repercusión. Lo cual me permite hacerme una panzada semiótica analizando en la escuela (ETER) cómo funciona el teléfono descompuesto en la articulación mediática, cómo se evidencia la construcción de un discurso. Porque a mí las características de ese programa me provocan bronca y una depresión profunda. Verlo incluso me genera violencia. Ver lagrimear a tanto forro por tanta pavada, en un país que estuvo plagado de campos de concentración, me parece terrorífico, porque es también reflejo de un estado de ánimo social bajo el cual parecería que hay menos exigencia intelectual de parte del televidente respecto de lo que ve y de lo que se le entrega. Se hace difícil entender cómo puede haber gente capaz de sentarse frente a la TV para ver cómo alguien se lava los dientes.
–Usted habló también de la ley de Radiodifusión. ¿Cree que es viable y saludable la propuesta del Comfer en este sentido?
–Textualmente, dije que la propuesta de la ley es bastante progresista en el marco de este Gobierno. Es una ley con deficiencias, porque falta una discusión sobre el uso del espacio radioeléctrico y la nueva revolución de las comunicaciones. Sin perjuicio de eso, es un avance que se elabore una ley que todavía sigue siendo ocupada por la normativa de la dictadura. Y me parece que tiene avances con respecto a la propiedadmediática, y a tratar de evitar los monopolios cuasi naturales que están armando. Pero tengo claro que eso no lo va a definir la letra de la ley sino la voluntad política de hacerla cumplir.
–¿Se encontró con Hadad después de recibir su premio, durante la cena?
–En verdad fui a saludar a Bravo, porque me pareció valiente su discurso, me sorprendió gratamente que marcase una cosa tan jugada. Al ir a su mesa le pasé a Hadad a un metro y no lo saludé porque no lo vi, aunque sé que algunos pensaron lo contrario. No tengo problemas con él. Es un enemigo respetable, y sé que en lo profesional él también me respeta.
–¿Cuál es su evaluación de esta entrega del Martín Fierro?
–Me pareció una ceremonia fría, con cierta falta de garra, quizá ligada a algunas ausencias notorias. Pero por primera vez en mucho tiempo se premiaron producciones diferentes, como las de Canal 7. Además había un acostumbramiento a fiestas bullangueras y con más barras. Si esto no existiera como antecedente, se la hubiera elogiado, sin dudas. Por otro lado, había expectativa fuerte porque fuese una conducción plagada de errores, y fueron correctos. Pero quedó una sensación rara, como una decepción por la falta de errores.
–¿Por qué cree que causaron tanto impacto sus palabras y las de Fernando Bravo?
–Lo que dijimos se amplificó porque la voz de los convocados fue de bajo contenido contestatario. Y por otro lado generó impacto que los que dijimos cosas diferentes fuéramos gente de la radio. Esto en algún sentido es llamativo y habla bien de la radio como medio con entidad propia y capaz de generar sus propios pensamientos, y no ser sólo un amplificador de lo que es la TV en la Argentina.

 

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