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ELISA CARRIO HABLA DE LOS INVOLUCRADOS
EN LA DOCUMENTACION DEL LAVADO DE DINERO
“La única banca sucia no es la de Moneta”

La diputada y titular de la Comisión que investigará el lavado de dinero argentino dice que ella y el flamante cuerpo van a ser atacados, pero que resistirá cada uno de los embates. Sostiene que vio los nombres de Becerra, Figueroa Alcorta y Petracchi en los documentos aportados por los Estados Unidos y que la corrupción es transversal a los partidos políticos.

Por Laura Vales y Felipe Yapur

Elisa Carrió logró que la Cámara de Diputados aprobara la creación de la comisión investigadora sobre lavado de dinero que ella presidirá. Pero dice que la campaña para obstruir su trabajo “ya se puso en marcha”. Y que no espera del Gobierno mayores gestos de apoyo. Diagnostica en cambio que “el Estado mafioso atraviesa transversalmente a los partidos políticos, a las instituciones y las finanzas”. En diálogo con Página/12, la diputada confirmó cuáles son los nombres de los políticos del menemismo y de la Alianza que aparecen en la documentación sobre lavado enviada por el Senado norteamericano.
–El menemismo teme que sus contactos con Raúl Moneta lo terminen de hundir. ¿Entre los documentos enviados por el Senado norteamericano puede aparecer el nombre de Carlos Menem?
–No. En las listas él no está. Pero lo que sí existe es vinculación entre la documentación con muchísimos casos de corrupción que son investigados en la Argentina. Y que sucedieron durante el gobierno anterior.
–Hoy (por ayer) la Justicia abrió las primeras dos cajas. ¿Qué nombres van a aparecer en esos documentos?
–El de personas que fueron titulares de cuentas. El de otros bancos que trabajaron con el de Moneta y lo que se conoce como “cuentas de paso”. Es decir, cuentas donde no está claro quién es el dueño del dinero depositado. Ese el caso, por ejemplo, de la cuenta Daforel, vinculada a la mafia del oro y el tráfico de armas y la de Bote S.A.
–Cuando viajó a los Estados Unidos ¿pudo ver esos papeles?
–Algunos sí.
–¿Vio entre los nombres el del procurador general de la Nación, Nicolás Becerra?
–El nombre está. Si ese y otros nombres corresponden a las personas que hoy ocupan cargos públicos, se va a determinar con esta investigación. La investigación deberá determinar si son ellos, pero es cierto que esos nombres están citados. Yo vi las cuentas, vi los extractos.
–¿Vio también el nombre de Enrique Petracchi, integrante de la Corte Suprema, en la documentación?
–Sí, sí.
–¿Y la documentación sobre una cuenta que a nombre de Gastón Figueroa Alcorta, que fue señalada como una de la que se usaron para pagar las coimas del caso IBM-Banco Nación?
–Sí, es justamente la que dio origen al caso. El subcomité sólo tuvo por acreditado un lavado de dinero proveniente de un hecho de corrupción, que es este. Claro que esto no quiere decir que sea el único caso de lavado.
–El jefe de Gabinete Chrystian Colombo, ¿tiene motivos para estar nervioso?
–No voy a hablar más de él. Creo que hay que avanzar en la investigación y que el tiempo me dará la razón. Colombo fue el jefe Gabinete que dijo que mi investigación era poco seria, que no tenía pruebas. Pero le mandé las pruebas. Dijo que no vendría el informe, pero vino. Dijo que no habría cajas y hoy están acá.
–¿La preocupación de Colombo es sólo de él o cuenta con el apoyo del gobierno?
–Lo desconozco.
–El secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo, dijo que teme que la comisión desate una caza de brujas.
–En general la gente que recauda dinero para los partidos tiene esa preocupación.
–¿Cree que el Gobierno defenderá a la comisión de posibles ataques?
–Los bloques me ayudarán, acompañarán.
–¿Dice eso porque no es lo mismo el bloque de la Alianza que el gobierno?
–Así es.
–¿Es una seguridad suya o una esperanza?
–Estoy totalmente segura.
–Inmediatamente después de que la Cámara aprobó la creación de la comisión investigadora, el peronismo propuso publicar toda la documentación enviada por el Senado de los Estados Unidos en Internet.
–Creo que el objetivo fue generar escándalo y que empezó una etapa muy dura, donde van a buscar embarrar la cancha y abortar el trabajo de la comisión. Y para eso la mejor estrategia es generar escándalos. Pero no lo adjudico al peronismo en general, sino al sector menemista. Está muy claro para quién trabaja la diputada (Ana) Mosso, que fue quien planteó esta idea. Es una persona a quien yo respeto porque siempre juega para el mismo lugar: el sector financiero. Desde allí trató de impedir la sanción de la ley de lavado y ahora también quiere obstruir el avance de esta comisión. Pero no lo tomo como una reacción de todo el justicialismo, al contrario, sólo es el sector menemista.
–¿Por qué se opone a que los documentos se difundan por internet?
–Eso voltearía la investigación, en primer lugar porque alertaríamos a los implicados, que pueden elaborar una estrategia para esconder el dinero sucio. Lo que tenemos que hacer en esta etapa es encontrar el origen del dinero sucio. Y para esto una cosa es citar testigos de sorpresa, investigar por sorpresa a una persona, que ponerlo en alerta con meses de anticipación. Más allá de esto, de ninguna manera puede entenderse que la comisión no vaya a publicar la documentación. Lo hará, pero a su tiempo.
–El menemismo busca embarrar...
–A todos. Pretenden que no haya diferencias entre los que están lavando dinero porque es un delito y los que hicieron una transferencia lícita. Si se impone el todos somos iguales, entonces nadie es culpable. Es la vieja estrategia. A mí muchas veces me plantearon que si alguien de mi partido está involucrado, eso le quitaría el carácter delictivo a la acción de los otros.
–¿No cree entonces que con su maniobra el menemismo en la Cámara buscó la complicidad del radicalismo? Que, dicho sea de paso, tardó en demostrar su desacuerdo con la propuesta de Mosso.
–En realidad, creo que algún diputado invocó el caso de (Chrystian) Colombo y del funcionario en las sombras que es (Horacio Tomás) Liendo, para tratar involucrar al radicalismo. Pero la UCR sabe claramente que tiene que avanzar y defender esta investigación. Esta es la decisión que ha tomado el partido ya que su propio presidente, Raúl Alfonsín, avaló la comisión. La inmensa mayoría de los diputados radicales van a colaborar en la investigación. Entonces, lo de Colombo es un problema aparte.
–La comisión está creada. Falta que los bloques designen sus representantes. ¿Esta demora la perjudica?
–No. Sé que hay problemas en los bloques por la integración. Pero estoy segura de que se constituirá la semana que viene. Además no hay margen político para retrasarla.
–Usted dijo que esta investigación va a determinar la matriz del estado mafioso en muy poco tiempo.
–Nuestra hipótesis es demostrar cómo salía el dinero de nuestro país: como corrupción, por evasión o por narcotráfico. Cómo se lavaba en EE.UU. y cómo volvía. Esos fondos retornaban a través de bancos que se canalizaban en créditos, es lo probado en el CEI, es lo que determinó el subcomité norteamericano. Ahora, también es posible demostrar cómo el dinero que salía por estas razones, volvía en términos de inversiones “legítimas”. La otra punta es cómo se realizaron las inversiones en los últimos diez años. Una de las características, cuyo modelo fue Aerolíneas, es que se compraba casi con una seña y la empresa se pagaba con el endeudamiento de la empresa. Lo cual suponía la elusión fiscal porque no se pagaban ganancias y en muchos casos no hubo inversión. La pregunta es cuáles fueron los controles estatales. La respuesta es una sola: no hubosino una expresa habilitación. Entonces hay que determinar quiénes son esos responsables.
–¿Este estado mafioso funcionó durante el gobierno menemista en base a sobornos, negligencia o complicidad?
–Eso es lo que tenemos que determinar. Ahora, la matriz está. Lo importante es que si podemos investigar y demostrar cómo funcionaba todo. Si lo logramos, hay cosas que no podrían volver a funcionar como ocurrió en México luego de lo de (el ex presidente Carlos) Salinas de Gortari. Porque las cosas siguen sucediendo cuando la gente no sabe cómo ocurren.
–¿Cuando habla de estado mafioso se refiere sólo a una estructura menemismo?
–No. El estado mafioso en realidad son enclaves de ilicitud entre grupos de sectores privados y públicos. Y dentro de este último, la burocracia del Estado y de sectores del gobierno. Claramente con muchos ex funcionarios menemistas pero también con personajes que siguen estando en los partidos. Porque el estado mafioso no se construye sin la complicidad y el silencio de la oposición.
–¿Qué tipo de resistencia cree que va a generar el trabajo de la Comisión?
–La comisión va a ser muy atacada. Y yo también lo voy a ser. Soy muy consciente de ello. Nos dirán que será poco seria. Que le daremos un uso político y electoral. Pero yo les saqué los argumentos porque ya anuncié que no seré candidata a nada. Vamos a ser muy atacados y viene días muy difíciles para nosotros, pero no más difíciles de los que ya pasamos con Gustavo Gutiérrez. Porque cuando nosotros teníamos que mantener el silencio y los investigados sabían que nosotros estábamos detrás de ellos, ahí era mucho más duro, porque nadie sabía el motivo de los ataques y las amenazas.
–¿Piensa que puede provenir del menemismo y también de algún sector del gobierno de la Alianza?
–Creo que provendrá de una transversalidad de sectores ligados a determinados intereses financieros, sectores ligados a la política. Es decir, ligados a todos los actores que participan.
–Usted ha señalado que Moneta es el testaferro de negocios que no pertenecen al sector político por excelencia.
–Nuestra hipótesis de investigación, que también la sugiere el subcomité del Senado de los Estados Unidos, es que la preferencia por Moneta que mostró el Citibank de Nueva York no se explica sino a partir de la relación personal e inescindible entre Moneta y John Reed, el presidente del Citicorp, y de Richard Handley. Mi hipótesis de investigación es que Moneta no es sólo Moneta. Que nadie regala a otro negocios de tanta magnitud.
–¿Cree además que Moneta es testaferro de Menem?
–Moneta fue el banquero del menemismo y un ministro sin cartera, pero no tengo acreditado que haya sido testaferro de Menem.
–¿El de Moneta fue el único banco por donde se canalizó el dinero sucio?
–No voy a avanzar sobre nombres, pero es claro que la única banca sucia no es la de Moneta. Nosotros empezamos por ahí nuestra investigación, pero hay otros. La mejor guía es revisar los casos de corrupción en la Argentina y ver los bancos por donde se lavó el dinero.
–¿Van a citar a los investigadores del Senado norteamericano a declarar en el Congreso?
–A lo mejor les pedimos algunos testimonios.
–¿Qué puede cambiar en la política argentina si la investigación avanza?
–La Argentina puede cambiar si se llega a mostrar cómo fue la corrupción privada, y con la complicidad de qué Estado. Por eso a mí no me interesan tanto los nombres; el gran esfuerzo es sacar a luz cuál fue la matriz económica que permitió que nos robaran a los argentinos, aún através de procedimientos pseudo legales. Lo que queremos demostrar es que el funcionamiento del capitalismo en la Argentina ha sido perverso. Yo creo en el capitalismo serio. Pero acá en nombre del capitalismo se robó un país. La investigación puede servir para darle a la sociedad, que está pidiendo verdad, justicia y cambio, digamos la verdad en uno de sus ámbitos que fuerce a esos cambios en las estructuras institucionales y partidocráticas. Pero estas instituciones se van a resistir. El problema es si pueden resistir esta u otra investigación, el problema es si pueden resistir la deslegitimación. Yo creo que no lo lograrán.

 


 

La Justicia abrió las dos primeras
cajas con datos sobre el República

Forman parte de un
grupo de ocho con material vinculado al lavado de
dinero que envió el Senado norteamericano. Hay datos sobre movimiento de dinero y los nombres de los titulares de las cuentas. Estuvieron el juez Galeano, el fiscal Starc y el abogado de Jaime Lucini, tío de Raúl Moneta.
Las cajas con las cuentas del Federal Bank se abrieron en una dependencia
de la Policía Federal. De este grupo de ocho, ayer se abrieron y fotocopiaron solamente dos, con información abrumadora.

Por L. V.

Esperadas y temidas, las ocho cajas con documentación vinculada al lavado de dinero que envió el Senado norteamericano empezaron a ser abiertas ayer por la Justicia Federal. La idea inicial era sacar de sus envoltorios todos los papeles, pero cuando el día terminó el tiempo sólo había alcanzado para ocuparse de las primeras dos cajas. Tenían dentro los extractos de dos cuentas del Banco República, la entidad que manejó el banquero menemista Raúl Moneta, en el Citibank de Nueva York. Un dato central es que en esos listados de operaciones no hay solamente números, sino que aparecen identificados los dueños del dinero. “Hay nombres y apellidos de particulares, de empresas y de otros bancos que operaron con el República”, detalló ayer uno de los funcionarios que participó del proceso.
La misma fuente aseguró que en los papeles vistos ayer no aparecieron nombres de políticos o empresarios reconocidos. Y que la documentación es extremadamente técnica y la cantidad de información abrumadora: dentro de la primera caja había 5.300 fojas. Los encargados de la pesquisa hicieron un cálculo de cuántas operaciones bancarias habrá que revisar por cada una de las cajas y la cuenta les dio la cifra de 13 mil.
Ninguno de los dos principales investigados en el caso, el banquero menemista Raúl Moneta y el ex titular del Banco Central Pedro Pou presenciaron el acto ni mandaron a sus abogados, a pesar de que ambos habían sido “invitados” a hacerlo, aseguraron ayer en los tribunales federales. El que sí envió a su defensor a monitorear el proceso fue Jaime Lucini, pariente de Moneta y ex integrante del directorio de su banco.
La apertura de las cajas fue encabezada por el juez federal Juan José Galeano y el fiscal Paulo Starc, quienes tienen a cargo la pesquisa sobre el vaciamiento supuestamente fraudulento de los bancos República y de Mendoza. El procedimiento se hizo dentro del edificio donde funciona la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal. Provocó más tedio que adrenalina. Al abrir la primera caja se encontró un índice; se corroboró que estuviera toda la documentación reseñada en él, se fotocopió cada foja una por una, se certificó de la misma manera cada copia. Se volvieron a guardar, finalmente, los papeles originales dentro de su caja y a lacrarla, ya que se trabajará con copias y el juego llegado desde los Estados Unidos quedará a manera de resguardo en el edificio de la Federal.
El mismo trabajo continuará en los días que siguen, a un ritmo de dos cajas por día. En las todavía cerradas está la documentación del Federal Bank, la entidad off shore de las Bahamas atribuida a Moneta y señalada como vehículo de operaciones de lavado de dinero de una magnitud inusitada.
Según el informe del subcomité del Senado norteamericano, el Federal Bank movilizó, en triangulación con el Banco República en Buenos Aires y el Citibank de Nueva York, 4500 millones de dólares entre noviembre del 92 y mayo del 2000. Se espera saber ahora quiénes eran los dueños de los fondos que alimentaron esas cuentas. Y que los datos sirvan para sacar a luz hechos de corrupción hasta hoy no denunciados judicialmente.
También que el contenido de las cajas impulse tres causas ya abiertas:
La del vaciamiento de los bancos República y de Mendoza.
El caso IBM-Banco Nación, sobre que se descuenta que llegará el detalle de una cuenta a través de la cual se pagó parte de los sobornos.
La denuncia contra Enrique Petracchi por la que se investiga si el ministro de la Corte Suprema recibió transferencias de 580 mil dólares de Telefónica, por el voto de aprobación del rebalanceo telefónico.
La que investiga las operaciones de lavado de narcodólares del Cartel de Juárez, operaciones que se realizaron a través de la financiera Mercado Abierto de Aldo Ducler, el ex asesor de Palito Ortega. Esta es la parte de la documentación que todavía no fue enviada al país y que se pedirá en los próximos días. Está, por último, el aspecto impositivo del tema, que para algunos investigadores es donde se podrá avanzar con más facilidad.
Un alto funcionario judicial vinculado a una de las pesquisas ya abiertas lo graficó de la siguiente manera: “Supongamos que aparece un depósito de medio millón de dólares a nombre del político tal o el empresario cual; probar que ese dinero proviene de un ilícito puede ser muy difícil; pero en cambio no lo será investigar si se pagaron o no los impuestos correspondientes”.
La documentación, como se sabe, será analizada no sólo en la Justicia Federal sino también por la comisión investigadora de Diputados que se pondrá en funcionamiento la semana próxima. Es decir que las denuncias podrán ser formuladas desde cualquiera de estos dos ámbitos.

 

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