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Por Santiago Rodríguez
 Aníbal Ibarra puso ayer
en funciones a sus nuevos colaboradores. Raúl Fernández
juró como jefe de Gabinete y el alfonsinista Aldo Neri como secretario
de Salud durante un acto colmado por frepasistas y radicales, entre los
que se destacó el ex presidente Raúl Alfonsín. Con
ese escenario como marco, el jefe de gobierno porteño ratificó
la unidad de la Alianza en la ciudad y destacó la equilibrada representación
de la sociedad en la primera línea de su gestión. “Iniciamos
una nueva etapa destinada a dotar al gobierno de una organización
más eficiente y con una mayor capacidad de respuesta a las demandas
de la gente”, explicó Ibarra acerca de los cambios que realizó
en su administración.
Fernández, un incondicional de Ibarra, no es nuevo en el gabinete
porteño: venía desempeñándose al frente de
la Secretaría de Gobierno, un área que desaparece a partir
de los cambios que el ex fiscal decidió realizar el último
martes por la noche. Desde la Jefatura de Gabinete no sólo tendrá
a su cargo la coordinación de las “políticas estratégicas”
de la gestión, sino también la implementación de
las reformas política y administrativa que Ibarra se propone realizar
en esta nueva etapa.
Neri, en cambio, juró en lugar de Marcos Buchbinder, quien en su
momento llegó al gabinete de la mano de la vicejefa de gobierno,
Cecilia Felgueras, con el apoyo del ministro de Salud de la Nación,
Héctor Lombardo. El cambio no es menor porque implica la salida
de un secretario identificado con los delarruistas y su reemplazo por
un alfonsinista.
En la misma línea de avance sobre el delarruismo es casi un hecho
la decisión del jefe de gobierno de desplazar a María Luisa
Díaz Vega –una dirigente cercana a la primera dama Inés
Pertiné– de la presidencia de Autopistas Urbanas S.A. y nombrar
a la ibarrista Laura Moresi.
Además de Neri –quien fue ministro de Salud durante la presidencia
de Alfonsín– y Fernández, juró Liliana Chiernajowsky
como vicejefa de Gabinete. Chiernajowsky –esposa de Chacho Alvarez–
venía también acompañando a Ibarra como subsecretaria
de coordinación de Gabinete.
“El objetivo es darle más dinamismo a la acción de
gobierno y terminar con la burocracia que generaba ineficacia y gastos
innecesarios”, dijo Ibarra sobre los cambios, y explicó que
“con los sucesivos gobiernos se fueron incorporando y acumulando
direcciones y subsecretarías a las que ya estaban y terminaron
anillándose”. Según el jefe de gobierno, “el efecto
de la burocratización causó ineficiencia y un aumento del
gasto que frenaban los esfuerzos que veníamos haciendo desde el
gobierno de la ciudad para dar respuestas a las demandas de los vecinos”.
En el plano político Ibarra destacó la incorporación
de Neri: “He convocado –sostuvo– a una persona que expresa
la Alianza, renovando mi compromiso hacia adelante”. También
señaló que sus socios radicales tienen “un compromiso
institucional y también político en el éxito del
Gobierno de la ciudad, así como nosotros estamos comprometidos
con el éxito del Gobierno nacional”.
El acto de jura de los nuevos funcionarios se realizó en el salón
Dorado de la Casa de la Cultura de la Ciudad con la presencia de Felgueras
y los demás funcionarios porteños. Los dirigentes aliancistas
más importantes que estuvieron presentes fueron Alfonsín,
Lombardo; el titular de la Cámara baja, Rafael Pascual; y el jefe
de diputados de la coalición, Darío Alessandro.
Alfonsín, sin embargo, sobresalió entre todos los invitados.
El ex presidente fue ovacionado al llegar al acto y hasta se dio el lujo
de firmar –junto a Ibarra y Felgueras– el acta de designación
de los nuevos miembros del gabinete porteño.
“Yo creo que hay que hacer que esté en todas partes de esta
manera”, declaró Alfonsín después del acto.
Si bien manifestó que “la Alianza está muy fuerte”,
el ex presidente admitió también que “evidentemente
han habido algunos problemas que son de público conocimiento”
en la coalicióna nivel nacional que “han generado algunas
dificultades. De todos modos, confió en que “vamos a lograr
que todo se enderece”.
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Legisladores “usurpadores”
El presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales
de la UCR, Carlos Louzan, denunció ante la Justicia que hay
30 diputados porteños que son “usurpadores del cargo
y carecen de legitimidad política”, por lo que solicitó
que se convoque a elecciones. Según Louzan, que realizó
la denuncia ante el Tribunal Superior de Justicia, los legisladores
porteños serían usurpadores de las bancas debido a
que “la cláusula VI de la Constitución de la
Ciudad de Buenos Aires expresa que los diputados deben elegirse
por mitades en la segunda legislatura”. “Hay 30 diputados
que son usurpadores del cargo y carecen de legitimidad política,
por lo tanto se debe llamar a elecciones, previo sorteo de 30 bancas
para realizar el recambio de legisladores”, expresó
Louzan.
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OPINION
Por Fernando Melillo *
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Del quehacer al qué
hacer
Sabemos que la crisis que vive la Argentina es integral y profunda.
Abarca todos los campos y se expresa con crudeza en la carencia
de una dirigencia política y social a la altura de las circunstancias.
Pero, ¿cuál es el tipo de dirigente que permita devolvernos
como sociedad un sentido de pertenencia y de futuro”? ¿El
que “administra” lo que existe o el que se anima a crear
escenarios y alternativas? ¿El que esconde hipócritamente
la basura bajo la alfombra o el que busca la escoba y la pala? ¿El
que se acomoda y cambia cuando “llega” y se prepara para
durar en el poder formal o el que no renuncia a la lucha en pos
de un efectivo poder transformador? En el liderazgo nacional, ¿requerimos
jefes partidarios clásicos, responsables tácticos,
gerentes pragmáticos o se necesitan responsables estratégicos,
constructores de proyectos, intransigentes éticos? ¿Necesitamos
más dirigentes autocomplacientes y tolerantes con los amigos
o dirigentes que, con implacable honestidad intelectual, desnuden
los límites y la falta de resultados para la gente de la
práctica política actual?
El Frepaso, bajo la conducción de Chacho, propuso en su momento
construir la Alianza como un proyecto nacional capaz de ser alternativa
al rumbo menemista. Herramienta de transformación y no mero
vehículo para la alternancia en el gobierno. A un año
y medio de la asunción de De la Rúa, la dimensión
de la crisis heredada no justifica que los partidos que forman la
coalición no hayan participado de decisiones fundamentales
de gobierno ni la falta de ¿voluntad? para avanzar en aquellas
políticas públicas que no se encuentran condicionadas
por la vulnerabilidad de nuestra economía.
Ante la evidente crisis del proyecto Alianza, hoy Chacho abandona
el “quehacer” partidario cotidiano para repensar el “qué
hacer” estratégico en una Argentina que requiere, a
futuro, un nuevo realineamiento de fuerzas políticas y sociales
capaz de detener un ya largo proceso de decadencia y alumbrar una
esperanza. Y en ese camino de transformar la crisis en oportunidad,
estaremos muchos –si no todos– los integrantes del Frepaso
que hemos tenido un comportamiento maduro y responsable frente a
la emergencia económica desde el Congreso de la Nación
y que somos plenamente coherentes con los postulados fundacionales
de la Alianza allí donde nos toca encabezar la gestión
ejecutiva. Seguramente, compartiendo el esfuerzo y el desafío
con radicales, peronistas e independientes capaces de pensar la
política en grande.
Así como la Argentina no puede privarse de líderes
como Chacho, el Frente –por su parte– tiene hoy en su
seno dirigentes capaces de dar cuenta de sus responsabilidades institucionales
y de afrontar su construcción partidaria hacia el futuro.
En definitiva, nos une la convicción de que otro país
es posible.
* Diputado Nacional Frepaso. Ciudad de Bs. As.
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