Gabriel Bergogna es director
de orquesta, y ciego de nacimiento. También es concertista de piano
y compositor. Y va a poder cumplir su sueño de dirigir como invitado
del mismísimo Teatro Colón. Eso sí, Justicia mediante.
Bergogna había presentado, en agosto del año pasado, un
recurso de amparo por sentirse discriminado por su discapacidad. Ayer,
tras una audiencia de conciliación, las autoridades del Colón
confirmaron su participación como director invitado con la Filarmónica
de Buenos Aires para dirigir un concierto, el 13 de abril del año
próximo, en la Facultad de Derecho de la UBA.
La fecha en la que Bergogna va a dirigir forma parte del programa del
oficial del Teatro Colón, y esto es algo que al director lo pone
muy feliz. Es un teatro de primer nivel mundial, se entusiasma
Bergogna, y comentó que él mismo decidió las obras
que va a presentar en el concierto, en el que se incluyen partituras de
Beethoven, Lizst, Shostakovich y cuatro creaciones propias: Elegí
un programa para ponerme al límite y poder dar todo lo que tengo
contó el músico a Página/12. Las obras
transmiten mi espíritu de lucha.
Por su parte, desde el teatro Colón negaron que haya habido algún
tipo de discriminación contra Bergogna, e incluso aseguraron que
él ya había dado un concierto como pianista, por lo que
el diálogo con el músico siempre estuvo abierto. Ahora
va a tener una fecha para que se pueda mostrar como director, explicó
Martín Pourrain, el director administrativo.
¿Y por qué hubo que esperar a que la Justicia intervenga?
le preguntó este diario al funcionario.
No dependió de eso. Nosotros creemos que cada uno tiene su
tiempo. Bergogna es aún un hombre joven y tiene que adquirir experiencia.
Pero por sus antecedentes y por el amor que demostró tener por
la música, nos pareció que se merecía su oportunidad
respondió Pourrain.
La oportunidad fue esperada largamente por Bergogna, que como buen director
de orquesta que es, no está acostumbrado a quedarse cruzado de
brazos. Después de soportar varios rechazos, sintió que
la causa de la falta de propuestas para trabajar tenían que ver
con su ceguera y por esa razón, presentó, el 24 de agosto
pasado, un recurso de amparo por presunta discriminación en
el ejercicio de su arte y profesión por su condición de
no vidente contra el gobierno porteño y el Poder Ejecutivo
Nacional. Nunca había logrado asegurarse un puesto de trabajo y
solicitó que, en resguardo de sus condiciones de idoneidad,
se le garantice empleo digno permanente. El amparo destacaba que
el músico no pedía privilegios, sino ser tratado en
consonancia con sus antecedentes y cualidades musicales.
Sus días transcurren entre sus partituras y su piano, y apenas
sobrevive con los 300 pesos de una pensión y la ayuda de sus suegros.
Pero nunca se dio por vencido: Tuve que sufrir mucho para conseguir
lo que tengo y quiero que esto le sirva también a otras personas,
subrayó. Espero que éste sea el punto de partida para
dirigir más conciertos y óperas, se esperanzó
Bergogna.
El próximo paso en la justicia lo dará el 7 de junio, cuando
tenga una nueva audiencia de conciliación, en este caso con representantes
del gobierno Nacional. Pero ahora todo tomó otro color. Bergogna
es optimista, y está seguro del espíritu conciliador,
que existirá en esa instancia. La información que
tenemos es que la Procuraduría General de la Nación ya manifestó
su propósito de conciliar, por lo que confío en que también
allí llegaremos a un acuerdo, concluyó el músico.
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