Por Lola Galán
Desde
Roma
En Vía del Plebiscito,
donde tiene su cuartel general romano Silvio Berlusconi, los asesores
de prensa pasan la jornada viendo los informativos de la RAI. Una tarea
obligada para un partido en plena campaña electoral, pero que en
Forza Italia se ha convertido en una obsesión, lo mismo que la
lectura de la prensa nacional y extranjera. Los medios de comunicación
han asumido en las últimas semanas un protagonismo excepcional,
en parte por la anomalía que representa el propio Berlusconi, dueño
de un imperio mediático que le ha servido de trampolín para
triunfar en la política pero que, paradójicamente, se ha
convertido en su cruz.
Creo que es normal lo que ocurre, porque Silvio Berlusconi es una
persona particularmente expuesta en estas elecciones. No es un político,
es un hombre con una historia empresarial controvertida y era previsible
que llegaran estos ataques. La opinión es de Giuliano Ferrara,
periodista, ex portavoz de Berlusconi en el breve gobierno que presidió
en 1994 y un personaje atípico por su formación y su historia
personal, que ha recorrido todo el arco político. Ferrara considera
perfectamente lícito que la prensa extranjera hable mal de Berlusconi,
pero no cree que se deba convertir en cruzada ideológica.
En estos momentos, está en juego una cuestión fundamental:
el funcionamiento del sistema, es decir, garantizar la posibilidad de
alternancia al frente de las instituciones del Estado, añade.
Ferrara, director de Il Foglio, un diario de escasa difusión financiado
por la esposa de Berlusconi, Verónica Lario, cree que para entender
el éxito político de Il Cavaliere hay que retroceder a principios
de los 90, al estallido del escándalo de Tangentopoli, que
barrió del mapa a los partidos políticos tradicionales.
De ahí surge el fenómeno. Otros consideran,
en cambio, que lo que ha aupado al líder de la derecha ha sido
su imperio mediático.
Berlusconi era un tipo con negocios en la construcción cuando se
hizo en los 70 con Il Giornale, un diario de Milán fundado
por Indro Montanelli, una de las luminarias del periodismo italiano, salvándolo
de la quiebra. Como éste ha reconocido, hasta 1994, cuando Berlusconi
decidió entrar en política, nunca había pretendido
meter baza en el contenido del rotativo. Pero a partir de esa fecha las
cosas cambiaron radicalmente. Berlusconi reclamó a todo el equipo
el apoyo incondicional a su candidatura política, con el resultado
de que muchos periodistas abandonaron el diario, Montanelli el primero.
Il Giornale, en manos de su actual propietario, Paolo Berlusconi, hermano
del líder político, se ha convertido en un manifiesto de
la derecha. Un órgano propagandístico de la Casa de las
Libertades que somete a un durísimo marcaje a El Olivo. La posición
de las tres cadenas del Grupo Mediaset, el grupo de televisión
que controla Fininvest, el holding de la familia Berlusconi, es menos
militante. Los informativos de Italia1 y Canale5 siguen con interés
las andanzas de su propietario, y en esta campaña electoral le
han dedicado mucha más atención que a su adversario, Francesco
Rutelli. Pero sólo Retequattro (el tercer canal de Mediaset) rinde
pleitesía al Cavaliere.
La RAI, en tanto que ente público, favorece al gobierno de centroizquierda,
aunque los efectos de la lottizazione (el reparto entre los
partidos que han integrado las sucesivas coaliciones de gobierno en Italia)
dejan amplio espacio para que la derecha respire también. Más
que los informativos, el verdadero tormento de Berlusconi han sido los
programas de variedad política o de sátira al estilo italiano,
como Il raggio verde, de Michele Santoro, furioso antiberlusconiano o
Satirycon. Este último, presentado por el cómico Daniele
Luttazzi, proporcionó un disgusto a Berlusconi al invitar al periodista
Marco Travaglio, autor dellibro Lodore dei soldi (El olor del dinero).
Ante millones de espectadores resumió su contenido, donde se recogen
las investigaciones de inspectores del Banco de Italia que plantean interrogantes
sobre el origen de la fortuna de Berlusconi; se resucita el caso de un
mafioso que vivió un tiempo en su domicilio de Arcore (Milán)
ocupándose de la cuadra de caballos; y se da amplio espacio a las
denuncias de arrepentidos de la Mafia que han implicado a Il Cavaliere
en atentados sobre los que ha investigado, archivándolos, la magistratura
siciliana.
En cambio, Berlusconi ha encontrado un trato más favorable en Il
Sole 24 Ore, el diario económico más importante de Italia.
Dada la complejidad de la cúpula de Confindustria, patronal italiana
y propietaria de su editora, donde hay empresarios filo-olivistas como
el presidente del grupo Il Sole, Marco Tronchetti Provera, dueño
de la Pirelli, y proberlusconianos, la cabecera se mantiene imparcial,
salvo cuando hay que defender los intereses del capitalismo italiano.
Il Sole ha vapuleado al Gobierno de El Olivo en la precampaña electoral,
publicando un devastador informe que demostraba la mayor presión
que sufren los italianos en comparación con alemanes, franceses
o británicos. Un verdadero caballo de batalla de la campaña
de Berlusconi. Pero ha mantenido también posiciones críticas
sobre el excesivo populismo fiscal de Il Cavaliere y ha dado amplio espacio
a las reformas de El Olivo en la Administración pública.
También el Corriere della Sera, el líder de ventas con algo
más de 600.000 ejemplares de tirada media, se esfuerza por mantener
el centro. Es la joya de la corona de otro gran patrón, Cesare
Romiti, ex presidente de la Fiat, cargo que abandonó al jubilarse
en 1998, pasando inmediatamente a la presidencia (que acaba de renovar)
de RCS-Rizzoli ediciones. Esta inició hace años una expansión
internacional, formando una empresa conjunta con el International Herald
Tribune para editar el Italy Daily, un diario en inglés sobre la
actualidad italiana, y ha llegado a un acuerdo con el Grupo Recoletos
(controlado en un 75 por ciento por el grupo británico Pearson)
para desarrollar nuevos proyectos en español y en portugués
con Unedisa, editora de El Mundo, donde Rizzoli controla más del
45 por ciento del capital.
Claramente pro-Olivo es el grupo Repubblica-LEspresso, donde tiene
una participación mayoritaria el industrial Carlo de Benedetti,
antiguo patrón de la Olivetti y encarnizado adversario de Berlusconi,
con el que ha mantenido varias disputas judiciales no resueltas. La Repubblica
es, en estos momentos, uno de sus diarios enemigos y se prepara para una
oposición dura si se cumplen los vaticinios triunfales de Il
Cavaliere.
Menos implicado en la batalla electoral se ha mantenido La Stampa, de
Turín, de la familia Agnelli, pese a la poca simpatía que
LAvvocato, Giovanni Agnelli, parece sentir por Berlusconi.
Por eso sorprendió su reciente diatriba contra los ataques de la
prensa extranjera, en aras de un patriotismo que a muchos les ha sonado
a palmada amistosa en la espalda del Cavaliere.
Garzón vota
en el País Vasco
Desde que cayó la dictadura franquista en España,
y desde que las regiones recuperaron una autonomía hace 20
años, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) gana indefectiblemente
en el País Vasco las elecciones para lehendakari,
el ejecutivo de la nación. Juan Ibarretxe (foto) se postula
para una reelección que, tal vez como nunca, será
un referéndum sobre la violencia de la organización
armada independentista vasca ETA. Ayer la organización juvenil
vasca Haika, considerada por las fuerzas de seguridad
españolas como cantera de terroristas de ETA,
fue ilegalizada por orden del juez de la Audiencia Nacional de Madrid
Baltasar Garzón. La decisión fue aplaudida por el
gobernante Partido Popular (PP), pero criticada por los nacionalistas
vascos que buscan distanciarse de ETA tanto como del centralismo
de Madrid. La ilegalización supone que Haika
no puede convocar manifestaciones o conferencias de prensa ni utilizar
locales con su nombre, como tampoco hacer operaciones bancarias.
La declaración de ilegalidad fue especialmente censurada
por Euskal Herritarrok (EH), el partido considerado brazo político
de ETA.
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LA
BARONESA DEFIENDE AL CAVALIERE
Un amor con la Thatcher
Por L.G. *
Desde
Roma
Los ataques de la prensa internacional
al líder de la centroderecha italiana Silvio Berlusconi no cesan,
pero ayer el magnate de la televisión privada recibió el
espaldarazo inesperado de la ex primera ministra tory y hoy
baronesa, Margaret Thatcher. La Dama de Hierro envió
un artículo a varios diarios italianos en el que denuncia la
ferocidad de la campaña de los medios de comunicación
europeos contra Berlusconi.
En más de 40 años de carrera política no había
asistido jamás a una campaña por parte de los medios de
comunicación a escala europea tan feroz. Thatcher considera
oportuno intervenir contra este linchamiento personal porque
han sido los medios británicos los que lo han iniciado
y porque la respuesta de las urnas en Italia tendrá una enorme
importancia en el plano internacional. La baronesa se dice convencida
de que la campaña contra el líder de la derecha
italiana forma parte de una amplia estrategia que va contra
la propia democracia nacional y debe ser derrotada.
En cuanto a las acusaciones que se le hacen a Berlusconi, la Thatcher
añade: Creo que una persona, aunque sea un empresario de
éxito, debe ser considerado inocente hasta que no se demuestre
su culpabilidad. La Dama de Hierro aprovecha para criticar
duramente a la izquierda, asegurando que limita la libertad de las personas,
y a la tercera vía sin aludir al primer ministro laborista,
Tony Blair, que es uno de sus principales abanderados. La Thatcher defendió
ardientemente a Pinochet cuando fue detenido por la policía británica,
atendiendo a una petición de extradición del juez español
Baltasar Garzón.
En las últimas semanas, Berlusconi ha sido objeto de una gran ofensiva
de la prensa europea, particularmente británica. El principal atacante
fue el semanario The Economist, que publicó contra él no
sólo un editorial sino un dossier de cuatro páginas titulado
"Porqué Berlusconi es inapto para gobernar Italia" (título
que apareció en la portada de la revista), donde se detallan los
múltiples casos de corrupción en que el magnate massmediático
se hallaría involucrado.
* De El País de Madrid, especial para Página/12.
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