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EL NACIONALISMO CERCA DE PERDER POR PRIMERA VEZ DESDE 1978
Un explosivo final de campaña vasca

Ayer terminó la campaña electoral vasca para los comicios de mañana en medio de la confusión: la ocultación del voto es tal que nadie arriesga un pronóstico. La ETA puso una bomba en una sucursal bancaria en una zona céntrica de Madrid, dejando siete heridos.

La escena en la calle Goya, en Madrid, donde explotó un coche bomba en la medianoche de ayer.

Por Soledad Gallego-Díaz *

Confusión es, probablemente, la palabra que mejor define la campaña electoral vasca que terminó ayer. En primer lugar, porque una lectura atenta de la totalidad de los sondeos publicados demuestra que las estimaciones electorales para el día 13 se han realizado teniendo casi más en cuenta los resultados y los sondeos anteriores que los datos obtenidos en estos días. Los técnicos afirman que la ocultación de voto ha sido tan grande, e incluso ha habido un rechazo tan enorme a la hora de lograr la muestra estadística necesaria, que nadie confía en conocer siquiera las tendencias reales de voto. La inquietud está todavía más justificada si se tiene en cuenta que en el País Vasco algunos escaños se suelen adjudicar por diferencias de menos de 100 votos y que lo único seguro es que va a haber una participación extraordinaria. En este contexto, la organización separatista vasca ETA volvió a decir presente: hizo explotar un coche bomba frente a una sucursal del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) en Madrid. Hubo siete heridos, pero ninguno corre peligro.
“Pudo haber sido una auténtica masacre”, dijo ayer el ministro del Interior, Mariano Rajoy. Es que la explosión fue en el barrio Salamanca, cerca de la Plaza de Colón, una zona llena de bares y en el momento de la explosión (casi medianoche) muy concurrida. La bomba estaba alojada en un Renault Clio con matrícula falsa y fue un llamado de alguien, en nombre de ETA, quien avisó que iba a explotar. El domingo pasado, ETA asesinó de varios tiros al presidente del oficialista Partido Popular (PP) en Aragón, Manuel Giménez Abad.
En el País Vasco, las elecciones del día 13 son percibidas por los electores como unos comicios especialmente importantes, pero la verdad es que no se puede decir lo mismo de la campaña de 15 días que las ha precedido. Es posible que lo único realmente importante para lo que hayan servido haya sido para convencer al máximo número posible de electores de que debía acudir a las urnas para expresar, sin temor y con garantías, su opinión sobre el rumbo político que debe seguir el País Vasco en el futuro y sobre lo que ha venido ocurriendo en los últimos tiempos.
Los intentos de movilización han corrido básicamente por cuenta del PP y del PSE y, también, de la plataforma cívica anti-ETA “¡Basta Ya!”, que el jueves mismo pidió a los ayuntamientos que leyeran un manifiesto animando a la participación: “Ahora no se trata sólo de cambiar o confirmar a nuestros representantes, ni de promocionar a este o aquel partido político, sino de establecer firmemente las instituciones democráticas capaces de erradicar la brutalidad criminal”.
La campaña del PP y de su candidato, Jaime Mayor Oreja, se ha basado en una imagen de firmeza en defensa del Estatuto y de las instituciones. Nicolás Redondo, y los dirigentes socialistas llegados de Madrid, han intentado, por su parte, combinar esa misma línea de defensa democrática con una imagen de intermediación y mano tendida al nacionalismo moderado.
El principal objetivo del PSE no ha sido, sin embargo, explicar su línea política, bastante conocida en el País Vasco, sino lograr la movilización de los electores socialistas que hasta ahora se han mostrado mucho más interesados en la oposición derecha-izquierda que en la confrontación nacionalismo-no nacionalismo. Del éxito de esta operación puede depender un puñado pequeño, pero casi decisivo, de escaños. Por eso, los últimos esfuerzos se realizan en Vizcaya, en las áreas de socialismo más antiguo y tradicional.
La campaña del PNV (Partido Nacionalista Vasco), por su parte, arrancó aprovechando la extraordinaria irritación que provocó en muchos ciudadanos la zafia parcialidad de los medios de comunicación controlados por el gobierno de Aznar y los intentos de equiparar nacionalismo vasco y terrorismo. Los sucesivos mensajes del candidato Juan José Ibarretxe y delpresidente del partido, Xabier Arzalluz, sobre la posibilidad de aceptar o no los votos de EH (Euskal Herritarrok, brazo político de ETA) en una eventual sesión de investidura, distrajeron sin embargo durante algunos días ese foco e introdujeron confusión (intencionada o no) en el mensaje nacionalista.
La coalición del PNV con EA (Eusko Alkartasuna, partido escindido del anterior) ha hecho que en esta campaña la formación de Garaicoetxea haya prácticamente desaparecido, lo que es un espejismo, porque volverá a reaparecer el 13, a la noche, cuando haya que comprobar qué partido ha obtenido individualmente más escaños y el PNV se vea obligado a descontar los que proceden de su aliado. Los escaños de Eusko Alkartasuna volverán también a adquirir importancia si el PNV intenta negociar con los socialistas, una opción a la que EA se opone radicalmente.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

 


 

JON URIARTE, VASCO ARGENTINO
“Quieren acabar con la etnia vasca”

Página/12 dialogó con un representante de la comunidad vasca en Argentina. Se trata del presidente del Centro Vasco Laurak Bat, Jon Uriarte, vasco de nacimiento, quien adhiere a la línea ideológica independentista del partido que detenta el poder en el País Vasco, el Partido Nacionalista Vasco (PNV). El PNV llegó al poder con el apoyo del brazo político de la ETA y hoy es minoría electoral en el parlamento.
–¿Cómo vive las elecciones en plena campaña de la ETA?
–Estamos muy preocupados los vascos de aquí, Argentina, sentimos que hay una campaña desde el gobierno central de Madrid muy tensa y fuerte tendiente a acabar con el pueblo vasco como minoría étnica. Existe un ataque a la cultura vasca, a la educación en lengua euskera –que genera vascos– y a los medios de comunicación vascos: el 95 por ciento son de ámbito estatal, españoles, mientras los vascos tenemos un canal de TV y una radio. El gobierno de Aznar quiere hacer desaparecer nuestra prensa porque se opone a su pensamiento único. Solo si logran eliminarlos hablarán de libertad de prensa: porque la prensa será toda española. Un tercer ataque es al entramado industrial vasco, éste es un capitalismo vasco popular que hemos logrado durante 20 años y que es modelo en el mundo. Faltaría que atacaran a los apellidos vascos que forman identidad, a semejanza de como hizo Franco al prohibir los nombres vascos. Sentimos que hay un genocidio cultural de un pequeñito pueblo de dos millones de habitantes que quiere seguir estando y siendo, que no está dispuesto a entregar su cultura frente a otra.
–¿Qué opina de la gestión de Ibarretxe, de los reclamos de que no ha podido combatir la violencia de la ETA?
–El programa del Partido Nacionalista Vasco tiene un manifiesto excelente para combatir la violencia en Euskadi, para llevar a cabo sus medidas jurídicas, pero nos encontramos con que en Madrid tenemos un gobierno fascista; los franquistas del año 76 ahora tienen 55 años y están en el poder; tienen el dinero y los mismos conceptos de su dictador. Quieren hacer con el pueblo vasco lo que Franco intentó y fracasó. Precisamente, el político de mayor imagen en el País Vasco es Ibarretxe y el peor es Jaime Mayor Oreja; en España se da el caso inverso. Mayor Oreja tiene esa hermosa imagen en España y la ha ganado disimulando su fracaso como ministro del Interior; porque ETA ataca en Sevilla, Zaragoza, Madrid, Barcelona, ciudades que son responsabilidad de Mayor Oreja.
–Los sondeos para las elecciones del domingo señalan una ventaja de la coalición del Partido Popular (PP) y el Socialismo (PSE), a raíz de los últimos episodios violentos, ¿qué puede decir al respecto?
–Primero que el PP y el PSE son el agua y el aceite, parece absurdo que dos que fueron enemigos en la Guerra Civil ahora hagan alianza; segundo, juntos no llegan a la mayoría del mismo modo que el PNV tampoco lo hace por sí solo. Una vez más, volvemos a la situación en que el Euskal Herritarrok, brazo político de la ETA, dictará quién es el próximo lehendakari. Y seguro va a votar a Ibarretxe, y EH se va a reír de nosotros por habernos visto forzados a anticipar las elecciones.
–¿Esto indica que el PNV necesariamente tiene que pactar con el brazo político de la ETA?
–En un momento se pactó en favor de la paz y volveremos a pactar si es necesario, y consideramos fundamental poder dialogar; ninguna fuerza del mundo se ha acabado por la represión solamente. Desde luego, el PP no quiere dialogar y al que se rebela lo llaman “traidor”. Creemos que la única solución es el diálogo. Nosotros, los moderados, los del PNV, partido fundador, a nosotros no nos vengan a hablar de democracia, que somos los que creamos el germen de la democracia cristiana europea. En las últimas elecciones, el porcentaje de votos de ETA fue del 17 por ciento. Y si nosotros algún día en el pueblo vasco aplicáramos las leyes electorales de España, las relaciones de fuerza serían diametralmente opuestas ,dentro del País Vasco elige nuestro lehendakari un 11 por ciento de españoles, pero ningún francés o italiano puede votar en España, en cambio en el País Vasco sí, porque somos tierras conquistadas.

Entrevista: Mercedes López San Miguel

 


 

SANCHEZ NAVEROS, DEL PPV LOCAL
“No se puede
dialogar con asesinos”

“La ETA y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) se ilustran en una frase: unos sacuden el árbol y otros recogen las nueces; nunca el PNV estuvo más allá de la ETA”, afirmó contundente el presidente del Partido Popular (PP) en Argentina, José Manuel Sánchez Naveros en entrevista exclusiva con Página/12 a horas de la definición de los comicios en el País Vasco.
–¿Cómo vive que por primera vez el Partido Popular esté más cerca de ganar las elecciones en el País Vasco?
–Con la serenidad de saber que el domingo va a primar la cordura en el País Vasco y vamos a volver a tener una democracia donde se pueda tener tranquilidad y se respete la vida. Es indudable, como lo dicen las encuestas, que Euskal Herritarrok va a apoyar en el pleno al PNV, y la consecuencia va a ser que muchos de los indecisos opten por votar por el Partido Socialista (PSOE) o el PP en favor de la paz en el país.
–¿Qué significó la ilegalización del Haika a pedido del juez Garzón y el rechazo de la medida por parte del PNV, que la ve como una treta política?
–El juez Garzón ha descubierto una verdad que todos sabíamos: lo que antes se llamó el Jarrai ahora se llama el Haika; es una cantera de terroristas. No podemos continuar con el terrorismo de la ETA, porque si ellos tienen sus razones, en una democracia las razones se defienden con el diálogo, no matando.
–¿Y el gobierno por qué no pide dialogar con la ETA?
–El Partido Popular dice algo muy concreto, que no se puede dialogar con asesinos. El gobierno de Aznar se está jugando una carta importantísima con su ministro de Interior de candidato, el democrático Jaime Mayor Oreja. Este es un mediador nato, pacífico, muy razonable. Creo que si a él le fuera necesario el uso de la fuerza, la utilizaría lo mínimo, en situaciones de defensa. Lo que no se puede concebir más es la inseguridad total que se vive actualmente. Ya no es sólo en el País Vasco, acabamos de ver lo que sucedió con Manuel Abad el domingo pasado, un presidente del PP en Aragón que iba con su hijo al fútbol y de repente en la calle lo matan...
–Para los nacionalistas, el gobierno de Aznar intenta acabar con la cultura vasca, con su prensa, su lengua e industria. ¿Qué puede decir al respecto?
–Habría que discriminar entre nacionalistas e independentistas. Los buenos nacionalistas vascos entienden que el País Vasco forma parte de España, donde por su sistema de autonomía goza de una libertad fuera de serie, más que en ninguna otra autonomía de Europa en su conjunto. El idioma vasco es indiscutiblemente español. No estamos de acuerdo con el nacionalismo a ultranza como tampoco la modalidad de Franco de acabar con la cultura vasca. Precisamente España consiste en un mosaico de nacionalidades que permite que cada una tenga su forma de ser. No es verdad que se limite la libertad de prensa, los vascos tienen los medios en base a sus posibilidades. En cuanto a la industria, si te fijas en el PBI del País Vasco y su enorme crecimiento eso te lleva a darte cuenta que se le permite desarrollarse desde el gobierno.
–Los nacionalistas dicen que el Partido Popular y el Partido Socialista, proclives a aliarse en función de ganar mayoría, son como mezclar el agua con el aceite.
–Tenemos bases conceptuales distintas sin lugar a dudas, pero los partidos trabajan en y para la democracia, sabemos unirnos en su defensa. Hasta ahora todo indica que las fuerzas democráticas se van a unir, pero no son el agua y el aceite, porque España está bien con el aporte de ambas. Sabemos que hay muchos pueblos gobernados por el PSOE y bien.
–Parecería que el brazo político de la ETA, el Euskal Herritarrok, apoyaría al PNV y así ganarían la reelección de Juan José Ibarretxe, ¿qué puede decir?
–Habría que ver si se obtendría la mayoría con su apoyo. Yo los resumiría en una frase muy simple: “que unos sacuden el árbol y otros recogen las nueces”, lo que demuestra que nunca el PNV estuvo más allá de la ETA. La gestión de Ibarretxe nos ha llevado a estos problemas, no ha cumplido el papel de líder al que se votó.

Entrevista: M.L.S.M.

 

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