Por
Juan José Panno
Después de perder con Boca, River hizo tres goles en todos los
partidos del Clausura. A saber: 3 a 2 con Argentinos; 3 a 2 con Unión;
3 a 3 con Gimnasia; 3 a 2 con Newells y 3 a 0 con Racing. Ayer,
Racing le dio una buena mano para que pudiera cumplir con la cuota en
cuestión. Eso sí, Racing estuvo muy lejos de la media de
2 goles que le suelen hacer a River, porque estuvo siempre lejos, muy
lejos del arco de Costanzo.
Ayer, como en casi todos los partidos mencionados, River no jugó
bien, pero esta vez, al menos, ganó claramente, merecidamente y
hasta se dio el lujo de florearse un poquito al final, cuando la chapa
ya estaba puesta y los autores de los goles Cardetti, Coudet y Ortega
ya se habían ido a los vestuarios.
Las circunstancias en las que se produjeron los tres goles pueden explicar
muy bien el partido.
UNO.
River dominaba un poco más la pelota, pero llegaba poco. Hasta
el momento del gol, que fue a los 33m del primer tiempo, sólo había
tenido una situación favorable: falla de Sessa en un centro; remate
de Cuevas, tapada de Sessa, centro-shot de Ortega y atajada del arquero.
El partido era horrible. Racing no encontraba ningún camino lógico
para acercarse hasta el arco de River y tiraba absurdos pelotazos o le
dejaba al pibe Milito la responsabilidad de gambetear de a cinco cosa
que, obviamente, no le salía. Sin Saviola, con Cuevas en bajo nivel,
con Zapata en el subsuelo de sus posibilidades, la esperanza de River
estaba puesta en que Ortega y Coudet, que jugaban bastante bien, inventaran
algo para que Cardetti concretara.
En el gol, Ortega y Hernán Díaz se llevaron una pelota sobre
un lateral, Ortega cambió para Astrada y el centro de Astrada le
cayó a Cardetti que entraba por la izquierda y cabeceó fenómeno
abajo al primer palo, el derecho de Sessa. Hasta ahí, Racing había
tenido una jugada a favor, una pelota que picó envenenada y que
Canobbio, mano a mano con Costanzo, no pudo dominar. Poco y nada.
DOS. En el arranque del segundo tiempo se empezaba a sospechar
que Racing iba a mejorar su producción y que River se iba a meter
más atrás para disfrazar de equipo que contraataca la realidad
de equipo que arruga. Pero no hubo mucho margen para verificarlo. A los
3m del segundo tiempo Astrada se sacó de encima la pelota, Zanetti
la rechazó torpemente, Cuevas se la dio a Coudet y el volante le
pegó al arco. Zanetti llegó justo para tapar el disparo
y puso la pierna, pero la suerte que es grela le jugó en contra
y la pelota fue a caer dentro del arco, por detrás de Sessa. Fue
parecido al gol que Batistuta le hizo a Australia, en ese mismo arco,
en el repechaje clasificatorio para el Mundial del 94. El gol de
Coudet/Zanetti dio la posibilidad de que el partido pasara a la clasificación
de liquidado.
¿Qué podía hacer Racing con sus balas de fogueo frente
a un rival que ya le había tocado las zonas vitales?
TRES. Ortega había sido el hombre clave de la antesala.
Gallego lo esperó hasta último momento porque sabía
que con su ausencia, sumada a la de Saviola, la cosa se ponía chiva.
Los enemigos del técnico esperaban una lesión de Ortega
para caerle encima y reprocharle que no le dio tiempo de recuperación;
los amigos celebraron que el Burrito jugó un buen partido, que
mostró mucha movilidad, que fue el mejor del equipo y que redondeó
su actuación con un golazo. La llevaron Astrada y Coudet por el
medio y éste ultimo lo vio entrar a Ortega por la izquierda y se
la dejó servida. Unos minutos antes, en una jugada parecida, Zapata
había hecho un mamarracho. Ortega, en cambio, dibujó el
golazo con un toque de derecha, en chanfle, por sobre la cabeza del apurado
Sessa que le dejó el huequito para el lucimiento.
River, en definitiva, pegó en los momentos justos para inclinar
la balanza, liquidar el partido y ponerle el moñito. Racing contribuyó
con lafragilidad de su defensa, la lentitud de su medio campo y la inoperancia
de su ataque. No se le puede reprochar falta de ayuda, por cierto.
Gallego
es hincha de Boca
Con
la mente puesta en las últimas cuatro fechas del campeonato,
donde Boca tendrá que visitar a San Lorenzo, el técnico
de River, Américo Gallego, destacó ayer que los
de Boca son profesionales y tienen que ganar siempre. Recordó
que hace un tiempo Boca iba primero y River empató (2-2) en
La Plata con Gimnasia, que también peleaba el título.
Los profesionales siempre juegan a muerte, dijo.
En relación con las posibilidades que tiene River en este torneo,
Gallego señaló que el equipo tiene que estar concentrado
y compenetrado, como lo estuvo hoy (ayer) con Racing. Por el
otro lado, el conductor de Racing, Reinaldo Merlo, indicó después
de la derrota que se perdió ante un gran equipo. Pero
nosotros estamos bien y tenemos que trabajar para evitar la Promoción.
Sobre el recibimiento de la gente de River, el entrenador dijo: Fue
muy emotivo, la verdad es que era algo que no me lo esperaba.
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CONJUGANDO
EL FUTURO MILLONARIO
Almeyda
pega la vuelta
Por
Adrián De Benedictis
Como sucede cada vez que está por finalizar un torneo, las versiones
sobre jugadores que podrían
incorporarse y otros que se alejarían, comenzaron a escucharse
en la intimidad de River. Y una de las mayores novedades sería
el regreso de Matías Almeyda, que se desempeña en el Parma
de Italia. Como la intención del volante es volver al país
después de permanecer varios años en Europa, la operación
depende del arreglo entre los clubes. El punto fundamental es el dinero
que recibirá el futbolista. En ese sentido, el contrato sería
abonado por las dos instituciones, como ocurre en el caso de Ariel Ortega.
El Parma le pagaría entre 800 mil y un millón de dólares
y River estaría en condiciones de remunerarle un poco más
de 700 mil dólares.
Pero el posible arribo de Almeyda también está ligado a
las elecciones presidenciales que se desarrollarán en diciembre
próximo. El primero que anunció la intención de contar
con el jugador fue uno de los candidatos por la oposición, Hugo
Santilli. Por ello, el oficialismo buscaría dar un golpe de efecto
entre los hinchas, con el objetivo de salir victoriosos a fin de año.
Algo similar pasó en febrero pasado, cuando la continuidad del
técnico Américo Gallego no estaba confirmada y algunos directivos
le
ofrecieron el cargo a Ramón Díaz, otra de las cartas fuertes
que tiene Santilli.
Uno de los jugadores que continuaría su carrera en España
es el talentoso Javier Saviola. Si bien en las últimas horas apareció
el Real Madrid con intenciones de incorporarlo, el juvenil preferiría
integrar el plantel del Barcelona. La entidad catalana ya estuvo cerca
de comprarlo el año pasado en 22 millones de dólares, pero
la operación no se concretó. En este caso, para poder contar
con Saviola, el Barcelona le compraría a Estudiantes a Luciano
Galletti y se lo cedería a River. En esta transferencia participaría
el empresario Gustavo Mascardi, que maneja los intereses de Galletti.
Como esta semana llegará el directivo del Barcelona Francesc Closa,
para cerrar la trasferencia de Juan Riquelme, luego se reuniría
con los dirigentes del club de Núñez.
Al mismo tiempo, la continuidad de Roberto Bonano es cada vez más
complicada. El representante del arquero, Roberto Rodríguez, todavía
no se contactó con los dirigentes de River y estaría especulando
para que el jugador quede en libertad de acción a fines del mes
que viene. Por su parte, el volante Víctor Zapata podría
convertirse en compañero de Leonel Gancedo en el Osasuna español.
La ida de Zapata depende de que el equipo mantenga la categoría
en aquel país. Como uno de los puestos que pretende reforzar el
entrenador es el sector izquierdo de la defensa, el defensor de Vélez
Federico Domínguez tiene posibilidades de vestir la camiseta de
River para el próximo Apertura.
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