Después
de aprovechar la única ocasión que se le presentó
a lo largo de la carrera para acceder a la primera posición, el
tandilense Fabián Acuña logró en Río Cuarto
su primera victoria de la temporada y de ese modo se sumó a la
lista de los que pelean por el campeonato.
Una de las pocas cosas que se sabían antes de comenzar la carrera
era que, dadas las características del circuito, escalar en la
fila india iba a resultar sumamente difícil y, por error propio
o desacierto ajeno, se produjeron varias modificaciones en la fila india,
incluyendo la de la primera posición.
Hasta la séptima vuelta el contundente andar del Chevrolet de José
Ciantini marcaba el ritmo. Poco era lo que hasta entonces podía
hacer Fabián Acuña, quien quizá poseía el
segundo mejor auto de los presentados hoy, para modificar esa situación.
Sin embargo, algo que parecía inalterable se alteró. Tras
dejar la curva de la tranquera, previo al ingreso de uno de los curvones,
el auto de Ciantini agarró una mancha de aceite (dejada por el
auto de Fabián Hermoso), hizo un dibujo raro y fue superado por
tres autos. Agarré el aceite y se me movió el auto.
Tuve que bloquear para no irme afuera, confesó Ciantini.
Ahí se definió la carrera. Acuña demostró
que tenía auto para ganar y a pesar de que no puso grandes distancias
en relación con sus inmediatos perseguidores, supo manejar la situación.
Además lo ayudó el hecho de que fuera el Gurí Martínez,
con un auto pesado y preocupado por hacer su propio negocio, quien ocupara
la segunda posición.
El Gurí fue el hacedor del gran negocio de la jornada, porque con
un auto extremadamente pesado, accedió, tras la mala maniobra de
Ciantini, a la segunda posición, y la defendió a capa y
espada.
Mantenerla le costó bastante trabajo, porque tuvo que lidiar con
el empuje de José Luis Di Palma durante varias vueltas, hasta que
el arrecifeño arriesgó más de lo necesario y se fue
afuera de la pista. Pero al final se fue con los puntos y se afianzó
en la primera posición del campeonato.
Estoy muy satisfecho con el resultado. Tuve que manejar mucho y
no cometer errores. El hecho de venir con un auto cargado y salir ileso
de todo es meritorio, apuntó el entrerriano.
El último gran golpe de la carrera se produjo en la penúltima
vuelta, con una carambola en la que se vieron involucrados tres autos
y que tuvo un único ganador, Guillermo Ortelli.
La maniobra se produjo en la zona de frenaje antes de tomar una curva;
el auto de Ortelli golpeó al de Ciantini y Ernesto Bessone, que
venía detrás de ambos, recibió un último golpe
que lo dejó fuera de carrera. Frené detrás
del auto del Bocha (Ciantini) y Tito (Bessone), que se acercaba mucho
en las frenadas, me golpeó de atrás. Entonces no me quedó
otra que apoyarme en el auto de Ciantini. Yo creo que no hubo intención
de nadie, manifestó Ortelli. Sin embargo, Ciantini se quejó
abiertamente: Me golpeó alevosamente, dos veces.
Bessone, el tercer involucrado en la historia, se limitó a señalar
que así son las carreras. Ortelli se clavó encima
de los frenos y yo lo tuve que golpear. Lo que no sé es por qué
frenó tan abruptamente, ni en qué parte me pegaron a mí.
Muchas preguntas, ninguna respuesta clara, pero un solo resultado: Ortelli
se quedó con el tercer escalón del podio.
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