Fueron
pasando los días. Y su detención, silenciosamente, fue quedando
en un segundo plano. La investigación judicial siguió su
trámite, comenzaron a nombrarse otros apellidos tan paradigmáticos
del menemismo como el suyo y continuaron las indagatorias ordenadas
por el juez federal Jorge Urso. Al ex asesor y cuñado presidencial
Emir Yoma, entonces, no le quedó más remedio que acostumbrarse
a estar sin teléfonos en el destacamento de Gendarmería
de Campo de Mayo, donde cumple prisión preventiva por el cargo
de organizador de la supuesta asociación ilícita
que traficó armas a Croacia y Ecuador. Hoy a las 9.30, cuando declare
ante los jueces de la sala II de la Cámara Federal porteña,
Yoma intentará que su suerte comience a cambiar.
Después de 37 días en prisión, el empresario detenido
se presentará hoy ante los camaristas Martín Irurzun, Horacio
Cattani y Eduardo Luraschi, quienes deben resolver si confirman su procesamiento
y lo mantienen encarcelado hasta el juicio oral, o revocan el fallo de
Urso dejándolo en libertad. La entrevista con los jueces había
sido solicitada hace unos días por el abogado Mariano Cúneo
Libarona. Aunque este beneficio no está previsto por el sistema
procesal penal, los jueces suelen otorgarlo cuando es pedido por un imputado
privado de su libertad.
Ante los magistrados, Yoma cuestionará la legitimidad de las pruebas
que tuvo en cuenta el juez de primera instancia para fundamentar su fallo.
Las más importantes son la confesión del arrepentido ex
interventor de Fabricaciones Militares, Luis Sarlenga, y el testimonio
de Lourdes Di Natale. En el primer caso, el ex asesor de Carlos Menem
argumentará que la declaración no puede ser valorada porque
tuvo como objetivo mejorar la situación procesal del quien la realizó.
En el caso de Di Natale, la estrategia será relativizar sus dichos
por un entredicho personal previo. La misma estrategia seguirá
mañana Cúneo Libarona, cuando presente ante el mismo estrado
la apelación a favor de su defendido. Hasta entonces, el defensor
de Yoma y su socio, Julio Coco Ballestero, se preocupará
por ponerse al día con el expediente, que hasta el viernes pasado
estaba regido por el secreto de sumario. Mientras tanto, el juez del caso
está analizando la posibilidad de citar como testigos a la ex esposa
de Menem, Zulema Yoma, y al ex coronel carapintada Mohamed Alí
Seineldín, quien el viernes declaró que en la cárcel
donde está recluido recibió anónimos de militares
denunciando el desvío de armas a Croacia y Ecuador. Además,
aseguró que el ex embajador James Cheek viajó al país
por pedido de Menem, para mover sus influencias.
Otro posible testigo que podría ser citado esta semana es el ex
titular de la SIDE, Hugo Anzorreguy. Urso lo convocaría en estos
días para que informe si durante su gestión el organismo
de inteligencia tuvo información sobre el tráfico de ilegal
de armas. Entretanto, el único detenido del caso continuará
su reclusión en Campo de Mayo, aunque ahora sin sus tres teléfonos
celulares, uno de ellos satelital como el que usó Alfredo
Yabrán horas antes de su suicidio, que fueron secuestrados
por expresa indicación del juez y del fiscal, Carlos Stornelli.
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