En
otros tiempos, el panorama que muestra la Ruta 3 a la altura del kilómetro
22, en Isidro Casanova, partido de La Matanza, podría haber causado
sorpresa. Hoy ya no. Más de doscientas carpas se levantan sobre
el asfalto. En ellas duermen los más de 3000 desocupados que mantienen
bloqueado el camino desde hace una semana. Son hombres, mujeres y niños.
Reclaman que el Gobierno cumpla con el acta acuerdo firmada
el 4 de noviembre pasado que permitió poner fin a un corte de ruta
anterior. Ese compromiso preveía el pago de un importante número
de planes de empleo 8400 según los manifestantes de
los cuales el Ejecutivo actualmente está pagando mucho menos de
la mitad. Ayer, por decisión de una asamblea, decidieron continuar
con la medida de fuerza hasta que la administración de Fernando
de la Rúa cumpla estrictamente el convenio.
La mayoría está organizada en la Federación de Tierra
y Vivienda (FTV) de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y en la
Corriente Clasista y Combativa (CCC). Hace una semana, cuando comenzó
la protesta, había muchas menos carpas y ollas populares. Con el
paso de los días, se fueron sumando más personas, muchos
provenientes de otros barrios del conurbano, otros llegados para expresar
su solidaridad. Así, por ejemplo, se instalaron desocupados de
Francisco Solano, Avellaneda y Merlo, jóvenes de H.I.J.O.S. de
la Zona Oeste, y hasta el legislador porteño Abel Latendorf (socialista
auténtico), quien durmió en la ruta y permanecerá
en el piquete hasta que haya una respuesta del Gobierno. Delegados de
organizaciones extranjeras, como el Movimiento de los Sin Tierra y la
Federación Uruguaya de Cooperativas de Viviendas, se integrarán
hoy a la medida.
Uno de los líderes del corte de ruta, el concejal Luis DElía,
señaló ayer que el Gobierno miente cuando dice
que los reclamos son exagerados y detalló que lo único
que se pide es lo que prometía en el convenio. En ese acuerdo
firmado en noviembre a través del negociador oficial del
último corte de ruta, el radical Marcelo Stubrin, el Gobierno
prometió enviar medicamentos y zapatillas, pagar becas para estudiantes
y planes de empleo, al estilo del Plan de Emergencia Laboral. Los participantes
del piquete exigen el cumplimiento de esos puntos. Mientras tanto, el
Gobierno parece desentenderse de lo que sucede en La Matanza, como si
confiara en que el paso del tiempo diluirá lentamente la fuerza
de la protesta.
Pero los piqueteros creen que el conflicto va a profundizarse y están
seguros de que los participantes, entre los que hay muchas familias, no
se desanimarán fácilmente. La gente que está
vive todos los días con grandes dificultades. Acá también
hay dificultades, como el frío, pero hay también una gran
unidad y un gran compañerismo, comentó ayer a Página/12
Víctor De Gennaro de la CTA. Mañana, los legisladores nacionales
del Frente Para el Cambio Alicia Castro, Gustavo Cardesa, Ramón
Torres Molina y Alfredo Villalba darán una conferencia de prensa
en el Congreso en apoyo a las demandas de los piqueteros de la provincia
y del país.
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