Por
Raúl Kollmann
La
misión del FBI que se queda en la Argentina por 30 días,
y que se concentra en la investigación
del atentado contra la AMIA, no va a visitar la SIDE. Eso es parte de
la ruptura de relaciones de los norteamericanos con la SIDE y todo el
trabajo conjunto se va a hacer con la Unidad Antiterrorista de la Policía
Federal. La revelación fue hecha a Página/12 por un
integrante del grupo de investigadores del caso AMIA y dio cuenta, además,
de un dato alarmante: el choque entre la SIDE y la CIA puede afectar en
forma grave la seguridad. Usted se imagina, cuando los norteamericanos
detectan a alguien peligroso llegando a la frontera Argentina, avisan.
Pero otras veces ha sido la SIDE la que detectó y entonces obviamente
les preguntaron a los norteamericanos de quién se trataba, qué
antecedentes tenía, en qué grupo militaban sus familiares.
Para la SIDE, en materia de prevención esto es estar casi a ciegas,
completó la fuente. Entre los investigadores del caso AMIA existe
la convicción de que los expertos del FBI darán una especie
de visto bueno a lo hecho hasta ahora, lo cual les otorgará un
respaldo de cara el juicio oral. En paralelo, un alta fuente de la SIDE
le reveló a Página/12 que existe un sumario interno en el
que se investiga el comportamiento de los agentes de inteligencia en el
caso AMIA (ver aparte).
El enfrentamiento entre la SIDE y la CIA se inició hace un año
y, según las distintas fuentes, obedeció a una serie de
razones:
u Se detectó la presencia en Buenos Aires de unos 25 agentes de
inteligencia rusos, un número desmesurado teniendo en cuenta que
lo lógico es que haya en esta ciudad dos o a lo sumo tres. Supuestamente
los agentes vendían armas y se dedicaban a operaciones de espionaje
en las que se mezclaba mucho lo comercial. Los norteamericanos habrían
acordado con la SIDE un seguimiento de los rusos, financiando la operación.
Pero los argentinos no cumplieron.
u Se dice que hubo un duro enfrentamiento también por otra operación
financiada por los norteamericanos: la investigación de los movimientos
del Cartel de Juárez en la Argentina. Los del país del Norte
sostienen que gran parte del dinero puesto por la CIA se perdió
por el camino.
u En el mismo tenor, hubo reclamos por otras diferencias económicas
en operaciones también financiadas por los norteamericanos.
A raíz de la protesta de Estados Unidos, el enfrentamiento subió
de tono y llegó a su punto más alto cuando Página/12
publicó una foto del jefe de la estación de la SIDE en Buenos
Aires, Ross Newland. Esto significó un golpe durísimo para
los norteamericanos: Se imagina que ahora Newland sólo tiene
un país donde puede actuar, Estados Unidos. Los servicios de todo
el mundo ya distribuyeron su foto y a cualquier otro lado que vaya y entre
a un bar, van a decir: Ahí está el de la CIA.
Por supuesto que los espías estadounidenses acusan de la ofensiva
en su contra al sector corrupto y nacionalista que según
ellos estaba y aún está comandado por el entonces
jefe de Contrainteligencia, Alejandro Brouzón, supuestamente desplazado
por expreso pedido del gobierno norteamericano. Brouzón, criado
en la SIDE en tiempos de Hugo Anzorreguy, es considerado hoy un protegido
del grupo Sushi, que encabezan el ex titular de la central argentino,
Fernando de Santibañes, el hijo del Presidente, Antonito, y dentro
de la SIDE, el segundo en la jerarquía, Darío Richarte.
Es vox populi que Brouzón hizo operaciones, relacionadas
con una funcionaria de cabello rubio, y que por eso le deben favores los
del grupo de Antonito, señalan, rencorosos, algunos de los
agentes despedidos de la SIDE. En el Gobierno, en cambio, tiran la pelota
al otro lado con una afirmación misteriosa: La foto de Newland
no fue tomada de asalto ni con una cámara oculta. El aparece posando
con otros y eso es extraño enalguien para quien es de vida o muerte
difundir su imagen. O hay una interna de la CIA o lo hicieron adrede sin
que tengamos explicación.
Por supuesto, las acusaciones se cruzan en todos los terrenos: Aunque
lo hayan desplazado, Brouzón sigue como un poder en la SIDE. El
titular de la Secretaría, Carlos Becerra, está doblegado
por el entorno presidencial de los sushi. Esto se vio ratificado con los
últimos cambios en el organigrama. Víctor Cipolla, un hombre
al que consideran cercano a los Sushi, fue designado director general
de Operaciones, lo que le otorga un poder inmenso, incluso en todo lo
que tiene que ver con el seguimiento del caso AMIA y la lucha contra el
terrorismo. Por ello los norteamericanos cesaron todo tipo de colaboración,
dicen los que participan de la investigación de los atentados.
Más allá de los enfrentamientos, lo que más alarma
es la baja en todo lo que se refiere al antiterrorismo. Fuentes de la
pesquisa dieron algunos ejemplos:
u Recién ahora se armó un mapa de organizaciones islámicas,
principalmente de Uruguay y Brasil. El control de esos grupos algunos
con evidentes simpatías con los fundamentalistas del Hamas o el
Hezbollá prácticamente se diluye con la falta de información
norteamericana. Si la CIA no da los datos sobre las relaciones de determinado
sospechoso, la SIDE no tiene ni remotamente la base de datos como para
evaluar su peligrosidad.
u Aunque la Brigada Antiterrorista, al mando del comisario Jorge Palacios,
mantiene relaciones con el FBI, lo cierto es que tiene una estructura
muy pequeña, incomparable con la capacidad de conseguir información
que tiene la enorme estructura de la SIDE.
u En las últimas semanas, se mencionó la presencia de elementos
de origen afgano en las fronteras argentinas. Hubo incluso varios alertas
que el FBI le transmitió al Gobierno argentino.
u Desde el punto de vista objetivo, se considera que el control de las
fronteras argentinas es casi imposible. Son fronteras extensísimas
y en varios lugares es posible cruzarla en bote. Por lo tanto, la clave
no está tanto en la custodia de los pasos como en la información
previa de inteligencia. Con la SIDE en conflicto con los norteamericanos
todo se resquebraja.
El hecho de que los hombres del FBI también tengan instrucciones
de no acercarse a la SIDE le quita a la central de espías otra
fuente enorme de información de los peligros que acechan, pero
también impide que se haga un análisis conjunto de la evidencia
que existe en el caso. El grupo del FBI que se queda un mes en la Argentina
para mirar de cerca el Expediente AMIA empezará a trabajar de lleno
hoy, principalmente en la Unidad Antiterrorista, con el objetivo de sumar
todos los elementos en especial de análisis de las pruebas
que puedan fortalecer la acusación para el próximo juicio
oral.
La realidad es que hasta ahora los norteamericanos colaboraron poco y
nada con la pesquisa. Es más, el juez Juan José Galeano
les pidió diez veces que aporten datos sobre los bienes que supuestamente
tiene el imputado comisario Juan José Ribelli en Estados Unidos,
pero lo cierto es que nunca contestaron los exhortos. Igualmente, la idea
es que el FBI de una especie de visto bueno a lo realizado hasta ahora
en la investigación, pero lo preocupante es que todo el conflicto
entre los norteamericanos y la SIDE debilita no sólo el trabajo
mismo de esclarecimiento de los atentados sino también la protección
ante el terrorismo.
Prisión
para toda la vida
Si
resultan ser los responsables, merecen ser castigados con prisión
para toda la vida. Para el presidente de la AMIA, Hugo Ostrower
(foto), los detenidos en la causa por el atentado contra la mutual
judía argentina que él dirige deben recibir la pena
máxima. Ostrower confirmó que esta semana se reunirá
con los agentes del FBI que colaboran en la investigación,
como ya lo hicieron los directivos de organización política
de la comunidad judía, la DAIA.
Lo que espero del juicio es lo mismo que esperan todos los argentinos:
que se descubra a los culpables, que no son sólo los que están
detenidos, y que reciban la condigna sanción después
de tener un juicio justo, dijo ayer Ostrower. Aspiramos
a que el juicio dé todas las garantías. Si resultan
los detenidos ser responsables, merecen ser castigados con prisión
para toda la vida, agregó.
El presidente de la AMIA aclaró, con ironía, que su
postura es todavía abstracta, ya que el juicio oral y público
a los policías y civiles acusados de participar en el atentado
de 1994 que dejó 85 muertos y cientos de heridos, todavía
no tiene fecha. Se vino postergando de mes en mes, y ahora se
está hablando del comienzo en agosto. Esperemos que esta vez
no se prorrogue, dijo el dirigente comunitario.
Ostrower adelantó que pedirá a las autoridades que se
compre un sistema de rastreo telefónico Excalibur para ayudar
en la investigación. Estamos hablando de 25 o 30 mil
pesos, dijo el dirigente, y más allá de
las dificultades que tenemos en el país, no creo que se pueda
negar un aporte de esos para una cuestión que es tan sensible
para toda la República. |
El
sumario por la bomba
Por R. K.
La
SIDE abrió un expediente para investigar el papel de sus
hombres en el caso AMIA.
Así lo confirmó a Página/12 una alta fuente
de la central de espías, que sabe que la secretaría
va a estar en el centro del juicio oral que se viene. Por de pronto,
todo indica que los defensores del comisario Juan José Ribelli
tratarán de demostrar que la SIDE tuvo información
sobre el atentado, estaba siguiendo al grupo iraní presuntamente
relacionado con el ataque, pero la operación se le fue de
las manos y los terroristas lograron su objetivo. En esta línea
se inscriben algunas evidencias, como por ejemplo la foto que se
le tomó al agregado cultural Moshen Rabbani cuando preguntaba
precios de una Trafic, los seguimientos de una causa judicial en
Lomas de Zamora en que se investigaba a un grupo de iraníes
y la orden, surgida de la SIDE, de intervenir distintos teléfonos
entre ellos el del acusado Carlos Telleldín poco
después del atentado. La hipótesis de José
Manuel Ubeira, letrado de Ribelli, es que al fracasar la operación
de la SIDE, la propia central de espías puso en marcha otra
operación para echarle la culpa a los policías bonaerenses,
armando pruebas falsas y, por ejemplo, comprando el testimonio de
Carlos Telleldín. Por de pronto, la SIDE resolvió
hacer su propia investigación sobre estas acusaciones. Y
ese es el objetivo del sumario interno.
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VENTA
DE ARMAS EN CAMPO DE MAYO
Los
carapintadas van a juicio
Una
de las llamadas causas conexas de la investigación
del atentado a la AMIA pasará a juicio en junio. Se trata de la
que involucra a once ex militares y civiles en el robo y tráfico
de armas y explosivos y que fue descubierta por el mismo equipo de investigadores
que trabajaba en el ataque a la mutual judía. Entre los acusados
está Jorge Pacífico, un ex militar carapintada miembro del
Modin.
El juicio contra los once acusados, que no están en prisión,
se realizará a más tardar en un mes, en la segunda semana
de junio, ante el Tribunal Oral 4. Los ex militares y civiles enfrentan
los cargos de asociación ilícita y acopio de armas de guerra
y municiones, todas figuras con penas de hasta 10 años de prisión.
En concreto, se los sospecha de robar armas del Ejército para venderlas
a delincuentes como Luis El Gordo Valor.
La banda fue descubierta por el equipo del juez Juan José Galeano
y del fiscal Eamon Mullen, que sospechaban que los explosivos usados en
la Trafic con que se atacó la AMIA provenían de fuentes
militares. En diciembre de 1995, Galeano allanó el Batallón
601 de Campo de Mayo. En el allanamiento participaron los fiscales Mullen
y Juan José Barbaccia, el comisario Angel Salguero y el comisario
Juan José Ribelli, hoy encarcelado como el principal sospechoso
en la causa.
En ese y en otros 19 allanamientos realizados el mismo día en cuarteles
y domicilios particulares se detuvo a los once sospechosos que irán
a juicio y se secuestró una gran cantidad de material bélico
y explosivos, que figuraba como robado, perdido o dado de baja
y que en realidad había sido robado para ser vendido a delincuentes.
Eventualmente, el juez decidió que los carapintadas por entonces
en actividad no estaban involucrados en el caso y que esa pista
había sido introducida por la policía bonaerense para desviar
la investigación.
Pero familiares de las víctimas y muchos en las mismas DAIA y AMIA
piensan que los ahora ex militares encarcelados tienen información
sobre el atentado, especialmente el ex sargento ayudante Jorge Pacífico,
experto en explosivos, prominente militante del Modin y seguidor de Aldo
Rico. Para el abogado de la AMIA en la causa, Juan José Avila,
si bien hasta el día de hoy permanecen con falta de
mérito en la causa AMIA, son varias las cuestiones que deben
ser aclaradas en la relación entre las causas.
Junto a Pacífico serán juzgados los también ex militares
Juan Carlos Coppe, Ricardo Villarino, Miguel Angel Lovera, Luis Gilberto
Rodríguez, Haroldo Oscar Pérez, Luis Alberto Ferreira, Carlos
Britez, Raúl Salomone, Luis Pelle y el civil Rubén Mansilla.
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