Por Cledis Candelaresi
El esfuerzo del Ministerio de Trabajo para que los gremios acepten flexibilizar condiciones laborales es prácticamente la única herramienta oficial para destrabar el conflicto que generó en Aerolíneas Argentinas la instrumentación del plan de ajuste diseñado por la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales). Prácticamente no existe contrapartida de los accionistas ibéricos, muy firmes en su afán de achicar costos -incluyendo 1347 despidos�, renuentes a aportar dinero fresco y absolutamente dispuestos a retirarse de lo que su propia gestión transformó en un mal negocio. La ministra Patricia Bullrich, quien ayer estuvo reunida con los sindicatos, intenta persuadirlos ofreciéndoles una estabilidad laboral condicionada. Pero hasta ayer el Gobierno no tenía garantía de que los españoles desistan de hacer aquella barrida y ni siquiera de qué ocurrirá con los 500 despedidos cuando termine la conciliación obligatoria.
La Asociación de Aeronavegantes, gremio que nuclea a las azafatas, estaba dispuesto a asistir a la reunión de ayer en Trabajo, bajo la promesa de que se reincorporarían a los 58 despedidos que corresponden a este sindicato. Pero al promediar la tarde, dirigentes de la organización conocida por sus siglas de �triple A� se enteraron de que no había ningún reaseguro respecto a sus despedidos y habría desistido de participar del encuentro.
El denominado �plan director� supone, entre otras presuntas economías, recortar gastos en materia laboral y una capitalización anunciada de 650 millones que, en rigor, fue más bosquejo de un plan que la intención real de aportar dinero fresco. El titular de SEPI, Pedro Ferreras, lo dijo días atrás frente a los diputados españoles, para tranquilizar su ánimo: �gran parte de ese dinero ya fue puesto�.
En este mismo informe, realizado el 27 de abril pasado, el funcionario dejó en claro que ese limitado aporte será �por última y definitiva vez, porque esto en lo que no se puede convertir es en un mantenimiento perpetuo de deudas a 7000 kilómetros de distancia�. Según detalló ante el parlamento español el presidente de la SEPI, propietaria del 85 por ciento del paquete accionario de Aerolíneas, el plan de ajuste que diseñó es �el único que hay (...) para sacar a la compañía de este agujero�.
Bullrich intentó ayer arrimar posiciones con los gremios, seis de los cuales estarían dispuestos a resignar beneficios laborales consagrados por convenios a condición de una estabilidad, difícil de garantizar para el gobierno. Salvo los técnicos de vuelo, los más perjudicados por los cambios pretendidos en las modificaciones laborales y por los despidos que realizó la empresa semanas atrás, el resto está más cerca de un acuerdo que también incluiría rebajas salariales.
La propuesta sugerida por la cartera laboral �erigida de hecho en mediadora entre Aerolíneas y los trabajadores� los invitaba a admitir los recortes que oscilan entre el 6 y el 20 por ciento, con la promesa de postergar la aplicación de esas reducciones y capitalizarlas: las rebajas se transformarían en acciones que tendrían la prioridad de cobrar dividendos, si en el futuro los hubiere.
Pero esta discusión, ligada a la inevitable ejecución del plan director, quedó eclipsada por los 500 despidos que la empresa ejecutó en etapas y desafiando la conciliación obligatoria.
La expulsión de los primeros 200 empleados y las medidas de fuerza desatadas en resistencia a esta decisión patronal hicieron que Trabajo dictara la conciliación. Al día siguiente, la empresa subió la apuesta con otra tanda de despidos que, al igual que la primera, quedó en suspenso, sólo después que la cartera laboral intimara a la compañía a obedecer la conciliación, bajo amenaza de denunciarla ante la Justicia. Existe un antecedente en este sentido: en los primeros años de la privatización,Aerolíneas habría sufrido una multa de 500 mil dólares por desconocer una conciliación.
Lejos de emitir señales esperanzadoras, a la incertidumbre laboral de esos trabajadores Aerolíneas agregó el no pago de los salarios de abril, perturbando aún más la discusión sobre el futuro de la grilla de personal. Según fuentes de la cartera laboral, en algún momento Economía habría manifestado disposición para adelantar los fondos necesarios para pagar sueldos, honrando su condición de accionista por el 5 por ciento (el 10 por ciento restante lo tienen los empleados a través del Programa de Propiedad Participada). Pero hasta ayer, el gobierno argentino no había conseguido cerrar este acuerdo con la conducción de Aerolíneas.
Optimismo oficial
El secretario de Empleo, Anselmo Riva, aseguró ayer que �la mayoría de los gremios está cerca� de acordar con las empresas Aerolíneas y Austral la modificación de los convenios colectivos de trabajo, y anunció que hoy �se exigirá� el pago de los salarios adeudados a los trabajadores de ambas empresas. �De los siete gremios de Aerolíneas y Austral, cinco ya están cerca de resolver el conflicto. La mayoría de los gremios, que reúnen a 5000 trabajadores, ya tienen las negociaciones avanzadas y sólo dos están un poco retrasados�, dijo el funcionario. El funcionario insistió en que �en ninguna de las negociaciones� entre los gremios y la empresa �está presente despido alguno, la empresa sólo está negociando nuevos convenios colectivos de trabajo, donde se está incluyendo una cláusula de estabilidad�. Sin embargo,la postura de la empresa, expresada a través del titular de la SEPI, Pedro Ferreras, en España, indican lo contrario. Riva aseguró que �se está negociando� la incorporación de 58 tripulantes a la plantilla de personal permanente de Aerolíneas y Austral, a quienes �no se les habían renovado los contratos�. |
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