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El panadero que ofrece trabajo
a los ladrones que lo asaltaron

El miércoles pasado, dos jóvenes robaron su panadería en San
Nicolás. El los corrió a los tiros. Pero ahora se arrepiente
y propone emplearlos. Años atrás, ya lo hizo con otro ladrón.

 
Antonio Patullo, un perseguidor de ladrones arrepentido. 
�No sé qué me pasó, pero se me vino todo el veneno encima.�

Antonio Patullo, un panadero de San Nicolás, puso en marcha un �por lo menos� extraño plan: ofrecerles trabajo a los dos ladrones que asaltaron su negocio, a cambio de que le devuelvan la documentación robada, y �para regenerarlos�, según explicó a Página/12. El ofrecimiento lo hizo público a través de un periódico de su ciudad y ahora espera respuesta. Eso sí, deberá verificar si ellos están en condiciones de trabajar, ya que el robo terminó con un disparo realizado por el propio Patullo contra los asaltantes y, pese a confesar su arrepentimiento, el panadero cree �que algún perdigón se deben haber llevado como recuerdo�. Habrá que ver si alguno de los dos hombres vuelve para aceptar la oferta o si, como ocurrió hasta ahora, no dan señales de vida. La idea no es nueva para Patullo: algunos años atrás ya la había implementado, cuando empleó a una persona que había robado y �gracias al trabajo se convirtió en un hombre de bien�, aseguró.
�Son dos criaturas, dos personas que recién se inician y son recuperables�, dijo Patullo sobre los dos jóvenes que lo asaltaron �de quienes calcula que �deben tener entre 20 y 22 años��. �En la cárcel van a terminar peor�, sostuvo. Una experiencia anterior fue la razón que lo llevó a ofrecerles trabajo en su propio negocio: �Yo ya tuve la suerte de darle trabajo a un hombre que era ladrón y trabajó conmigo. Se recuperó y hoy es un señor, una persona de bien que no robó más�. El panadero espera que su ofrecimiento laboral le dé �frutos con estos muchachos�.
El miércoles pasado, como todos los días, Antonio Patullo, de 52 años, llegó muy temprano a su panadería �Los Gringos�, ubicada en el barrio Güemes, de San Nicolás, para comenzar su trabajo. Pero algo hizo alterar la rutina diaria: minutos antes de las cinco de la mañana entraron al local dos jóvenes, uno de ellos armado. Después de apuntarle, le exigieron al panadero que les entregara la cartera marrón que estaba sobre el mostrador. Allí era donde él guardaba todos sus documentos, más 1.100 pesos que tenía para ir de compras ese mismo día. Después de quedarse con el portafolios, le ordenaron que abriera la caja registradora para llevarse la recaudación. El panadero, nervioso, y tras varios fallidos intentos, logró abrir la caja, que apenas tenía treinta pesos. Cuando los ladrones tomaron el dinero, uno de ellos, el que estaba armado, se dio vuelta, y allí comenzó la reacción del panadero.
�En ese momento �relató Patullo� lo agarré y lo apreté con toda mi fuerza por atrás, mientras el otro trataba de pegarme�. Al escuchar los gritos, los dos empleados que estaban trabajando en el fondo del comercio, ingresaron al salón de ventas con una vara con la que le pegaron al ladrón desarmado. El panadero, en tanto, aflojó su presión cuando el ladrón armado soltó su arma y allí los asaltantes iniciaron su huida. Pero en ese momento, Patullo agarró el arma y salió a la calle �totalmente oscura a esa hora de la madrugada�: �No sé qué me pasó, pero se me vino todo el veneno encima y les disparé, a menos de 50 metros. Puede ser que le haya dado a alguno�, arriesgó el panadero. �Estaba tan ciego que salí a buscarlos con el auto�, agregó.
Tres días después del robo, Patullo asegura estar �arrepentido por lo que hice, y recapacité�. A través del diario El Norte de San Nicolás, hizo público su ofrecimiento: �Me devuelven los documentos que me robaron, les doy trabajo enseguida y retiro la denuncia. No voy a dejar que nadie se los lleve, no me lo perdonaría nunca�, aseguró.
�¿Y no tiene miedo que vengan a buscar venganza, si es que alguno está herido? �preguntó este diario.
�Yo no tengo miedo, porque sé que lo que estoy haciendo es una obra de bien� sostuvo Patullo, que, además, se ocupó en dejar bien aclarado que no pretende convertirse en ejemplo de nadie: �Yo soy un laburante. Lo único que quiero es que todos tengan trabajo y que nadie salga a los tiros, como hice yo en un momento de locura�, confesó Patullo. Hasta ahora, el panadero no tuvo ninguna noticia de los asaltantes, pero está confiado en que su intención va a dar los resultados que él espera, y está convencido de que �con un buen trabajo, nadie saldría a robar�.

Producción: Hernán Fluk

 

 

 

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