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Por Carlos Rodríguez
 Mató, mintió, se fugó y lo pescaron �sólo porque decidió entregarse�, podría ser la síntesis de las andanzas, desde el 7 de marzo pasado hasta la fecha, del cabo primero de la Policía Bonaerense José Roberto Coronel, que ahora espera en la celda de una comisaría de San Isidro que lo juzguen por el homicidio de Edith Acevedo, de 18 años, quien murió con su beba en brazos, víctima inocente de la �mano dura�. A un mes y medio del pedido de captura, Coronel se presentó detenido en la Jefatura de la Departamental de San Isidro, luego de incurrir durante ese tiempo en el lugar común de los prófugos: �Dejó de ser visto en los lugares que solía frecuentar�, era la excusa que la policía le venía dando a los padres de la joven. En la causa está probado que Edith Acevedo murió al ser alcanzada por la única bala que hubo en el hecho, disparada por el suboficial Coronel, quien mintió al principio cuando dijo que repelió una agresión inexistente y cuando ocultó la existencia del arma asesina.
El episodio ocurrió 15 minutos antes de las cinco de la tarde del 7 de marzo, en el cruce de las calles 9 de Julio y Las Dalias, en la localidad bonaerense de Talar de Pacheco. Edith Acevedo estaba parada frente a un kiosco, tratando de vender útiles escolares �ésa era su actividad� en compañía de su beba de 19 meses y un hermano suyo menor de edad. Coronel iba a bordo de un móvil del Comando de Patrullas de Tigre conducido por otro policía, el sargento Héctor Ovejero. Ambos venían persiguiendo a los dos ocupantes de un Fiat Duna robado.
El único tiro �según se probó después� partió de una pistola Glock modelo 17, matrícula DMB 650, que había sido adquirida por Coronel y que estaba registrada a su nombre ante el Registro Nacional de Armas (RENAR), junto con otra pistola marca HK. Para desviar la investigación, Coronel había negado la existencia de la Glock y sólo entregó, para la pericia de rigor, su pistola reglamentaria 9 milímetros, que luego se comprobó que no había sido disparada. Tampoco lo fue el arma a cargo del sargento Ovejero, quien nunca estuvo imputado en esta causa, aunque tiene �antecedentes por otro hecho anterior, de similares características�, comentó a Página/12 Roberto Damboriana, abogado de la familia Acevedo.
�A nosotros nos parece que lo ayudaron a escapar y que lo ayudaron a esconderse, pero igual nos alegra que se haya entregado y esperamos que se haga justicia�. Zulma Gómez, la mamá de Edith Acevedo, dialogó anoche con este diario minutos después de ver en la casa de un vecino �que tiene cable� la noticia sobre la detención de Coronel. �No estoy segura de creer en la justicia. Mejor esperar a que actúe, a que se llegue al juicio y después saber si realmente hay justicia en mi país�, sostuvo la mamá de la víctima, quien tiene a su cargo a Ayelén, su nieta. �Ella, pobrecita, no sabe nada de lo que pasó, pero por ella quiero que se haga justicia�.
El viernes pasado, la mamá de Edith Acevedo, junto con otros padres de jóvenes víctimas del �gatillo fácil� policial, participó de una marcha que se realizó frente a la comisaría de Don Torcuato, a pocas cuadras del domicilio del cabo primero Coronel, varias veces allanado sin éxito para dar con su paradero. Coronel fue acusado de �homicidio simple� por el fiscal Ricardo Costa, luego de que las pericias balísticas confirmaran que la bala mortal, que impactó en la cabeza de la víctima, había partido de la Glock, secuestrada en un allanamiento realizado en la vivienda de Lisandro de la Torre y Lugones donde vive Coronel con su esposa.
En el Fiat Duna robado que perseguían los policías iba una pareja de jóvenes. El muchacho huyó y sólo fue detenida una jovencita de 14 años, puesta a disposición de la jueza de menores de San Isidro Diana Pincardini. En el auto se encontró un revólver calibre 38 que no fue disparado durante el episodio. Eso llevó al fiscal Costa a concluir que el policía Coronel debía ser imputado por �homicidio simple por dolo eventual� dado que disparó su arma sin necesidad, ya que su vida en ningún momento corrió peligro cierto. Los testigos dijeron que los ladronesescapaban sin disparar y que Coronel, cuando vio caer herida a la joven Edith Acevedo, se lamentó diciéndole a su compañero: �Mirá lo que hice�.
QUEMARON UNA CASA Y DESTROZARON LA COMISARIA
Ladrones en un día de furia
Cuando Roberto Salas regresó a su casa de la localidad de Tigre, ayer a la madrugada, encontró un desastre: la puerta había sido forzada, las habitaciones estaban revueltas, le habían robado varios electrodomésticos y parte de su ropa. Hecho una furia, fue hasta la comisaría para hacer la denuncia. Ahí supo que no era el único enfurecido: los ladrones �cinco jóvenes de entre 14 y 22 años� acababan de visitar su casa por segunda vez y, enterados de la denuncia, la habían prendido fuego. Como si fuera poco, tras quedar detenidos, destrozaron la cocina de la comisaría 1ª, mientras esperaban que los llevaran al juzgado de turno para declarar.
Los cinco asaltantes �dos chicas de 14 y 15 años, dos varones de 16 y otro de 22� entraron a la casa de Salas �una prefabricada de madera emplazada en la esquina de Chacabuco y Larralde� cerca de las 4.30. Tras forzar la puerta, metieron en dos bolsones algunos electrodomésticos y varias prendas del dueño de casa. Después volvieron a San Fernando, de donde eran oriundos.
�El hombre vino a los gritos a hacer la denuncia�, contó el comisario Héctor Provenzano, titular de la comisaría 1ª de Tigre. Mientras el oficial de servicio le tomaba declaración a Salas, desde el Comando de Patrullas de San Fernando se comunicaron con la delegación: un vecino de la calle Chacabuco acababa de llamar, diciendo que los ladrones estaban de vuelta en la casa, y que la estaban incendiando.
Poco pudieron hacer los bomberos por la vivienda de madera. Demasiado confiados, los asaltantes intentaron cruzar a pie las pocas cuadras que separan la casa de Salas del barrio en el que viven. En ese momento los detuvo la policía, con los bolsones todavía a cuestas. La banda completa fue llevada a la comisaría 1ª de Tigre, donde siguieron con los destrozos: �Como no teníamos lugar en los calabozos, los dejamos en la cocina, esperando que se hiciera la hora de trasladarlos a la fiscalía para que les tomaran declaración. Ahí nos rompieron un televisor, y destrozaron la cocina�, explicó el comisario Provenzano.
�Realmente me sorprendió la agresividad de estos jóvenes, en especial de las dos chicas �comentó el policía�. Incluso una de ellas insultó muy fuerte a su madre, que la había venido a buscar a la seccional. La pobre mujer se quedó acá desesperada, llorando�. El comisario indicó que los cinco asaltantes tenían antecedentes por robo. Tras prestar declaración en el Juzgado de Menores número 2 de San Isidro, los cuatro menores fueron trasladados a un instituto de La Plata. El otro ladrón �Martín Hilt, de 22 años� declaró en la Unidad Funcional de Instrucción número 1 de Tigre, y luego quedó detenido. La causa fue caratulada como �robo agravado, incendio y resistencia a la autoridad�.
PEDIDO POR EL CRIMEN DE MIRAMAR
Aparten a la bonaerense
El padre de Natalia Melmann �la adolescente asesinada en Miramar en febrero pasado� se reunirá hoy con el procurador bonaerense Eduardo de la Cruz para solicitarle que la policía bonaerense no participe más en la investigación del crimen de su hija. Para Gustavo Melmann, efectivos de la policía estuvieron �involucrados� en el hecho.
Juan Carlos Maggi, abogado de Gustavo Melmann, informó que su cliente le pedirá a De la Cruz que intervenga en la pesquisa la Policía Judicial, que depende directamente de la Procuración bonaerense. �El pedido de basa en todas las irregularidades detectadas en la causa. Creemos que la policía estuvo involucrada en el asesinato. Por eso, vamos a pedir que la intervención de la Policía Judicial sea directa y deje de tener vinculación la bonaerense�, explicó Maggi. Entre las irregularidades, el abogado mencionó el hallazgo de una zapatilla de Natalia, el viernes último, en la misma zona donde hace tres meses fue encontrado su cadáver.
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