Por P.V.
Si los futbolistas de Primera pretenden cobrar lo que les adeudan los clubes, tendrán que sugerirle a los dirigentes métodos alternativos para reunir el dinero, porque la convocatoria del público a las canchas está lejos de abastecer las imperiosas necesidades de las instituciones. La 15ª fecha, jugada entre viernes, sábado y domingo, arrojó una venta de 47.578 entradas populares en diez partidos, y una recaudación global de poco más de medio millón de dólares, apenas la centésima parte de la deuda que los clubes mantienen con los jugadores.
El recuadro que acompaña la nota muestra el desglose de la venta de populares por partido y la recaudación registrada. Lo destacable de la convocatoria �que no es muy menor respecto de las últimas fechas, antes de que Agremiados decretara el paro� es que los tres partidos más importantes de la jornada (River-Racing, Estudiantes-San Lorenzo y Talleres-Boca) reunieron el 75 por ciento de la convocatoria: en los tres encuentros más importantes de la jornada se vendieron 35.713 populares. Los siete partidos restantes apenas si se expendieron 11.865 entradas, a un promedio de 1695 por encuentro.
Dos casos son significativos: el cuarto partido que más recaudó fue Los Andes-Chacarita, un clásico de la división de Ascenso con serios antecedentes de rivalidad (todavía se recuerda la batalla campal de 1983, en el que un policía montado repartió sablazos), en el que se vendieron casi 3500 populares. En el otro extremo, Independiente mostró una escasísima convocatoria, al vender menos de mil populares para el partido del viernes con Argentinos. El partido era nocturno y televisado pero por el sistema codificado; Huracán, que jugó el sábado a la noche y fue televisado por cable, expendió 1600 populares para el encuentro ante Almagro.
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