Por Santiago Rodríguez
Desde París

No por estar de visita en París, Aníbal Ibarra deja de estar al tanto de lo que pasa en el Frepaso; leyó en Página/12 las críticas de Carlos “Chacho” Alvarez sobre el papel de esa fuerza dentro de la Alianza, así como que ha dicho que en octubre votaría a Elisa Carrió, y en un momento en que su actividad lo permite pide parar en un café de Champs Elyseés para hacer algunas consideraciones al respecto. Aclara que “no lo hace en términos de contestación” y reitera que no van a hacerlo “confrontar”, pero dice lo suyo. Sostiene, por ejemplo, que en su caso le gustaría votar tanto a la radical como a Chacho, pero “en el marco de una Alianza como la de la ciudad”, y también advierte que Carrió tiene un rol de diputada mientras que al Frepaso le toca jugar hoy otro papel desde cargos ejecutivos. Ibarra admite sí que su partido ocupa actualmente un lugar “secundario” en la administración de Fernando de la Rúa aunque, destaca, “asumimos una responsabilidad de gobierno y debemos cumplirla” e insiste en que para los frepasistas “en necesario tener resultados de gestión donde estamos gobernando”.
–¿Usted votaría a Carrió?
–Respeto la decisión que anunció de no presentarse como candidata a estas elecciones así como también la misma decisión que en ese sentido tomó Chacho.
–¿Le parece que el Frepaso perdió el rumbo en cuanto a la forma de incorporar su propia perspectiva a un gobierno de coalición?
–Una fuerza política tiene momentos muy buenos, otros de crisis y otros de meseta. El Frepaso pasó por un gran crecimiento y después entró en una crisis por muchos elementos y ahora necesita redefinir su rol como fuerza política dentro del gobierno. Ese no es un proceso que se haga de un día para otro, como tampoco lo es el proceso de asimilar la renuncia de quien fue su máximo líder político.
–Se lo preguntaba porque Chacho dijo ambas cosas: que votaría a Carrió y que el Frepaso perdió la perspectiva.
–No opino en términos de contestación ni mucho menos. Comparto muchos de los diagnósticos que hace Chacho. En la ciudad existe la Alianza, se expresa lo que la gente votó y desde el gobierno se trabaja por alcanzar los objetivos comprometidos ante la sociedad; por eso digo que en Buenos Aires voy a votar la Alianza. También reconozco el gran valor político de una dirigente como Carrió o del propio Chacho. En el marco de la Alianza que hay en la ciudad me gustaría votarlos, pero han decidido no ser candidatos.
–Después de las declaraciones de Chacho a Página/12 el último domingo, varios frepasistas advirtieron que si perdía la Alianza no ganaba Carrió, sino Carlos Ruckauf. ¿Comparte ese análisis?
–Si pierde la Alianza, pierde la Alianza; después se puede decir quién gana o quién no, pero en todo caso tenemos que entender que sería importante tener reconocimiento de la sociedad desde la Alianza en la ciudad porque es un respaldo político necesario y fijarnos qué cosas hacer y corregir desde un gobierno. En todo caso, y siguiendo con ese análisis, a Carrió la siento en el mismo espacio político.
–¿Carrió no está ocupando un espacio que le era propio al Frepaso?
–Son momentos y roles distintos. Ella ejerce muy bien su rol de diputada y hay otros roles desde un ejecutivo u otros cargos institucionales; no es comparable una situación con otra. Desde el Frepaso estamos gobernando la ciudad y otros distritos y cuando digo gobernando hablo de modificar la realidad y realizar transformaciones para mejorarle la vida a la gente.
–¿Sería algo así como que desde una banca de diputado se puede hacer un discurso más marketinero que desde un cargo ejecutivo?
–El que lo mida en términos de marketing tiene una visión muy efímera. El trabajo de muchos diputados, en este caso estábamos hablando del de Carrió, es mucho más que eso. Reitero: quiero una fuerza política que asuma responsabilidades de gobierno y de transformar la realidad. Por otro lado, una fuerza que asuma el gobierno debe ser inflexible en la lucha contra la corrupción y desde el gobierno lo estamos haciendo; cada vez que hemos detectado una maniobra la hemos denunciado aun cuando involucrara a nuestros propios funcionarios.
–Cuando dice gobierno ¿se refiere al de la ciudad, no al nacional?
–Hablaba del gobierno de la ciudad en el marco de la elección en la Ciudad de Buenos Aires.
–Pero el Frepaso también integra la Alianza que gobierna la nación.
–Integramos el gobierno. Hay una nueva alianza, la presencia de (Domingo) Cavallo significó una nueva coalición a nivel nacional y nosotros integramos el gabinete y participamos con un ministro y funcionarios en otros niveles. Estamos comprometidos con el éxito del gobierno y sabemos de las dificultades; no estamos de acuerdo con algunas cosas y lo decimos.
–Dice que hay trabajar desde el gobierno para transformar la realidad. ¿Cómo hace el Frepaso para lograrlo si no tiene incidencia?
–Fue una de nuestras grandes falencias no haber podido hacerlo inicialmente y hasta ahora. Creo, y hago una autocrítica, que hasta hubo subestimación de nuestra capacidad de poder asumir diferentes responsabilidades de gobierno. Yo doy la discusión desde otro lado, digo que debemos ser una fuerza que se comprometa con las acciones de gobierno y que no participo de una fuerza para ser históricamente oposición; cuando nos toca ese papel hay que hacerlo de la mejor forma, pero cuando nos toca gobernar hay que gobernar. Es necesario tener buenos programas, pero más importante es llevarlos a la realidad y eso se hace desde el gobierno. Por lo pronto, en los lugares donde estamos gobernando es necesario tener resultados de gestión y es importante lo que haga Juan Pablo Cafiero en el Ministerio de Desarrollo Social.
–¿No es una suerte de trampa para el Frepaso estar atrapado en un gobierno en cuyas decisiones no está en condiciones de incidir?
–Si no sería muy fácil; si uno estuviera en un gobierno para participar de los beneficios y no pagar los costos, mejor que se dedique a otra cosa. Asumir una función de gobierno significa participar de ambas cosas, sabiendo incluso nosotros que participamos en un gobierno desde un lugar secundario. Asumimos una responsabilidad de gobierno y debemos cumplir; si uno fuera a buscar sólo una cuestión de beneficio sería muy fácil: me pongo como espectador, digo qué está bien y mal y listo, pero los caminos fáciles no suelen seducirme.
–¿Es eso lo que hace Chacho?
–Lo he dicho muchas veces: Chacho tuvo una actitud infrecuente como es privilegiar una conducta política de no negociar frente a situaciones de corrupción postergando un proyecto político personal, pero su historia de construcción ha sido la de hacer una fuerza política para llegar al gobierno y no quedarse en una posición testimonial.
–¿Las declaraciones de Chacho no complican al Frepaso aún más que su renuncia a la vicepresidencia primero y su alejamiento del partido después?
–También dije que lo prefiero a Chacho al frente del Frepaso, definiendo estrategias políticas. No me gustó que se haya alejado, pero reitero que no voy a confrontar con quien ha colocado al progresismo en los más altos lugares en la Argentina. Es secundario si sus declaraciones complican porque en todo caso es utópico que una fuerza pretenda atravesar su camino sin complicaciones; bienvenidos sean los debates y de los conflictos es necesario aprender a salir.
–El Gobierno acaba de mandar al Congreso un proyecto que establece que con el pago de impuestos se garantizará la cancelación de los intereses de la deuda externa. ¿Está de acuerdo?
–No conozco el proyecto, pero en principio no me gusta que determinadas deudas se garanticen con la recaudación de los ciudadanos.
–Por todo lo que dijo antes, aún en el marco de esa y otras discrepancias, para usted no está en discusión la continuidad del Frepaso en la Alianza.
–No y lo llevo adelante con profunda convicción en la ciudad. Si el futuro de las coaliciones dependiera de algunas medidas de coyuntura no habría ninguna en el mundo. En las coaliciones hay que saber marcar diferencias, pero también defenderlas como instrumentos ante la sociedad; no le regalo una construcción política a la coyuntura.

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