Por Diego Fischerman
Hay tendencias musicales que
se parecen demasiado a las modas. Hay momentos en que, como si fueran
frutas, se dan bien los cantautores, los grupos de jazz-rock, los quintetos
piazzollianos, los cuartetos vocales o los sextetos andinos. Por eso,
que un trío que trabaja, en sus propias palabras, sobre la música
de raíz folklórica vaya ya por su sexto CD editado
y por los 13 años de existencia, es un dato a tener en cuenta.
La Posta, integrado actualmente por Pablo Aguirre en piano, Guillo Espel
en guitarra y Luis Rocco en flauta, ha logrado, además, profundizar
sus planteos originales y plasmar una evolución notable en su estilo.
En Esferas, recién publicado y distribuido por Acqua Records, no
sólo aparecen obras propias y algunos bellísimos temas clásicos
de la música de tradición folklórica (como La
Arenosa, del Cuchi Leguizamón, o La Nochera de
Jaime Dávalos) en versiones caracterizadas por el vuelo y la imaginación,
sino un repertorio en principio poco asimilable al que históricamente
venían frecuentando.
En el nuevo CD que será presentado en vivo por el grupo el
próximo viernes 25 y, luego, todos los viernes de junio, a las
20 en el Espacio Colette del Paseo La Plaza (Corrientes 1660)
puede escucharse, también, una interpretación sorprendente
de The Night Before de los Beatles y un homenaje magnífico
a Tom Jobim en la lectura que La Posta hace de Sue Anne. En
ambos casos los temas incluyen, como en una suerte de caleidoscopio, citas
ocultas y no tanto a otros temas de esos autores. La
Posta surgió como un grupo experimental, dice Espel, en relación
con las innovaciones formales. En el comienzo agrega Aguirre
hay un proyecto compositivo y eso explica también la permanencia.
No nos guía una moda o las ganas de hacer algo parecido a lo que
está sonando. Nos guía una idea.
Rocco, integrante además de la Orquesta Filarmónica de Buenos
Aires, fue el último en integrarse al grupo (hace cinco años)
y bromea definiéndose como un reemplazo permanente.
Jorge Alabarces, su antecesor en la flauta, se mudó a Córdoba
y, tanto en el disco como en las presentaciones que se harán en
vivo, tiene un lugar como invitado, tocando la quena. El otro invitado
es Hugo Guerrero Marthineitz, que cuenta parte de un cuento escrito por
Espel, con el que se abre y se cierra Esferas, y recita La Nochera.
La idea cuenta Espel a Página/12 fue dar una
unidad conceptual al disco. Y el hecho de que sea Marthineitz la voz elegida
tiene que ver con una elección casi inevitable. Somos amigos, casi
vecinos, y nos encantó la idea de que fuera él quien leyera
el texto. El guitarrista, que el año pasado editó
un muy buen disco dedicado a obras de cámara y sinfónicas
(aunque también de raíz folklórica) y
que acaba de ganar la Beca Antorchas para la composición
de una obra sinfónica opina que sobre la permanencia
del grupo tenemos una especie de chiste que es ver cómo, según
pasan los años, van cambiando los rótulos que los demás
nos endilgan, aunque la música sea la misma. En los recitales,
además de los temas nuevos, siempre recorremos la historia de La
Posta y esas canciones, que son las mismas desde hace años, primero
eran proyección folklórica, después fueron
jazz, fusión, new age, crossover.
Creemos que se trata solamente de música: la que más nos
gusta y la que mejor podemos hacer.
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