Por Diego Schurman
Los dos hablaron de estallido
social. Y los dos sugirieron, en distintos momentos, la necesidad
de adelantar las elecciones. Pero entre Hugo Moyano y Carlos Ruckauf existe
algo más que una comunión discursiva. El sindicalista recibió
hace algunas semanas una oferta del gobernador para integrar a la CGT
rebelde en la lista de candidatos a diputados bonaerenses, según
confirmaron a Página/12 fuentes gremiales y del justicialismo.
Ruckauf presentó la propuesta en sus oficinas de Puerto Madero.
Además de Moyano allí estaban Eduardo Duhalde, y los dirigentes
Juan Manuel Palacios y Gerónimo Venegas. El sindicalismo tomó
la oferta con beneplácito pero se refugió en el mayor de
los hermetismos. Es que Moyano no quiere que su pelea sindical sea empañada
por el acercamiento a uno de los principales candidatos a presidente del
justicialismo. Cree que tiene mucho más para perder que para ganar
si entrega su apellido a las listas del PJ. Pero, en cambio, no ve con
desagrado que algún otro dirigente de la CGT rebelde se integre.
El nombre que sonó con fuerza es el de Héctor Recalde, asesor
legal del sindicalismo combativo. También pugna por un lugar allí
el taxista Omar Viviani. El que sí parece tener un espacio asegurado
es el cervecero Saúl Ubaldini. Así, el ex jefe cegetista
revalidaría su título de diputado.
Para Ruckauf, el sector gremial combativo seduce a una porción
del electorado que no considera cautiva. El gobernador siempre imaginó
al moyanismo como el ala izquierda de su estructura. Moyano
es un aliado estratégico, aseguro ayer a Página/12
un vocero del gobernador.
Para cubrir el ala derecha se espera cerrar trato con el cavallismo.
Duhalde está abocado a la dificultosa tarea de convencer a los
hombres de Acción por la República para que se sumen al
justicialismo.
Aunque son, justamente, estas negociaciones las que condicionan la decisión
final de Moyano de incorporar a su gente a las listas del PJ. Ellos
o nosotros, dicen en la CGT rebelde, convencidos de que su límite
es Cavallo, un acérrimo enemigo del sindicalismo durante la gestión
de Carlos Menem.
No fueron tan inflexibles con Cavallo una de las noches previas al suspendido
paro del 4 y 5 de abril. En aquella oportunidad, durante una cena celebrada
en el Banco Provincia, Ruckauf les transmitió un pedido del ministro
de Economía para dar marcha atrás con la medida de fuerza.
Al otro día, en una reunión del consejo directivo de la
CGT en la sede del Smata, Moyano terminó anunciando la suspensión
del paro. Nunca se explicó en público la verdadera razón.
Por prudencia, temor o estrategia, el duhaldismo negó ayer a este
diario las negociaciones con el camionero. Ni siquiera blanqueó
la relación después de escuchar de boca de Moyano que en
octubre votará al candidato a senador bonaerense del PJ.
En rigor, el sindicalista nunca ocultó sus preferencias a la hora
de ir a las urnas. El mismo día de su cumpleaños, el 9 de
enero, desparramó elogios para Ruckauf. Tanta floreo tuvo su broche
de oro: Hay muchos candidatos, él es uno de los mejores,
y por qué no apoyarlo, se despachó en un acto oficial
del gobernador.
El jefe de la CGT rebelde hace tiempo que mantiene contactos con Ruckauf
y su tropa. Una de las orejas predilectas es el estratégico Esteban
Caselli. A mediados del año pasado, el secretario general de la
gobernación logró destrabar una deuda de 30 millones de
pesos que los municipios mantenían con empresas de recolectores
de residuos, y éstos, a su vez, con los camioneros.
El sindicalista mantiene conversaciones con el vicegobernador Felipe Solá
y con el ex frepasista José Octavio Bordón, actual director
general de Cultura y Educación de la provincia. Moyano puso toda
su estructura a favor de Bordón en la interna que mantuvo con Carlos
Chacho Alvarez para definir candidato presidencial en 1995.
La devolución a tantos gestos no tardó en llegar. Prácticamente
en todas los paros activos convocados por Moyano, los intendentes bonaerenses
aliados a Ruckauf garantizaron gente, micros y dinero. El trío
integrado por Alberto Balestrini (La Matanza), Julio Alak (La Plata) y
Juan José Alvarez (Hurlingham) prácticamente nunca le falló
al camionero.
Los acuerdos se han extendido a la Capital. Los ruckaufistas Gustavo Beliz
e Irma Roy tenían en mente integrar al judicial Julio Piumato como
candidato a diputado y a Pablo Moyano, hijo del camionero, como secretario
de la Juventud. Pero una discusión por dinero de los
hombres de la CGT rebelde con Osvaldo Papaleo, una suerte de apoderado
de su ex mujer Roy, congeló, por ahora, la negociación.
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