Todas estas idas y vueltas
del Gobierno son una provocación; quieren quebrar cualquier resistencia
contra el modelo. Luis DElía, titular de la Federación
de Tierra y Vivienda de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA),
explicó de esa manera el nuevo fracaso de las negociaciones entre
los piqueteros que cortan la Ruta 3, en Isidro Casanova, y el Poder Ejecutivo.
Después de una tensa reunión realizada anoche en la Municipalidad
de La Matanza entre Leonardo Aiello, secretario privado del presidente
De la Rúa, y DElía, que estuvo acompañado por
Juan Carlos Alderete, líder de la Corriente Clasista Combativa
(CCC), el diálogo entre las partes volvió a cortarse, por
lo menos hasta el cierre de esta edición.
Aiello nos dijo que como la recaudación impositiva había
caído, que los 3500 compañeros que están con los
planes aprobados desde enero, y que están trabajando, no van a
cobrar la plata, y encima nos dicen que vamos a tener que ajustar unos
1000 planes Trabajar más, dijo DElía. El
Gobierno no tiene ni idea de cómo está la situación
en La Matanza, agregó. Hoy a las 11, una nueva asamblea decidirá
los pasos a seguir en el piquete, que se transforma cada día en
un dolor de cabeza más grande para la gestión delarruista.
La de ayer fue una jornada cargada de contramarchas y especulaciones;
las idas y vueltas del Gobierno con los piqueteros comenzaron por la tarde.
A las dos de la tarde DElía, Alderete y Carlos Perro
Santillán estaban en la Plaza Almafuerte, en San Justo, frente
a la Municipalidad de La Matanza. Allí, en el despacho del intendente
local Alberto Balestrini, debían encontrarse con Aiello, tal como
habían acordado ayer el líder de la FTV y Alderete con el
delegado presidencial, en un bar de Entre Ríos y San Juan. Pero
el tiempo pasaba, y Aiello, un hombre poco afecto al perfil alto, no aparecía.
Estuvimos cuatro horas como pelotudos en la plaza de San Justo,
esperando a Aiello y no vino, relataba DElía una vez
que habían vuelto al piquete, después del plantón.
Eran las 19 y la asamblea de los manifestantes aprobaba la moción
de reforzar el corte y de exigirle al Gobierno que si quiere volver
a dialogar, que venga a la ruta.
Media hora después, sonaban los celulares de los jefes de los piqueteros;
del otro lado de la línea, Balestrini les avisaba que Aiello se
encontraba en San Justo, para empezar las negociaciones. Alderete y DElía
decidieron darle otra chance al Gobierno y aceptaron reunirse. A las ocho
en punto ingresaban a la Municipalidad de La Matanza. Esta vez, ya sin
medios instalados en la vereda, que se habían ido tras el supuesto
fracaso de la primera reunión.
La explicación para tanto hermetismo está en que la estrategia
del Gobierno es mostrarse duro en público con los cortes de ruta,
para no aparecer como cediendo terreno ante los reclamos. Pero la táctica
quedó astillada cuando trascendieron los encuentros entre DElía,
Alderete y Aiello, iniciados en la madrugada del jueves y continuados
esa noche en un bar porteño. Pese a la filtración, el mano
derecha presidencial repitió el esquema de mantener encuentros
de bajísimo perfil y por ese motivo aterrizó
en La Matanza seis horas después de lo pactado, acompañado
por funcionarios de segunda línea del Ministerio de Desarrollo
Social.
Otro factor que pesó fue que las relaciones entre la ministra de
Trabajo, Patricia Bullrich, y los piqueteros de La Matanza habían
llegado casi a un punto sin retorno y a que el secretario presidencial
ya había intervenido en las gestiones que culminaron en el levantamiento
del corte del año pasado. Otras fuentes especulaban con que desde
el Gobierno evaluaban que Bullrich había llegado demasiado lejos
con su intransigencia, por lo que De la Rúa decidió sacarle
el manejo del conflicto.
Más allá del cambio de nombres, las gestiones todavía
no dieron resultado. El Gobierno, como reconoció Aiello, incumplió
la mayoría de las promesas hechas el 4 de noviembre pasado, cuando
los piqueteros levantaronotro corte en la ruta 3, y anoche tampoco pudo
ofrecerles nada concreto. Entre las deudas del Ejecutivo se cuentan dos
millones de pesos en remedios y herramientas, el bacheo de calles, la
refacción de escuelas y el problema de los planes Trabajar.
Ayer por la mañana, cuando el propio De la Rúa confirmaba
la designación de su secretario para conducir las negociaciones,
la línea dura, compuesta por Bullrich, el ministro
de Interior, Ramón Mestre, y el secretario de Seguridad, Enrique
Mathov, quedaba descolocada. Pero la misión Aiello
hasta ahora no ayudó a arreglar las cosas; aparte de no poder ofrecerles
ninguna mejora a los piqueteros, irritó al sector oficial menos
proclive a negociar con ellos.
A doce días de iniciado el corte, los toldos de los manifestantes
siguen firmes en la ruta 3 y sobre las vías del ferrocarril Belgrano
Sur. Y para hoy se espera más gente en el piquete. Y con más
bronca.
Informe: Alejandro Cánepa
Cafiero con los carasucias
El frepasista ministro de Desarrollo Social, Juan Pablo Cafiero,
visitó ayer el hogar y comedor infantil Carasucias que dirige
Mónica Carranza, a quien le entregó un subsidio de
50 mil pesos. Cafiero destacó que el dinero que entregaba
había sido aprobado hace meses atrás y nunca se había
efectivizado. El martes señaló Cafiero
cuando la señora Carranza adhirió al Pacto por la
Niñez me enteré que el hogar estaba al borde de quedarse
sin insumos básicos. Además, se trataba de un pedido
que había que resolver y lo pudimos cumplir. Carranza
le agradeció al ministro su presencia y sostuvo que nos
vino a dar una gran mano. Me sorprendió por su humildad.
Llegó a mi casa con el subsidio que nos permitirá
seguir ayudando al comedor infantil de Mataderos.
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Disparos sobre Ruckauf
El vocero presidencial, Ricardo Ostuni, sostuvo ayer que las protestas
y cortes de ruta en La Matanza los tiene que resolver el gobernador
de la provincia. Cuando sus recursos, su capacidad y su talento
no le alcanzan, entonces (Carlos) Ruckauf dice que necesita que
lo resuelva la Nación. La provincia de Buenos Aires tiene
asistencia permanente de la Nación y fue la que más
fondos recibió: primero se le otorgaron 800 millones de pesos
y luego otros 320 millones para el pago de sueldos y aguinaldos,
y nos molesta cuando parece querer desligarse de algo en lo que
él tiene parte de responsabilidad, señaló
Ostuni, y acusó al dirigente peronista de olvidarse
de su grado de responsabilidad en el gobierno anterior, que dejó
como saldo una enorme deuda externa, un 15 por ciento de desocupación
y la venta de las empresas estatales. Más duro, el
presidente del bloque de diputados de la UCR, Horacio Pernastti,
calificó ayer de irresponsable al gobernador
bonaerense. Su administración es la más deficiente
del país y es la que hace mayor despilfarro en gastos de
propaganda política, dijo Pernasetti. Y aclaró
que las provincias son las que administran más del
80 por ciento del gasto social.
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