En pleno barrio de Recoleta,
a pocas cuadras del cementerio, un delincuente murió luego de tirotearse
a lo largo de varias cuadras con varios agentes de la Policía Federal,
tres de los cuales resultaron heridos, uno de ellos de gravedad. Todo
comenzó al mediodía, cuando dos ladrones intentaron asaltar
una joyería ubicada en Vicente López 1760, cerca del cruce
con Rodríguez Peña. El movimiento fue advertido por policías
que realizaban una ronda de prevención en un patrullero. Desde
ese momento, durante unos cinco minutos y a lo largo de dos cuadras, comenzó
una persecución y tiroteo que trastornó a los vecinos del
barrio y a los transeúntes. El delincuente cayó muerto sobre
el filo de la vereda, en Callao y Guido, mientras que los tres policías
heridos fueron retirados en helicóptero, poniéndole otro
toque de espectacularidad al procedimiento.
Fueron tres o cinco minutos durante los cuales se escucharon los
tiros. Primero traté de mirar lo que estaba ocurriendo, pero después
me tuve que tirar al suelo, relató un joven que atiende un
puesto de diarios ubicado muy cerca del lugar donde murió el ladrón.
En medio de la confusión, el segundo delincuente pudo escapar.
El departamento de prensa de la Federal informó que los policías
heridos son el inspector Edgardo Assennato, el sargento primero Luciano
Britez y el cabo primero Enrique Figueroa. Britez recibió un balazo
en el bajo vientre con salida por el glúteo y su estado era delicado.
Los otros dos agentes fueron heridos en una pierna y en un brazo. Están
fuera de peligro, pero siguen internados en el Churruca.
El operativo provocó el corte del tránsito por la avenida
Callao, a la altura de Guido, ya que los peritos de la Policía
Científica estuvieron trabajando en toda la zona, levantando rastros
y vainas servidas que dejaron evidencia sobre el violento tiroteo. Después
que se acallaron los balazos, los policías realizaron varios procedimientos
en edificios del barrio para tratar de dar con el prófugo, pero
la búsqueda terminó sin éxito. Sobre el ladrón
muerto sólo se dijo que tiene 30 años y que estaba armado
con una pistola 9 milímetros que fue secuestrada. La policía
estimó que contaría con antecedentes por robos a mano armada.
El titular de la comisaría 17ª, Víctor Luna, informó
que el policía que detectó el intento de robo en la joyería
es el jefe de servicio externo de la seccional, quien en el enfrentamiento
fue herido de un balazo en la pierna. De todos modos alcanzó
a dar aviso sobre lo que estaba sucediendo y de inmediato llegaron al
lugar otros hombres de a pie y también otros patrulleros.
El delincuente escapó hacia Callao, pero allí se encontró
de frente con dos policías que realizaban tareas de custodia en
la zona comercial y se produjo otro enfrentamiento.
Los testigos dijeron que ese fue el momento de mayor tensión, dado
que muchas personas que pasaban por la esquina de Callao y Guido comenzaron
a correr buscando salir de la línea de fuego. Lo único
que cabía era esconderse, tirarse al piso, relató
a los periodistas la empleada de una librería. Muchos se refugiaron
en los edificios cercanos. Allí se escucharon cerca de 50 disparos
en un lapso menor a los cinco minutos. Fue impresionante. El ladrón
vino para el lado de Callao y le venían tirando. Cayó al
piso herido, pero logró levantarse más de una vez y seguía
disparando. Yo no tuve más remedio que dejar entrar a unas diez
personas que se refugiaron en el hall porque las balas silbaban por todos
lados, relató el portero del edificio de Callao 1875, frente
al que cayó el delincuente.
Más balas,
en Villa Crespo
Un sargento retirado de la Policía Federal resultó
herido de gravedad en el barrio porteño de Villa Crespo,
al ser baleado por cuatro delincuentes que intentaron robar el camión
que estaba custodiando. El hecho ocurrió a las 13, en Juan
B. Justo y Martínez de Rosa, por donde transitaba un camión
de caudales seguido por un vehículo de custodia que era conducido
por el suboficial retirado. El rodado fue interceptado por los ladrones,
que se movilizaban en un Volkswagen Polo.
El robo no pudo ser consumado porque el policía retirado,
junto con el otro custodio privado que lo acompañaba, se
bajaron del ve- hículo en el que iban y enfrentaron a tiros
a los delincuentes. El suboficial fue herido en el tórax
y los ladrones escaparon sin llevarse el dinero. Ante la gravedad
de las heridas sufridas, un helicóptero de la Federal descendió
en la cancha de Atlanta y trasladó al herido al Hospital
Churruca.
Los fallidos asaltantes escaparon rumbo a la General Paz. El compañero
del policía herido llamó a personal de la comisaría
27 y varios patrulleros salieron detrás de los ladrones sin
poder ubicarlos. El equipo médico que asistió al herido
dijo que su estado es gravísimo.
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TELECOM
DEBE PAGAR 12 MIL PESOS A UNA USUARIA
El costo de un teléfono mudo
Un fallo judicial dispuso que
la empresa Telecom Argentina debe pagar una indemnización de 12
mil pesos a una usuaria cuya línea telefónica funcionó
mal durante una etapa de reparaciones que encaró la compañía.
La sentencia, que fue dictada por un tribunal de segunda instancia, ordena
a la empresa resarcir a la mujer incluso a pesar de que la compañía
no le cobró a su clienta la factura de los meses que no prestó
el servicio.
La sentencia la dictó la Sala II de la Cámara en lo Civil
y Comercial Federal, integrada por los jueces Marina Mariani de Vidal,
Eduardo Vocos Conesa y Patricia Bibiana Barbado, que confirmó un
fallo de primera instancia que benefició a una psiquiatra, cuyo
nombre fue mantenido en reserva.
La profesional tenía su consultorio en un departamento de la calle
Junín al 1000 de esta Capital y sostuvo que se vio perjudicada
porque, a raíz de que su línea dejó de funcionar,
padeció una merma en sus ingresos. La denuncia es de 1993, pero
el teléfono había comenzado a tener problemas en diciembre
de 1992, desde cuando tuvo períodos sin tono, hasta que en enero
de 1995 se restableció normalmente la línea, indicaron los
voceros.
Mientras, altas fuentes de Telecom explicaron a DyN que en el trienio
1992-1995 efectivamente se trabajó en el plantel externo
de toda esa zona, y para no provocar interrupciones masivas se afrontó
la posibilidad de que algún cliente tuviera una dificultad.
Esta clienta tuvo algunas interrupciones en ese período y
como se consideró perjudicada, inició las acciones legales,
señalaron los voceros de la empresa. Y agregaron que la profesional
pretendía inicialmente un resarcimiento de 31 mil pesos,
pero la Cámara lo fijó en 12 mil.
Las fuentes de Telecom destacaron que pese a los problemas como
el mencionado, los índices de calidad de los trabajos hechos por
la empresa son realmente de nivel internacional.
Según los voceros judiciales, la defensa de la empresa también
argumentó en su favor ante los tribunales que no le habría
cobrado las facturas correspondientes a la usuaria perjudicada.
Sin embargo, el juez que intervino en primera instancia, Roberto Torti,
sostuvo en su sentencia ahora confirmada por la Cámara
que si un usuario pide una línea es porque se presupone que
la necesita, indicaron los voceros judiciales.
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