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Si para muestra alcanza un botón, basta ver el padrón

Siemens hizo los padrones de la elección de 1999. Costaron el doble que los anteriores. Una auditoría del Ministerio del Interior los criticó.

La lapidaria auditoría dice que �el contrato es sumamente desventajoso para el interés del Estado�.

Por Sergio Kiernan

Las elecciones de 1999 tuvieron una diferencia enorme con las de años anteriores: sus padrones costaron el doble. Lo que sucedió fue que se cambió el sistema de confección y distribución, lo que resultó en un aumento neto del precio del ciento por ciento, sin que los servicios aumentaran, ni remotamente, en la misma proporción. Es lo que la Unidad de Auditoría Interna del Ministerio del Interior llamó, con la tersura de la prosa oficial, “un contrato sumamente desventajoso para el interés del Estado Nacional”.
Siemens recibió un contrato “no fraccionable” para realizar tres tareas: implantar un sistema de control migratorio, implementar “un sistema de identificación de personas” e “impresión de los padrones electorales”. La Unidad de Auditoría analizó este último ítem, que cae directamente en el área del Ministerio del Interior y descubrió un enorme aumento del costo.
El padrón de las elecciones
de 1995 y 1997 costó, según la
Dirección Nacional Electoral, $7.155.402 y $6.264.939,30. Con Siemens, el precio subió súbitamente a 12.379.382,76 pesos. Los auditores, prolijos, explicaron en su informe que esto significa un aumento del 73,01 por ciento respecto al de 1995 y del 97,60 por ciento respecto al más barato de 1997.
La Dirección Nacional Electoral defendió esta diferencia subrayando que el último padrón se contrató “por cantidad de ejemplares de padrones”, mientras que los anteriores se pagaban “por cantidad de páginas” impresas. La misma dirección, sin embargo, rebatía su argumento. Sucede que mientras que en 1995 se imprimieron algo más de 49 millones de páginas, en 1997 fueron casi 53 millones y en 1999 56.195.737. Con gran regularidad, tal vez explicable por el aumento de votantes, la cantidad de páginas impresas creció un promedio de apenas el 7 por ciento de elección a elección.
Para más datos, la Dirección agregaba que imprimir los padrones siguió costando, en la Argentina de inflación cero, exactamente lo mismo de año en año: 0,115 por página. Los auditores calcularon entonces que, pagando el precio por página de 1997, imprimir el padrón 1999 con 7 por ciento más de páginas costaría 6.462.509,75 pesos, y no los 12.527.776,76 que se pagaron.
¿En qué se gastó la diferencia, 6.065.267,01 de pesos?
La contratación de 1999 (que se hizo efectiva con la orden de compra 74/99 y ampliaciones) incluye dos servicios nuevos: el transporte de los padrones hasta las sedes de los juzgados y la creación de una base de datos y de los equipos necesarios para atender el Servicio de Consulta Telefónica de los Padrones.
Pero para los auditores “queda claro” que la diferencia de precio de seis millones, prácticamente el doble del calculable, “no está justificada con la inclusión de los servicios mencionados, los cuales son significativamente menores desde el punto de vista económico”.
La conclusión de la auditoría del ministerio del Interior es clara: “en lo que respecta al servicio electoral” –el objeto concreto del informe en cuestión– “el contrato es sumamente desventajoso para el interés del Estado Nacional”. Esta afirmación se fundamenta “básicamente en el hecho de verificar que el costo de prácticamente el mismo servicio se duplica respecto de años anteriores y los servicios que se adicionan no son lo suficientemente significativos como para justificar tal diferencia”.
Los auditores hasta aclaran, al final de su reporte, que ni siquiera entran a analizar si lo pagado en 1995 y 1997 no estaba ya inflado. Pero, “sin perjuicio” de eso, “esta Unidad de Auditoría Interna entiende que hay una situación de desventaja para el erario público y contraria a los intereses del Estado”.

 

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