La comisión creada por el Ministerio de Educación para reformar la educación superior y el sistema universitario tuvo ayer su sesión inaugural en la Casa de Gobierno. Se acordó elaborar para octubre próximo un diagnóstico y propuestas de cambio para cuestiones como el financiamiento, el ingreso y el egreso, la calidad, el desarrollo de colegios universitarios, la organización curricular e institucional, y otras. Después de esa primera jornada, quedó claro que una de las propuestas que el Gobierno impulsará con mayor fuerza es la aplicación de una sobretasa –del 1 al 2 por ciento– en el impuesto a las ganancias, que deberían pagar los padres de los alumnos de la universidad pública. La cartera conducida por Andrés Delich también propondrá evaluar a los graduados y aplicar un sistema de “educación de por vida”, al que tendrían que integrarse los profesionales para conservar su título habilitante.
En su debut, la Comisión para el Mejoramiento de la Educación Superior fue presidida por Fernando de la Rúa. Después del encuentro, Delich dijo que el Presidente pidió a los integrantes de la comisión que realizaran una labor “efectiva en términos de políticas públicas para que podamos en los próximos meses verificar cambios en la educación superior”. La idea del ministro es que el Gobierno cuente con “resultados que permitan volcarlos en una nueva reforma legislativa que le dé un nuevo perfil a la educación”. “Hay que mirar dos planos –agregó–: uno es el estratégico, en términos de la década venidera, acerca de cómo la educación superior acompañará cambios y la modernización del país. Y el otro son los cambios más prácticos y concretos de los próximos tiempos.”
Casi todos los 37 miembros de la comisión participaron del lanzamiento: Hugo Juri, quien la presidirá; representantes de Senadores (Jorge Mikkelsen-Loth) y Diputados (Juan Carlos Millet); rectores de universidades públicas (Oscar Shuberoff, José Martín) y privadas (Avelino Porto, Mario Mena); especialistas en educación y en ciencia (Alicia Camilloni, Eduardo Mundet, Mario Albornoz), entre otros. Las principales ausencias fueron las de las federaciones de docentes y estudiantes (ver aparte).
Ya sin De la Rúa, la comisión definió los mecanismos con que funcionará y tomará decisiones. Se acordó que los próximos tres jueves habrá sesiones plenarias y luego empezarán a debatirse temas puntuales en subcomisiones. Esa etapa llevará tres meses, hasta alcanzar dictámenes de consenso. También podrá haberlos en disidencia. Para setiembre se llevarán esas resoluciones a nuevos plenarios y, finalmente, para octubre, se obtendrá un informe final.
“Hay temas que necesitan respuestas urgentes –dijo Juri al término del encuentro–, como el financiamiento, la distribución de los recursos, el ingreso, la promoción y el egreso, la educación continua, la integración del sistema universitario y terciario, y la medición de la calidad.” El ex ministro de Educación detalló algunas de las propuestas que la cartera impulsará desde la comisión:
Para obtener recursos alternativos al aporte estatal, Delich apoya un proyecto del economista Humberto Petrei, a quien se le pidió que lo actualice. Se trata de un plus del 1 o el 2 por ciento sobre el impuesto a las ganancias, que deberían pagar los padres de alumnos de la universidad pública. “Es una alternativa para reemplazar al arancel –dijo Juri–. La función de la universidad es enseñar y la de la AFIP es redistribuir los ingresos. Además, la AFIP nos aseguró que está en condiciones de determinar quién puede pagar y quién no. Se podría recaudar un 25 por ciento del presupuesto universitario.” Esos recursos se destinarían a programas específicos para el sector y a becas.
“¿Cómo sabemos si la calidad de una carrera es buena? Una herramienta podría ser un examen obligatorio pero confidencial para los graduados. Esto creemos desde el ministerio, pero la comisión podrá resolver otra cosa.”
En Argentina, los títulos universitarios habilitan para el ejercicio de una profesión de por vida. “Creemos que esto no debe ser así –dijo Juri–. Es necesario que todos los profesionales se mantengan en contacto permanente con el sistema educativo. Por ejemplo, un médico que se graduó hace diez años no estudió nada sobre el genoma humano. Una posibilidad es tomar un examen. Otra es hacer como se hace en los Estados Unidos, donde el graduado debe cumplir 24 horas de educación al año. No se trata de cursar posgrados, como la clásica educación continua, sino de educación de por vida.”

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