River
Plate, con una aparición extraordinaria de Javier Saviola sobre
el final, venció a Belgrano,
en Córdoba, por 3 a 1, y mantiene intactas su posición y
sus aspiraciones de conseguir el título. Los goles de uno de los
punteros fueron convertidos por Mario Yepes, a los 24 minutos del primer
tiempo, y por Saviola, a los 39 y 43 del segundo, mientras que Gastón
Liendo había igualado transitoriamente al minuto de la etapa final.
Por su parte, Belgrano quedó afuera, con esta derrota, de la zona
de promoción, y ve comprometida su permanencia en Primera División.
River salió decidido a imponer sus aspiraciones de campeón
con un despliegue incontrolable para el modesto Belgrano. Así,
en los primeros cinco minutos de juego, el equipo de Américo Gallego
generó tres tiros de esquina a su favor. Yepes, exhibiendo su habitual
seguridad defensiva, fue también el abanderado del ataque de River,
ante un Belgrano que se vio obligado a jugar de contraataque. Así,
recién a los 8 minutos, el local llegó por intermedio de
Josemir Lujambio, quien recibió un centro desde la derecha de Darío
Zárate para rematar desviado. A los 11 contestó River con
un tiro libre desde la derecha de Martín Cardetti, que se fue cerca,
al tiempo que Belgrano trató de sorprender a los 22 con un remate
desde afuera del área de Diego Capria. Iban y venían.
A los 22 entró Cuevas por Zapata luego iría Ledesma
por Coudet y enseguida Yepes abrió el marcador: un tiro libre
de Ortega desde la izquierda fue cabeceado por Pereyra al palo derecho
y el colombiano -rodeado de rivales envió el rebote a la
red. Pese al gol, las modificaciones en el mediocampo de River le hicieron
perder el control de la pelota. Si bien Cuevas exigió en dos ocasiones,
a los 37 y a los 39, a Marcelo Pontiroli, el puntero mostró a Javier
Saviola demasiado solo en ofensiva. Fue tan notorio el desconcierto de
River que Belgrano pudo llegar en dos oportunidades sobre el final de
la etapa. A los 43, Artime disparó débilmente a las manos
de Costanzo, luego de un centro desde la derecha de Liendo, y un minuto
después el arquero se quedó con un tiro de Lujambio, luego
de una jugada individual del delantero uruguayo. Así, River se
fue con la ventaja mínima al descanso sin hacer mucho más.
Y el conjunto cordobés sorprendió cuando volvieron. Liendo
la figura de Belgrano aprovechó un error de Celso Ayala
y remató desde larga distancia sorprendiendo a Costanzo. A partir
de ahí, el conjunto de Carlos Ramacciotti generó otras cuatro
situaciones de gol: a los 11, Pablo Rodríguez remató desde
afuera y tapó Costanzo; a los 17, Zárate disparó
alto; a los 23, Luis Artime envió a las manos del arquero una mediavuelta;
y a los 28, Costanzo impidió dos veces el gol ante Liendo y Julio
Mugnaini.
En tanto, agazapados, River y Saviola se preparaban para cobrar venganza
por el penal no sancionado por Angel Sánchez a los 27, cuando Esteban
González derribó claramente a Saviola. Así, el puntero
reapareció sobre el final. River tuvo dos en los pies de su goleador
ayer ausente, cuando a los 33 y a los 34 Cardetti perdió dos claras
ocasiones para desnivelar: la primera con un cabezazo después de
un centro de Cuevas y la segunda en acción individual. Hasta que
llegó Saviola...
Cuando todo acababa, el talentoso atacante marcó el segundo gol
de su equipo a los 39, de media paloma, después de un centro desde
la izquierda de Cardetti, y definió el encuentro a los 43 en jugada
individual: por derecha, eludió a Guzmán con caño
fuera del área, entró, arrastró a todos de derecha
a izquierda y definió de zurda. Golazo y a cobrar.
No
pudieron ni con Rodrigo
Finalmente,
Belgrano lució en su camiseta una imagen del fallecido bailantero
Rodrigo Bueno en el pecho y la inscripción No me olviden.
La imagen, que fue diseñada por la empresa Mitre que provee
la ropa del equipo del Barrio Alberdi, es considerada por los hinchas
de Belgrano como milagrosa. Aunque, considerando el
resultado, la novedad no resultó de gran utilidad.
No obstante, por una objeción de la productora discográfica
BMG, Belgrano usó esta camiseta por única vez, hasta
tanto se dilucide la legalidad para su utilización. Unas
10 mil camisetas de Belgrano con la cara de Rodrigo fueron puestas
a la venta en todo el país.
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GALLEGO,
TRAS LA VICTORIA EN CORDOBA
Nos
abandonó el físico
Américo
Gallego alertó que River afrontará el último tramo
del torneo Clausura con una considerable merma física que le obligará
a utilizar a jugadores habitualmente suplentes como el defensor Ariel
Franco, el centrocampista Marcelo Escudero y el delantero Fernando Cavenaghi.
El físico nos abandonó un poco en estas instancias,
donde jugamos dos torneos al mismo tiempo; yo me lo esperaba y ahora habrá
que neutralizar el problema. Tendremos que recurrir a los jugadores que
estén en mejores condiciones físicas, como Escudero, Franco
y Cavenaghi, expresó un exultante Gallego tras la sufrida
victoria sobre Belgrano.
Gallego dijo que de aquí al final del torneo doméstico todo
será difícil, pero vamos bien y el miércoles tenemos
que jugar otra final contra el Cruz Azul por la Copa Libertadores y saldremos
adelante si mantenemos las ganas y la concentración que en el partido
contra Belgrano.
River sufrió dos importantes bajas en el primer tiempo: la de sus
dos carrileros, Eduardo Coudet y Víctor Zapata, por fuertes contracturas
musculares y tuvieron que ser reemplazados prematuramente por Nelson Cuevas
y Christian Ledesma.
Esta circunstancia
provocó una evidente discusión entre Gallego y el médico
del plantel, Luis Seveso, al término de la primera parte, cuando
el entrenador pareció recriminar al facultativo, manifestándole
que tenía entendido que los dos jugadores estaban en adecuadas
condiciones.
Con el médico bromeo siempre, me hace reír un poco
y yo le respondo de la misma manera, fue la diplomática,
pero para nada convincente respuesta que dio Gallego al respecto.
En cuanto al duro partido, el entrenador dijo que River jugó
mucho mejor en el primer tiempo y Belgrano fue más ordenado luego,
especialmente después del gol. Nosotros hicimos los goles en el
momento justo y nos anotamos con una gran victoria, que lamentablemente
no podemos festejar porque no hay tiempo.
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