Evidentemente,
el Tigre puede más que el Gato. Tiger Woods, que el sábado
había quedado en
la segunda posición en el Abierto de Alemania de golf, un golpe
por detrás del cordobés Eduardo Romero, ayer cumplió
una actuación magnífica para ganar el torneo, incluidos
cinco eagles y uno desde 160 metros, mientras que el argentino cumplió
una decepcionante actuación y cayó al 14º lugar final.
El certamen se disputó en el campo de Sankt Leon Rot de Heidelberg.
Woods sumó 66 golpes en la última ronda (seis bajo el par)
y ganó con 266 golpes. Romero, quien el sábado había
quedado líder con un golpe de ventaja sobre Woods, no pudo resistir
la presión del estadounidense y se vio perjudicado por ampollas
en sus pies, desbarrancándose en su juego para quedar muy lejos:
con 77 golpes en la última vuelta, quedó a diez impactos
en la clasificación, con 276. Los otros argentinos que tomaban
parte del torneo, Ricardo González, Angel Cabrera y Gustavo Rojas,
finalizaron 15º, 20º y 24º, con 276, 278 y 279 golpes,
respectivamente.
El estadounidense completó dos jornadas fenomenales. Arrancó
el sábado diez golpes por detrás del líder, pero
con tarjetas de 63 y 66 se recuperó para llevarse el torneo en
una de sus escasas incursiones en la gira europea. La exhibición
de Woods fue lo opuesto al día vivido por Romero. El argentino
se derrumbó en su cabeza a cabeza con el número uno desde
el primer hoyo, donde ya perdió el liderazgo.
Jugué muy mal hoy. Mi pie izquierdo tenía ampollas,
y no pude jugar bien, explicó Romero, que fue testigo privilegiado
del golpe del campeonato protagonizado por Woods en el hoyo
13.
Tras meditar largamente, el número uno del golf optó por
un hierro siete para su segundo golpe, embocando el par 4 desde 160 metros
y desatando la ovación del público. Ese fue el golpe
del torneo, con ese ganó, dijo admirado Romero. Tras embocar
Woods ese golpe, el juego debió ser interrumpido por unos minutos:
la pelota del estadounidense había roto el borde del hoyo al ingresar
en él.
He jugado muy sólidamente, con buenos golpes cuando la situación
lo hacía necesario. En el hoyo 13, por el clamor del público
comprendí que la bola había entrado directamente en el hoyo,
dijo Woods, quien al llegar al green golpeó sus manos contra las
de su caddie, Steve Williams, en señal de júbilo.
El neocelandés Michael Campbell, quien finalmente escoltó
a Woods con cuatro golpes más, se rindió también
ante la genialidad de Tiger: Fue un gran golpe para un gran jugador.
Tercero quedó el australiano Peter OMalley.
Seis semanas después de su triunfo en el Masters de Augusta, Woods
suma su segundo título en el torneo alemán, triunfo que
le reportó un premio de 390 mil dólares y eleva su suma
de premios oficiales a 3,9 millones con sólo 25 años.
|