Esta
vez, las polémicas fueron colaterales: no hubo casi discusión
en que la conmovedora película La stanza del figlio (La habitación
del hijo), del italiano Nanni Moretti, debía obtener ayer la Palma
de Oro del Festival de Cannes, como finalmente ocurrió. El fallo
fue respaldado por buena parte de la crítica y el público,
y todos aplaudieron cuando el máximo galardón del certamen
fue entregado por la actriz Melanie Griffith y su marido, el español
Antonio Banderas, en un sencillo acto que apenas pasó la media
hora. Pero sí hubo discusiones respecto de la otra gran vencedora
de la noche, la francesa La pianista.
El film
del austríaco Michael Haneke obtuvo tres importantes distinciones:
el Gran Premio del Jurado y los premios de interpretación para
sus dos protagonistas, Isabelle Huppert y Benoit Magimel. La prensa internacional
juzgó que si bien La pianista se merecía un premio, galardonarla
con tres dejaba fuera del Palmarés a películas más
que interesantes, como Taurus, del ruso Alexandre Sojurov o Vou para casa,
del veterano realizador portugués Manoel de Oliveira. Las críticas
no hicieron hincapié en el premio a Isabelle Huppert, sin cuya
magnífica interpretación el personaje de Erika hubiese carecido
de consistencia, sino en el galardón a Benoit Magimel, que fue
una verdadera sorpresa, sobre todo porque frente a él se encontraban
dos inmensos actores: el francés Michel Piccoli y el norteamericano
Jack Nicholson. Quedó claro, de todos modos, que así como
se premió al cine italiano con la palma de oro, también
el cine francés debía salir bien parado del certamen, y
el film más apto para ese fin era La pianista, rodado
en ese idioma y con protagonistas de esa nacionalidad. La presidenta del
jurado, la actriz y directora noruega Liv Ullmann, reconoció implícitamente
que había habido divergencias en el jurado y que la elección
fue difícil.
También fue cuestionado, pero en menor medida, el premio a la mejor
dirección, que compartieron los estadounidenses Joel Coen y David
Lynch. Muchos consideran que los trabajos de estos cineastas (The man
who wasnt there y Mulholland drive, respectivamente) tienen una
buena factura técnica pero no aportan ninguna novedad estética.
El galardón para el bosnio Danis Tanovic por su labor como guionista
en No mans land, en cambio, obtuvo un respaldo total.
La stanza del figlio narra de modo sutil y efectivo la trágica
historia de un psicoanalista que pierde a su hijo en un accidente. Protagonizada
por el propio director, describe la vida cotidiana de una familia burguesa
en la que reina una armonía ideal. Un día, este cuadro idílico
se rompe con la muerte del hijo. Es la cuarta vez que Moretti compite
en Cannes, tras Ecce Bombo, en 1978, Caro diario, en 1994 y Aprile, en
1998. Y este es el primer film en el que Moretti abandona los asuntos
autobiográficos y aborda temas universales. En cuanto a La pianista,
basada en la novela homónima de Elfriede Jelinek, que había
provocado un escándalo al ser publicada, es la crónica de
una vida frustrada que lleva a la perversión.
Puede asegurarse que la muestra de Cannes dejó prácticamente
con las manos vacías al cine oriental, del que se verifica un boom
en casi todos los festivales. Por la Palma de Oro competían
también el maestro Shohei Imamura, con Akai hashi noshitano nurui
mizu, y dos jóvenes compatriotas, Shinji Aoyama, autor de Desert
moon, y Hirokazu Kore-da, realizador de Distance. En la competición
oficial se proyectaron durante dos semanas un total de 23 películas
de 12 países. De Argentina, Bolivia, dirigida por Adrián
Caetano, ganó el premio de la Crítica Joven, y también
llegó a la sección oficial no competitiva Un Certain
Regard, La libertad, de Lisandro Alonso.
Los
que festejaron
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Estos fueron
los ganadores en la edición del Festival de Cannes que finalizó
ayer:
- Palma de Oro: La stanza del figlio, de Nani Moretti (Italia).
- Gran Premio del Jurado: La Pianiste, de Michael Haneke (Austria).
- Premio a la Mejor Interpretación Femenina: Isabelle Huppert
por La Pianiste.
- Premio a la Mejor Interpretación Masculina: Benoit Magimel,
por La Pianiste.
- Premio a la Dirección de Escena: ex-aequo, para Joel Coen,
por The Man Who Wasnt There (EE.UU.), y David Lynch por Mullholand
drive (EE.UU.).
- Premio del Guión: Danis Tanovic, por No Mans Land
(Bosnia).
- Premio Especial para la Mejor Contribución Técnica:
Tu Duu-Chih, ingeniera de sonido en los films en competición
Millenium Mambo, de Hou Hsiao-Hsien (Taiwán), y Et la-bas,
quelle heure est-il?, de Tsai Ming-Liang (Taiwán).
- Cámara de Oro: Zacharias Kunuk, realizador de Atanarjuat
the fast runner.
- Premio de Oro del Cortometraje: Bean cake, realizador de David
Greenspan.
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