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TRES SEMANAS DE CORTE DE LA RUTA 3 Y UN DIALOGO EMPANTANADO
El piquete muta a una muralla

�El problema es que ellos quieren mantener el corte�, disparó el secretario de Empleo Horacio Viqueira. �Quieren nuestros planes Trabajar para hacer política�, retrucó Luis D�Elía. Anoche no había solución.

Por Laura Vales

No se trata sólo de que no se entiendan. Como dos viejos jugadores recelosos, los funcionarios del Ministerio de Trabajo y los desocupados de La Matanza se acusan mutuamente de mentir y de no tener voluntad para llegar a un acuerdo. El corte sobre la Ruta 3 entró en su tercera semana, pero anoche nadie veía una salida. No la veían en el Gobierno, donde se trabaja sobre una “propuesta definitiva” para los piqueteros, que estará por debajo de los 8400 planes de empleo que reclaman. “El problema central es que ellos quieren mantener el piquete”, acusó anoche desde Trabajo Horacio Viqueira. Tampoco veían una salida los piqueteros: “Quieren quedarse con nuestros planes para financiar sus campañas políticas”, contraatacó desde el corte Luis D’Elía.
Aún en ese callejón sin salida, anoche se avanzaba en la redacción de una nueva propuesta, no muy diferente a la que presentó el viernes pasado el secretario privado del Presidente Leonardo Aiello, de 7.500 planes de empleo.
Los piqueteros denunciaron anoche, a través de D`Elía y del dirigente de la Corriente Clasista y Combativa Juan Carlos Alderete que funcionarios del ministerio “intentan quebrar la protesta” y ofrecieron a un grupo de organizaciones de la zona “los planes Trabajar que a nosotros nos niegan”. La denuncia caldeó los ánimos en la asamblea que se realiza todas las tardes sobre la Ruta 3.
En el ministerio no negaron la reunión, sino que le dieron un contenido opuesto y argumentaron que se hizo para “poder seguir enviando programas de asistencia” al distrito. La disparidad refleja el centro del conflicto que mantiene empantanadas las negociaciones:
u Los piqueteros reclaman por el incumplimiento de un acuerdo que firmaron con la Nación y la provincia de Buenos Aires para levantar el corte de ruta de noviembre pasado. En uno de los puntos de aquel acta, la Nación se comprometió a enviar 8.400 planes de empleo para la zona.
u Ese acuerdo se cumplió en diciembre y en enero. A partir de febrero, muchos planes de empleo se dejaron de pagar.
u En el Ministerio de Trabajo admiten que muchos planes se dejaron de enviar. Pero argumentan que fue “porque la gente no estaba trabajando” en los proyectos. Responsabilizan por el tema al municipio que comanda el justicialista Alberto Balestrini. “Nuestros inspectores fueron a controlar las tareas y en infinidad de casos no encontraron a nadie”, aseguró ayer Horacio Viqueira. “Si no hay un proyecto en ejecución, no podemos pagarlo”.
u En el municipio conceden que algunos proyectos no se concretaron. Pero aclaran que eso ocurre porque la Nación nunca mandó las herramientas y los insumos prometidos para hacer las obras. Y que mal se pueden arreglar cordones o hacer veredas sin tener siquiera una bolsa de arena.
u Los piqueteros sostienen que la gente trabajó, y que muchos proyectos dejaron de estar vigentes porque la Nación no envió los elementos acordados. Recuerdan además que ése es uno de los puntos de su petitorio y por el que se llegó a este nuevo corte de ruta. Sus demandas principales son dos: los 8.400 planes y el pago de dos meses de estos salarios adeudados a 3.100 personas.
Pese a la dura posición del Ministerio de Trabajo, una fuente muy cercana al presidente De la Rúa dio ayer a Página/12 una lectura distinta de la situación. “Es cierto que el Gobierno no cumplió con lo pactado en noviembre”, dijo el consultado. “Cumplió en diciembre y en enero, pero ya no en febrero y menos en marzo, porque se acabaron las partidas por el tema económico y muchos planes se dejaron de pagar. El principal problema ahora es que no hay fondos para pagar esos planes atrasados”.
Un funcionario de la provincia de Buenos Aires y otro del gobierno nacional apuntaron también que el secretario General de la Presidencia, Nicolás Gallo, realizó gestiones para conseguir los fondos que permitandestrabar el conflicto, aunque el vocero de Gallo desmintió esas versiones.
Desde el municipio, mientras tanto, se alertó sobre la posible radicalización del conflicto. “Nadie cree que el Gobierno llegue a desalojar la ruta por la fuerza”, dijo un hombre de Balestrini; “pero hay preocupación porque con cada día que pasa vemos que ganan terreno las posiciones más duras dentro del piquete”.

 

 

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