Por
Javier Lorca
A
duras penas, dando clases en varias facultades, trabajando sesenta o más
horas semanales, muchos docentes universitarios logran sumar designaciones
y arañar un sueldo digno. Pero ahora tendrán que perder
algunos de sus nombramientos y resignar parte de sus ingresos. El Ministerio
de Educación intimó a las universidades nacionales a que
eliminen las incompatibilidades de cargos en sus plantas docentes: nadie
podrá trabajar más de cincuenta horas por semana. La exigencia
oficial se basa en un acuerdo paritario firmado en 1998, en el que la
federación de docentes universitarios (Conadu) aceptó ese
tope. Pero el acuerdo tenía como contraparte una recomposición
salarial que el Estado nunca cumplió. El conflicto estalló
en las últimas semanas y ayer llegó al Ministerio de Trabajo.
El jueves habrá una jornada nacional de protesta docente.
Hay un número importante de casos de incompatibilidad. No
tenemos datos definitivos, pero la cantidad es significativa. Son cientos,
dijo a Página/12 el secretario de Educación Superior, Juan
Carlos Gottifredi. La Conadu estimó que los casos serían
al menos dos mil en el país. Por ejemplo: en la UBA serían
unos 400 y en la Universidad de Rosario, cerca de 200.
Según el acuerdo del 98 entre la Conadu y el Consejo Interuniversitario
Nacional (CIN), cada docente sólo puede concentrar cargos con dedicaciones
que, sumadas, no superen las 50 horas de trabajo semanal. Una dedicación
simple (la más baja) implica 10 horas y equivale, por promedio,
a unos 115 pesos. Una semiexclusiva, 20 horas y 435 pesos. Y una exclusiva
(la más alta), 40 horas y unos mil pesos. Así, el régimen
de incompatibilidades fija que un docente puede tener hasta cinco simples,
o una exclusiva y una simple, o dos semiexclusivas y una simple, o una
semi y tres simples.
La cartera de Educación exigió a todas las universidades
que, antes del mes próximo, regularicen la situación. Lo
único que hicimos fue cruzar los datos que nos enviaron las universidades
sobre sus plantas docentes y, luego, les informamos los casos de personas
que resultan con exceso de carga horaria dijo Gottifredi.
Supongamos que alguien tiene una dedicación exclusiva en la Universidad
de Córdoba y otra exclusiva en Rosario. No puede ser. Nosotros
lo informamos y las universidades tienen que resolver qué hacen.
También aseguró que puede haber más casos: Todavía
falta cruzar los datos de las universidades con las plantas de personal
de las provincias. Ahí puede haber más incompatibilidades.
La iniciativa oficial desató una ola de protestas entre los docentes,
quienes recibieron una nota informándoles que deben renunciar a
algunos de sus cargos o la universidad los dará de baja.
Tras recordar que hoy, de los 133 mil cargos docentes, 25 mil son ad honoren
y 75.600 cobran entre 58 y 150 pesos, con salarios congelados hace nueve
años, el secretario general de la recién creada Federación
Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios, José
Luis Molina, se despachó: Resulta un despropósito
incalificable que existan funcionarios nacionales y conducciones universitarias
obedientes en aplicar regímenes de incompatibilidades en contra
de quienes luchan al borde de la desesperación por sobrevivir.
La Conadu histórica hará una jornada nacional
de protesta el jueves.
El acuerdo paritario donde se estableció el régimen
de incompatibilidad era el mismo donde se fijaba un plan de recomposición
salarial y donde se decía que los cursos de capacitación
docente iban a ser gratuitos. Nada de eso se cumplió dijo
Daniel Ricci, secretario gremial de la Federación Nacional de Docentes
Universitarios (Conadu), que también se declaró en estado
de alerta. Hasta que el Estado no cumpla con la totalidad del acuerdo,
no vamos a aceptar que aplique la incompatibilidad. Gottifredi replicó:
Más allá de lo que no se cumplió, las incompatibilidades
están vigentes.Exigir que un docencte o investigador trabaje más
de 50 horas es inhumano. A su vez, Ricci retrucó: Limitar
las horas de trabajo está bien. Pero eso tiene que ir acompañado
de un aumento salarial. La titular de Conadu, Anahí Fernández,
apuntó que el problema es que hay una distorsión muy
grave en la escala salarial. El docente que junta seis simples trabaja
60 horas y no llega a cobrar una exclusiva, que supone 40 horas.
Otro reclamo de los docentes señala que en muchas universidades
se usan las designaciones docentes para pagarles a los funcionarios.
Para controlar eso, reclaman que les entreguen los padrones de todos los
asalariados de las universidades. Ayer, en el Ministerio de Trabajo, hubo
una larga reunión entre el CIN, la Conadu y otros gremios, pero
no se pudo destrabar el conflicto.
Para
el tiempo libre... (si queda)
|
Debate.
Hoy, a las 17.30, habrá un debate abierto sobre el arancelamiento
universitario. Con académicos, legisladores, FUA, Conadu,
Ctera, Fatum y otros. En Rivadavia 1865, subsuelo 1º.
Deserción. La Universidad de Tres de Febrero dará
un seminario sobre Deserción universitaria. Mañana
y pasado, en el Centro Cultural Borges (Viamonte y San Martín),
49749810/9686 (interno 114).
Poesía. La Casa de la Poesía inscribe para
un taller de poesía por e-mail. Para anotarse, escribir a
[email protected].
Aprender. Talleres de autoayuda educacional para mejorar
la capacidad de aprendizaje. Informes: 45041094 y 45035392.
Coloquio. Arquitectura (UBA) y la New York University organizan
el coloquio Diálogos metropolitanos entre sur y norte,
el martes y miércoles próximos. Informes: 47896235/6.
Cátedra. La Cátedra libre John William Cooke
inaugura sus actividades el jueves, a las 21, en Sociales, Ramos
Mejía 841. Informes: [email protected]
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OPINION
Por Martín Ogando *
Franja, Delich y la reforma
L os hechos
de corrupción que involucran a Franja Morada, la Alianza
universitaria, y el intento del Gobierno y del ministro Delich de
hacer pagar un impuesto a los padres con hijos en la universidad
(léase arancelamiento) guardan una íntima relación:
los últimos son enemigos de la universidad pública,
los primeros la destruyen desde adentro. El movimiento estudiantil
debe defender la universidad publica y desembarazarse de la burocracia
de los centros. La corrupción de Franja Morada es funcional
a esta universidad a la que sólo puede acceder una pequeña
minoría de la sociedad, mientras los jóvenes trabajadores
engordan la lista de desocupados y un 53 por ciento de los menores
de 18 años vive bajo la línea de pobreza, despojados
de futuro. El régimen universitario tal cual está
planteado esconde una corrupción legalizada con
Shuberoff y su corte de decanos, consejeros y secretarios, decidiendo
todo a espaldas de los estudiantes, docentes y no docentes. El hecho
de que también dirigentes estudiantiles opositores
a Franja hayan reconocido haber cobrado los planes Nuevos Roles
Laborales da cuenta de que las organizaciones estudiantiles no están
exentas del régimen de prebendas imperante en la universidad.
Ante esto, bregamos por un nuevo movimiento estudiantil con centros
basados en la democracia directa de las asambleas y los cuerpos
delegados, donde todos los cargos puedan ser revocables, impidiendo
de esta manera la cooptación y los vicios de Franja. Desde
esta perspectiva impulsamos una comisión investigadora independiente
integrada por estudiantes, docentes y no docentes votados en asambleas
democráticas, que eche luz y expulse a los burócratas
y corruptos de la universidad. Lejos estamos de confiar en la Justicia,
que intenta violar la autonomía universitaria y cuya ineficacia
en cuanto a la corrupción quedó demostrada con el
caso del Senado. Esto sería un paso en el camino hacia una
reforma radical de la universidad que tendría que ser discutida
en un congreso de base de todo el movimiento estudiantil, cuyo paso
inicial empieza por abrir la puerta a la gran mayoría trabajadora.
Luchamos contra el ataque elitizante y restrictivo del ministro
Delich, partiendo de defender las conquistas que aún quedan
de la universidad pública, al mismo tiempo que impulsamos
un cambio radical de la misma. Viendo que aquellos a los que Franja
Morada les ha robado planes laborales: los desocupados que cortan
rutas en La Matanza y los trabajadores que luchan, por ejemplo en
Aerolíneas, son nuestros mejores aliados para defender la
educación pública.
* Dirigente
de En Clave Roja, secretario de Relaciones obrero estudiantiles
del centro de estudiantes de Ciencias Sociales (UBA).
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