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DURA REACCION DE MENEM ANTE LA DECLARACION JUDICIAL DE ESTEBAN CASELLI
Ayer Cacho, hoy “pinche de décima”

El ex presidente se enfureció por la declaración judicial en la causa de las armas de quien fuera calificado por
él mismo como �uno de los mejores embajadores de la Argentina�. �Yo sólo dije la verdad�, dicen que dijo Caselli.

Esteban Caselli, hoy hombre
de confianza de Ruckauf, fue el
blanco del menemismo en pleno.

Por Eduardo Tagliaferro

En 1998, de visita en el Vaticano, había dicho Carlos Menem de él: “Es un brillante embajador, uno de los mejores que tiene la Argentina”. Ayer, su consideración varió. “Qué necesidad tengo de mandar a un pinche de décima, teniéndolo al ministro (Oscar Camilión) al lado mío”, fue la reacción del riojano luego de enterarse que Esteban Caselli –a quien dirigió sus diatribas– ratificó judicialmente que el “ex presidente lo instruyó personalmente” para que Luis Sarlenga continuara en su cargo. El testimonio de Caselli involucra a Menem y lo acerca a quien, como Sarlenga, estaba al tanto de los aspectos instrumentales de la maniobra. Así lo entendieron también los más fieles seguidores del ex presidente que minimizaron el escrito judicial. “No me consta la versión de Caselli”, dijo Eduardo Bauzá. Sin embargo, alrededor del actual secretario general de la Gobernación de Carlos Ruckauf ratificaron su versión y comentaron que “Cacho” –como lo llaman– fue a declarar a pedido del juez. “Yo tengo que decir la verdad”, dicen que repite a quien quiera oírlo.
“Es una mentira, lo que dijo (Caselli) es una mentira total”, afirmó Menem a la salida de la sede del Consejo Nacional Justicialista. Menem no quiso calificar la declaración de Caselli como “una traición”, ya que dijo no le gusta utilizar esos términos, pero el tono de su voz mostraba el enojo que le produjeron los dichos de su ex funcionario. Intentando desacreditar las afirmaciones de Caselli, el ex presidente insistió: “lo tenía a Bauzá y lo tenía al ministro (Camilión) todos los días (al lado mío)”.
Bauzá es uno de los más fieles seguidores de Menem. Al punto que integró los ya legendarios doce apóstoles que iniciaron junto al riojano la procesión que los condujo a derrotar a Antonio Cafiero en la interna partidaria del ‘88. En febrero del ‘93, cuando se confirmó la continuidad de Sarlenga en su puesto, se desempeñaba como secretario general de la presidencia y jefe directo de Caselli.
El senador acompañó ayer la estrategia de Menem y dijo “para nada he hablado el tema con Caselli” y para ser más contundente agregó: “la orden tendría que haber sido bajada hacia mí. El ex presidente me ha manifestado personalmente que él no bajó ninguna instrucción como ésa”.
Como las versiones son encontradas Bauzá dejó en manos de la Justicia dilucidar la verdad. Allegados a Oscar Camilión confirmaron ayer a Página/12 que “Caselli le había comunicado al ex ministro que el presidente había ordenado mantener a Luis Sarlenga al frente de la Dirección General de Fabricaciones Militares”. A poco de asumir como ministro de Defensa, Camilión le pidió la renuncia a Sarlenga. Al flamante ministro le pareció sospechoso que el ex interventor en FM hubiera recurrido a un estudio externo de abogados para recuperar deudas que terceros tenían con el organismo estatal. Esta contratación había sido objetada por la Sindicatura General de la Nación.
El menemismo volvió a mostrar ayer su dureza contra Caselli. Dureza que ya había exhibido en boca de Eduardo Menem. Desde que el fiscal Carlos Stornelli reclamó la declaración del ex presidente en calidad de probable jefe de la asociación ilícita que vendió ilegalmente armamento argentino a Croacia y Ecuador, creyeron ver detrás del avance de la causa, una conspiración política en la que, insinúan, está la mano de su principal enemigo interno: Carlos Ruckauf.
Allegados a Caselli admitieron a este diario que si su jefe no decía la verdad, corría el riesgo de ser procesado por falso testimonio. Cuentan que el actual secretario bonaerense suele señalar “que tiene un gran aprecio por Menem y que en ningún momento lo difamó”. “Sólo dijo la verdad”, comentaron a Página/12. También recordaron que a su jefe no le llamó la atención el pedido de Carlos Menem, ya que en su condición de “máximo responsable de la administración pública, era lógico que el Presidente quisiera poner a gente de su confianza en algunos lugares a losque consideraba clave”. En este punto sostienen que Caselli, en aquel momento, entendió que estaba frente a un hombre de confianza de Menem, ya que Sarlenga no sólo era riojano, sino que también lo había acompañado al Jefe en la administración provincial.
Los funcionarios judiciales remitieron a Caselli un escrito en el que le formularon tres preguntas: si era cierto que Menem le había ordenado transmitir a Camilión que mantenga a Sarlenga en el cargo; de qué forma se había transmitido el pedido; y si conocía a los ex ministros Oscar Camilión, Guido Di Tella y al ex jefe del Ejército, Martín Balza.
En su respuesta al juzgado, Caselli sostiene que en febrero del `93 el edecán militar llamó a la oficina de Bauzá “por el telespeaker”. Según el escrito, el actual senador no se encontraba, el edecán insistió y en su segundo llamado dijo: “dice el Presidente que vengas vos”. Una vez en el despacho presidencial, de acuerdo a la versión de Caselli, Menem le señaló “Decile a Camilión que no lo saque a Sarlenga”.
En su primera confesión frente a la justicia, el 6 de abril pasado, el ex interventor en Fabricaciones Militares había admitido que “alguien le habló a Camilión para que me quedara” en el cargo. La gestión había sido de Emir Yoma y en esa ocasión Sarlenga declaró que no iba a decir con quien había hablado. En una segunda presentación lo dijo: “Emir habló con Menem”. “Para nosotros el escrito de Caselli muestra qué lejos estaba Yoma del centro de la cuestión”, dijo a este diario Mariano Cúneo Libarona, defensor del empresario riojano. El cruce de declaraciones deja en claro que para el menemismo, la defensa de su jefe no es sólo un tema judicial.

 

Claves

Menem describió a Esteban Caselli como “un pinche de décima”. Fue en respuesta al escrito que presentó el actual funcionario ruckaufista complicando su situación en la causa de las armas.
Voceros de Camilión ratificaron a Página/12 la versión que ofreció Caselli.
Seineldín testimonió en la causa. No aportó datos muy potentes pero a la salida se despachó contra el ex presidente.
Hoy declara Zulema Yoma y mañana Guido Di Tella.
Mientras se complica la situación del ex presidente un grupo de ultraverticalistas intenta convocar una manifestación masiva a Comodoro Py para el 13 de julio, el día en que deberá prestar declaración indaga- toria.

 

SEINELDIN TESTIFICO ANTE URSO Y LUEGO HIZO DECLARACIONES CONTRA MENEM
“Fue el jefe de la asociación ilícita”

Por Adriana Meyer

“Carlos Menem tiene que ir preso” porque “fue el jefe de la asociación ilícita”, aseguró ayer el ex coronel Mohamed Alí Seineldín tras declarar como testigo en la causa sobre la venta de armas a Croacia y Ecuador. Sus abogados aseguraron que el ex coronel carapintada aportó “importante documentación”, pero fuentes judiciales lo desmintieron. Según los investigadores, el valor de la declaración del carapintada es “neutro” y defraudó en cuanto a las expectativas que había despertado.
“Detrás de esto está Estados Unidos”, aseguró el testigo sin dar más precisiones. Cuando el magistrado le preguntó en qué se basaba para afirmar esto, indicó que eran sólo “conjeturas” realizadas en base al conocimiento adquirido en el período en que acompañó a Menem durante la primera campaña electoral. Su discurso –correcto y vehemente– giró en torno de los ejes nacionalismo versus imperialismo. La audiencia, de la que participaron el juez, el fiscal Carlos Stornelli, sus respectivos asistentes y los dos defensores del general Martín Balza, Jorge Valerga Aráoz y Fernando Castrejón, duró poco menos de dos horas. Al ingresar al despacho de Urso, Seineldín, de 67 años, saludó a todos los presentes y ante cada uno se cuadró al uso militar, haciendo sonar los tacos de los zapatos.
Medio centenar de personas acudieron a la vereda de los tribunales federales de Retiro para apoyar con banderas y cantos la presencia en la sede judicial del el ex militar ultranacionalista, que cumple condena a reclusión perpetua en Campo de Mayo por la sangrienta rebelión carapintada del 3 de diciembre de 1990. Aquel ataque militar del Ejército y de la agrupación Albatros de la Prefectura Naval dejó una decena de muertos, entre civiles y uniformados. “Coronel Seineldín, Héroe de Malvinas” y “Partido Popular de la Reconstrucción” fueron algunas de las leyendas inscritas en las cinco banderas argentinas que portaban los manifestantes. Desde las oficinas que dan a la avenida Comodoro Py podían oírse las estrofas del Himno Nacional y de la Marcha de las Islas Malvinas emitidas a través de un altoparlante.
Los seguidores del ex militar también poblaron los pasillos internos del edificio de Comodoro Py, al punto que el juez tuvo que desalojar el cuarto piso. Cuatro abogados –Osvaldo De Paula, Marco Real, Miguel Asad y Ricardo Del Olmo–, varios colaboradores y hasta un civil con boina, uniforme de comando y una camiseta estampada con la foto de Seineldín esperaron que el testigo terminara su declaración.
Los abogados de Seineldín denunciaron que “una mano oculta” le impidió a su cliente tomar contacto con la prensa y por eso dieron una conferencia de prensa pocas horas después. “El coronel quiere hablar, pero aparentemente no piensan dejarlo”, se quejaron.
Seineldin viene acusando al ex presidente Carlos Menem de haber sido “el organizador” de las maniobras para la venta ilegal de armas al exterior y de haber instalado las mafias en el país. Además de considerar a Menem un “amoral”, Seineldín estimó que por ese escándalo “van a terminar presos un militar y un político” e indicó que el ministro de Economía, Domingo Cavallo, no fue “involucrado” en el caso por ser “representante del FMI, del poder económico”. El ex coronel consideró que Menem tendría que ir preso “porque empobreció a los argentinos, regaló el país a Estados Unidos y se enriqueció. Todos lo saben, tiene mucho dinero y lo de las armas es un problemita más de los tantos con los que se benefició”. Agregó que “desde que él asumió empezaron a circular las coimas, que eran recogidas por sus propios colaboradores. El puede llegar a tener hoy una fortuna de unos 1500 millones de dólares”.

 

Un camión de regalo

El anónimo que recibió el viernes pasado el abogado denunciante Ricardo Monner Sans indicó que la revista Soldados, editada por la fundación del mismo nombre que presidía Martín Balza, habría recibido fondos de la SIDE durante el período en que el jefe de los espías era Hugo Anzorreguy. El texto sostiene que “esa suma habría oscilado entre 200 y 300 mil pesos mensuales” y que “Balza habría recompensado a Anzorreguy regalándole un camión REO perteneciente al Ejército”. Según el libelo, el ex jefe de la SIDE tendría ese vehículo en su estancia cercana a Gualeguaychú. Durante la audiencia del lunes, Anzorreguy no fue interrogado sobre estos datos porque el escrito de Monner Sans ingresó a la fiscalía de Carlos Stornelli cuando ya había comenzado el trámite. Sin embargo, fuentes judiciales no descartaron que, de comprobarse la veracidad del anónimo, el ex funcionario sea convocado nuevamente pero como sospechoso. En tal caso, el juez Jorge Urso se excusaría de intervenir porque mantiene una amistad con Anzorreguy. De hecho, su declaración testimonial tuvo lugar en la fiscalía.

 

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