¿Quién le
dijo que es el sábado?. Así Carlos Menem trató
de despistar ayer a la prensa y generar incertidumbre acerca de la fecha
de su casamiento con la conductora chilena Cecilia Bolocco, pero olvidó
llamar a los suyos a silencio: Será una ceremonia por civil
en la casa, precisó su propio hermano Amado y también
algunos de sus allegados, como Alberto Kohan y Eduardo Bauzá, confirmaron
que la boda será el próximo fin de semana. La Rioja, y Anillaco
en particular, siguen preparándose para la fiesta.
Menem buscó confundir en torno de la fecha de su boda con Bolocco
al término de una actividad que lo tuvo por protagonista en el
Consejo Nacional Justicialista. Yo he venido a inaugurar una escuela
de conducción justicialista y no a hablar de mi casamiento,
se quejó además cuando los periodistas le insistieron en
que diera precisiones sobre la ceremonia.
Amado, en cambio, se mostró mucho más locuaz y echó
por tierra la estrategia distractiva del ex presidente. Es este
sábado, por civil, dijo sobre la boda en Aeroparque, antes
de tomar el avión con rumbo a La Rioja para participar del enlace.
También precisó que la ceremonia nupcial será austera
y que se realizará en la residencia de su hermano en Anillaco,
conocida como La Rosadita, donde sólo se ofrecerá
un asado a cerca de un centenar de invitados.
Aún más precisiones que Amado, brindó el intendente
de la capital riojana, Luis María Agost Carreño, quien adelantó
que estaremos acompañando a nuestro Presidente (sic) con
felicidad. El funcionario, amigo personal de Menem, no sólo
explicó que el casamiento será el sábado 26,
sino que también reveló que será a las 12.30 y estará
a cargo de funcionarios del Registro Civil de La Rioja, que ayer mismo
viajaron a Anillaco para poner los papeles en orden. Incluso, contó
también que un sacerdote católico que deberá ser
trasladado especialmente hasta Anillaco bendecirá las alianzas,
aunque dejó en claro que eso no debe confundirse con el sacramento
matrimonial, dado que Bolocco ya estuvo casada por Iglesia.
Los ex funcionarios de confianza de Menem se manejaron con más
cautela, aunque no por eso dejaron de confirmar que la boda será
este fin de semana. El sábado voy a estar, pero no sé
quién va a ir, sostuvo Kohan.
Quienes fueron participados para concurrir a la fiesta es una de las grandes
incógnitas que el ex secretario General de la Presidencia no pudo
develar: La lista de invitados se excusó no la
hago yo, no es mi fiesta.
En tono de broma, Bauzá también dio por hecho que la boda
será el sábado. No puedo ser padrino, señaló
a propósito de que el casamiento no será por Iglesia y agregó
que viajará con las manos vacías porque yo soy...
diría tacaño, no hago regalos.
El ex titular de la Casa de la Moneda, Armando Gostanian, no aportó
datos, pero sí ironías. Fueron invitados (Fernando)
De la Rúa y (Darío) Lopérfido, señaló
primero y después aseguró que yo no voy porque mi
mujer no me deja.
Otra confirmación de la boda son los preparativos que se realizan
en Anillaco. Todos los trascendidos indican que el sábado habrá
dos fiestas para celebrar el casamiento: una privada en la casa de Menem
y otra más popular, para unas 400 personas, en la Hostería
Los Amigos, con asado y locro. La capacidad hotelera de Anillaco y sus
alrededores están casi agotadas y ya salieron souvenirs al mercado
a propósito del enlace.
CENA
PARA CERRAR LISTAS BONAERENSES
El Cavallo peronista
En el restaurante Piperno de
Puerto Madero, uno de los preferidos del ex gobernador Eduardo Duhalde
y del secretario de la Gobernación, Esteban Caselli, dirigentes
del PJ bonaerense y de Acción por la República buscaban
anoche cerrar un acuerdo en la provincia con vistas a las elecciones legislativas
de octubre. La negociación estaba centrada en determinar los puestos
que les corresponderían a los cavallistas.
Por el PJ, participaban del encuentro el ministro de Gobierno bonaerense,
Raúl Othacehé, José Pampuro uno de los principales
operadores de Duhalde, el intendente de La Plata, Julio Alak, y
el ex intendente de Avellaneda, Baldomero Alvarez de Oliveira. Mientras,
por AR, se sentaron alrededor de la mesa el ex diputado y titular del
cavallismo bonaerense, Guillermo Francos, el dirigente Néstor Cruces,
la concejal platense Alejandra Sturzenegger y los dirigentes Osvaldo Sawaya,
Gabriel Gómez y Aníbal Assef.
La posibilidad de un acuerdo entre el peronismo y el cavallismo en la
provincia había preocupado especialmente al Gobierno, que buscó
por todos los medios evitar una lista conjunta. Los hombres más
cercanos al presidente Fernando de la Rúa como su hijo Antonio
recomendaban cerrar trato con Domingo Cavallo en la provincia para mejorar
las chances del oficialismo. Pero, al mismo tiempo, el jefe de la UCR
y candidato a senador, Raúl Alfonsín, siempre puntualizó
que si lo obligaban a cerrar un acuerdo electoral con el cavallismo, él
bajaría su postulación.
La postura de Alfonsín sirvió como justificativo de los
cavallistas bonaerenses que se sentían más inclinados a
cerrar trato con el PJ, tal como hicieron en el 99, facilitando
el triunfo de Carlos Ruckauf. A los cavallistas no les preocupan las acusaciones
de algunos dirigentes del oficialismo que calificaron como esquizofrénica
la política de AR, que tiene a su líder como el principal
ministro del Ejecutivo y al mismo tiempo compite junto con la oposición.
En cambio, en Capital Federal, el cavallismo iría con sus propias
listas.
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