El premier Ariel Sharon ofreció
ayer su propia versión de cómo decir sí en israelí
a las recomendaciones de la Comisión Mitchell. Sin alardear de
la expresión alto el fuego unilateral, su ministro
de Defensa Benjamin Ben Eliezer ordenó al ejército algo
bastante parecido: sólo abrir fuego en caso de ataque.
Tras esta decisión, el ejército israelí debería
abstenerse hasta nueva orden de lanzar operaciones ofensivas contra los
palestinos. Sharon había pedido ayer por la noche a los palestinos
cesar la violencia inmediatamente y regresar a la mesa de negociaciones.
Pero un punto clave del informe Mitchell es el más conflictivo:
Sharon rechazó congelar la construcción de colonias judías,
aunque prometió no expropiar más tierras para extenderlas
en las áreas ocupadas de Cisjordania y la Franja de Gaza.
El ministro dio la orden de atenerse a las consignas que prevén
que el fuego será abierto únicamente en caso de peligro
mortal, anunció el ministerio de Defensa en un comunicado,
para continuar diciendo que Ben Eliezer llamó a la dirección
palestina a detener inmediatamente los actos de violencia y de terrorismo.
El informe de la Comisión (ver recuadro) presidida por el ex senador
norteamericano George Mitchell, que el lunes tuvo la aceptación
del Secretario de Estado Colin Powell, pidió una tregua inmediata
a la violencia, seguida de medidas para edificar la confianza entre las
partes en conflicto y el reinicio de las negociaciones de paz.
Ahmed Abdel-Rahman, un asesor del presidente de la Autoridad Palestina,
Yasser Arafat, interpretó que las declaraciones de Sharon implicaban
un rechazo al informe Mitchell. Los asentamientos son una bomba
de tiempo, mientras existan en tierras palestinas ocupadas, la resistencia
y la rebelión continuarán, afirmó. El ex jefe
negociador palestino Saeb Erekat acusó a Sharon de no haberse percatado
de que el informe contiene un llamado a Israel a implementar todos los
acuerdos alcanzados como parte de ese proceso de reconstrucción
de la confianza mutua. Esto incluye el retiro de los territorios palestinos
pactado en los acuerdos de Oslo, insistió Erekat en declaraciones
a la cadena de televisión CNN.La reacción norteamericana
fue previsiblemente diversa a la palestina. El presidente estadounidense
George W. Bush valora favorablemente la declaración de Sharon,
declaró ayer el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer.
El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, reiteró ayer
que está dispuesto a viajar en el momento apropiado
a Medio Oriente para ayudar a poner fin a los ocho meses de violencia
entre israelíes y palestinos, y por su parte, desde Nueva York,
el Consejo de Seguridad de la ONU llamó a Israel y a la Autoridad
Palestina a comenzar a poner en marcha inmediatamente las
recomendaciones del informe Mitchell. El Alto representante de la Unión
Europea (UE) para la Política Exterior, Javier Solana, afirmó
que el cese de la violencia israelo-palestina es una condición
preliminar a la puesta en marcha de medidas de confianza y depende de
la voluntad de las dos partes.
En el terreno, la violencia continuó ayer hasta el cese del fuego
condicionado ordenado por Benjamin Ben Eliezer. Los israelíes realizaron
cinco nuevas incursiones en sectores autónomos palestinos, cerca
de la ciudad de Gaza y en las localidades de Qarara, Deir el Balah y Rafah.
Tres obuses de mortero disparados por palestinos desde la Franja de Gaza
cayeron este martes en territorio israelí y un cuarto en la colonia
de Rafah Yam, en el sur de la Franja de Gaza. La violencia entre israelíes
y palestinos dejó desde el 28 de septiembre del año pasado,
cuando comenzó la Intifada, un saldo de 562 muertos, en su mayoría
palestinos.
Poco antes de la medianoche de ayer, las tropas israelíes ya recibieron
la orden del alto el fuego de parte de sus jefes, por orden expresa del
general Shaúl Mofaz, comandante de las Fuerzas Armadas. La decisión
de Sharon aún no ha sido respondida desde la Autoridad Nacional
Palestina de Yasser Arafat, quien había admitido la posibilidad
de un alto el fuego y de poner fin a la violencia al declarar que adoptaba
en bloque las recomendaciones de la Comisión Mitchell.
Claves
El ministro de Defensa
de Israel, Benjamin Ben Eliezer, ordenó ayer al ejército
abstenerse de acciones ofensivas en los territorios palestinos.
La sorpresiva orden fue
impartida horas después de que el premier Ariel Sharon demandara
un cese el fuego palestino para poder indicar a sus soldados que
depusieran las armas.
En conferencia de prensa
en Jerusalén, Sharon había rechazado la recomendación
del informe Mitchell de detener la política de asentamientos
en los territorios palestinos ocupados. Pero prometió no
expropiar más tierras con este fin.
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HABLA
OLIVIER RAFOWICZ, VOCERO MILITAR ISRAELI
Nos han declarado la guerra
Por Ferrán
Sales
Desde
Jerusalén
El teniente coronel Olivier
Rafowicz, de 38 años, portavoz del Ejército israelí,
no es un simple soldado. Licenciado en Ciencias Políticas, graduado
en la escuela militar de Maryland en Estados Unidos, fue miembro del equipo
de Israel en las negociaciones del acuerdo de Oslo II con los palestinos
entre 1994 y 1996 y más tarde responsable de información
en el sur de Líbano. Hoy, convertido en vocero de las tropas israelíes
para la prensa extranjera, hace un balance de la Intifada cuando ésta
se encuentra a punto de entrar en su noveno mes.
¿Es esto una guerra?
Entramos en este conflicto por obligación; no lo queríamos,
pero los palestinos nos han obligado a intervenir por la fuerza. Teníamos
que defendernos; desde que se inició la Intifada nos hemos visto
enfrentados a 5.000 incidentes, 1.000 bombas en carreteras, siete operaciones
suicidas y 28 intentos de ataque en el interior de Israel. A lo que hay
que sumar la puesta en libertad de todos los terroristas, que se encontraban
en prisiones palestinas. ¿Que otra cosa podíamos hacer,
que defendernos? La Intifada es como una pieza de teatro, escrita y puesta
en escena por los propios palestinos, después del fracaso de las
conversaciones de Camp David y con tres objetivos básicos: mejorar
su imagen de marca, deteriorada tras el rechazo de la propuesta de paz,
socavar la figura de Israel e internacionalizar el conflicto por medios
violentos, para favorecer así sus intereses. Ellos nos han declarado
la guerra, pero en nuestra opinión nos encontramos ante un conflicto
armado, de baja intensidad. Al mismo tiempo hay que reconocer que la Intifada
es para nosotros es un conflicto existencial, porque el resultado de esta
lucha definirá y afectara el futuro de nuestra nación.
¿Cuál es el balance de ocho meses de enfrentamientos?
Tenemos la fuerza suficiente como para limpiar los territorios y
acabar con la Intifada. Pero no es esto de lo que se trata; podríamos
ganar la guerra tácticamente pero perderla estratégicamente.
En esta contienda no sólo hay un aspecto militar, hay también
otros elementos, otras sensibilidades políticas, religiosas y humanas;
todas mezcladas, que tenemos que tener muy en cuenta cada día sobre
el terreno antes de disparar un solo tiro.
Con el gobierno de Sharon tienen mas libertad de actuar que con
el anterior de Barak, del que se decía que tenía un ejército
con las manos atadas...
Nadie puede decir que tenemos las manos libres y que
antes las teníamos atadas. Las cosas no se plantean
así en Israel; nuestras tropas dependen en un 100 por ciento del
mando político. No actuamos solos o por libre; hacemos lo que nos
manda el Ministerio de Defensa o el primer ministro.
¿Cuántas investigaciones han abierto por presuntos
errores cometidos por sus soldados?
Desde el principio de la Intifada hemos estudiado medio centenar
de supuestos errores cometidos por los soldados en combate. Diez de estos
supuestos errores los estamos investigando de manera aún más
seria y detallado; entre ellos la muerte de los cinco policías
palestinos en el puesto de Betunia o la muerte de un anciano, que resultó
ser un enfermo mental, en Hebrón. Hay otros casos que no hemos
podido investigar por falta de colaboración palestina, como la
del niño Mohamed Durra en Gaza. Y finalmente casos puntuales en
que nos hemos visto obligados a pedir excusas, como el de la pequeña
Imma de cuatro meses que murió en Jan Yunes. Nadie sin embargo
pregunta a los palestinos cuántos supuestos errores han investigado.
¿Sabe cuántas investigaciones han abierto ellos?Cero. Nadie
se da cuenta de esta asimetría. Nadie pide cuentas a los palestinos
por sus errores.
Se acusa a Israel de utilizar una fuerza desproporcionada para acabar
con la Intifada. ¿Cuál es la opinión del ejército?
No estamos delante de un grupo de jovenzuelos o patoteros. Estamos
ante un grupo de hombres armados, perfectamente entrenados y preparados.
Nos lanzan bombas y actúan como kamikazes suicidas. Tenemos que
contestar a ello de manera adecuada. El Ejército de Israel hará
todo lo posible para acabar con esta violencia.
¿Cómo justifican las ejecuciones sumarias de dirigentes
palestinos con métodos propios de guerra sucia?
Somos un Estado en guerra contra los terroristas. Las acciones puntuales
contra los terroristas son actuaciones excepcionales. Las llevamos a término
cuando no hay otra salida. Pero además estas operaciones las efectuamos
con precisión; después de recabar información y con
mucho cuidado de no provocar daños a terceras personas.
¿Cuál es la estrategia del enemigo?
La estrategia palestina ha cambiado; al principio la Intifada fue
una movilización popular, pseudo espontánea, que a los pocos
meses se ha ido transformando en una lucha armada, militar o paramilitar,
que se desarrolla en zonas urbanas o semiurbanas.
Desde el mes de febrero los palestinos empezaron a utilizar morteros.
¿Por qué les pone tan nerviosos este tema?
Nos preocupa la utilización de los morteros, porque esto
supone un cambio en las reglas del juego adoptadas hasta ahora.
Supone ascender un peldaño más en la escalada bélica.
No queremos que esto suceda. Si dejamos que esto pase nuestras ciudades
estarán totalmente amenazadas. Vamos a hacer todo lo posible para
acabar con los ataques de morteros; por eso destruimos las instalaciones
de Jenin, al norte de Cisjordania o la fábrica de Beit Jala, en
Gaza. Vamos hacer también todo lo posible para que les lleguen
todo tipo de armas, incluidas las más sofisticadas. Trabajamos
en ello, sabemos por ejemplo que ahora hay dos barcos que tratan de hacer
llegar armas a los palestinos.
¿Está la guerrilla funadamentalista libanesa de Hezbollah
dando apoyo sobre el terreno a los palestinos?
Hezbollah esta haciendo esfuerzos para entrar en el territorio e
implicarse directamente en el conflicto palestino. Es posible que haya
ya un cierto grado de coordinación. En cualquier caso es un tema
que nos tiene muy preocupados.
¿No les preocupa la contestación interna que este
conflicto tiene entre los soldados?
No hay contestación en el interior del Ejército, como
sucedió en Estados Unidos en la guerra de Vietnam. Y si la hay
la desconozco o es mínima. Aquí todo el mundo es consciente
de que este es un conflicto propio; si esta Intifada no se soluciona en
los territorios acabará estallando en el interior de Israel.
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