Magro triunfo el de Central.
No tanto porque ganó por un solo gol sino porque no jugó
nada bien. Batalló, pero le faltaron ideas para superar a un América
que sólo fue ordenado y con eso le alcanzó para perder por
poco y casi empatar. Que no hubiera estado mal, en el balance. Ahora,
la revancha en Cali es de difícil pronóstico para los de
Bauza. Pero los tres puntos ya están adentro. Y como están
las cosas, no es poco.
Un zapatazo implacable de Juan Antonio Pizzi le posibilitó a Central
terminar el primer tiempo un gol arriba del América pero aunque
maniató o poco menos en el medio a los colombianos no hizo
mucho más que el equipo de De la Pava. Por el contrario, los rojos
llegaron algo más. Pero los delanteros del América, sobre
todo el irresoluto Vázquez, no supieron aprovechar las contadas
aunque claras oportunidades de que dispusieron mientras que Pizzi sí
supo convertir en gol una pelota perdida tras un intento de Maceratesi
poco hizo por la derecha y vencer al inseguro Barbal con un
disparo alto desde afuera que tocó el travesaño. Fue ésa
la diferencia que hizo el equipo de Bauza. Nada más.
Tácticamente, Central se plantó a disputar el mediocampo
ante un rival que puso dos líneas de cuatro y no movió los
laterales. Y los de Bauza ganaron allí pero no supieron cómo
progresar. El hábil Equi, secundado porDe Bruno, algo hizo, pero
faltó desborde: sólo se sumó David Pérez,
pero centralizando, y Maceratesi no existió ni Erroz desbordó
jamás. Así, todo fue chocar. Los colombianos Zapata-Vargas
penas se conectaron con los de arriba, que tres veces resolvieron mal,
afuera o sin fuerza.
En el segundo todo fue más confuso (la neblina copó el campo)
y Central jugó peor. América tuvo algo más la pelota
pero no creó peligro, mientras los de Bauza chocaban cada vez más
empecinadamente. Se fue Maceratesi con razón, se fue Equi sin motivo
aparente, pero siguieron faltando desborde e ideas: nadie por afuera,
nadie de media distancia. Recién después de la media hora
el América se aferró al mal menor del 0-1 y Central empujó
con continuidad. Hasta que a los 37 América tuvo su momento: remató
Jersson González de afuera y el rebote que dio Tombolini lo resolvió
Roganovich con pelotazo al cuerpo del arquero, que salvó. Fue la
mejor.
VALENCIA-BAYERN
MUNICH EN MILAN
La gran final europea
Valencia y Bayern Munich disputarán
esta tarde a partir de las 15.45 la final de la Liga de Campeones en el
estadio Giuseppe Meazza de Milán. El equipo español, dirigido
por Héctor Cúper, y donde militan también Mauricio
Pellegrino, Roberto Ayala, Cristian Kily González y
Pablo Aimar, jugará por segunda vez consecutiva la final del torneo,
ya que la temporada última perdió en esa instancia 3-0 ante
el Real Madrid. En tanto, el conjunto alemán tratará de
tomarse un desquite de la final perdida, en 1999, 2-1 ante el Manchester
United.
Ambos equipos llegarán a esta final con esquemas basados en su
seguridad defensiva. Incluso, Héctor Cúper todavía
no definió al presencia de Aimar, ya que está pensando colocar
en su lugar a Albelda, un volante de contención. En ese caso, el
entrenador del Valencia resignaría a su jugador más talentoso
para armar un mediocampo más luchador que le permita equiparar
el potencial del rival en ese sector. Por el lado de los alemanes, el
único delantero neto que presentarán será el brasileño
Giovanne Elber, que apenas será acompañado por Mehmet Scholl,
un media punta con llegada. Por eso, las previsiones indican que será
un partido muy trabado, con los dos conjuntos más preocupados por
defenderse que por atacar. El Bayern tendrá la importante baja
de Jens Jeremies, quien se resintió de sus problemas en la rodilla
derecha, por lo que el técnico Ottmar Hitzfeld podría recurrir
al canadiense Owen Hargreaves para reemplazarlo. Las probables formaciones
son: Valencia: Cañizares; Angloma, Ayala, Pellegrino, Carboni;
Baraja, Mendieta, González, Aimar o Albelda; Sánchez, Carew.
DT: Héctor Cúper. Bayern Munich: Kahn; Sagnol, Linke, Andersson,
Kuffour, Lizarazu; Effenberg, Hargreaves, Salizhadmicic; Scholl y Elber.
DT: Ottmar Hitzfeld.
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