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BOCA Y RIVER JUEGAN POR CUARTOS DE LA LIBERTADORES
Tarde y noche con los grandes

Doble jornada de Copa. River, diezmado, recibe al Cruz Azul mexicano y
Boca se arriesga ante Vasco da Gama �sin Romario� en Río de Janeiro.

Boca en Río

En la que muchos consideran una final anticipada, Boca visitará esta tarde a Vasco da Gama por el partido de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores. Con todo su potencial, el actual campeón del torneo intentará rescatar un buen resultado ante uno de los mejores equipos del momento, para poder definir la serie la próxima semana como local. Más allá del poderío del conjunto brasileño, una buena noticia para Boca es que el goleador Romario no podrá estar presente porque todavía no se recuperó de su lesión en el gemelo derecho.
Con el ánimo templado y toda la confianza puesta para retener el título, el conjunto de Carlos Bianchi ensayará un cambio en defensa. Nicolás Burdisso ocupará la plaza de segundo marcador central, mientras que el habitual titular en ese puesto, Aníbal Matellán, se correrá hacia la izquierda para reemplazar a Clemente Rodríguez, expulsado el miércoles pasado en el encuentro que Boca igualó 1-1 con Junior. En cambio, el técnico mantiene una duda en la mitad de la cancha que recién develará sobre el comienzo del partido, aunque Gustavo Pinto aparece con mayores chances de ser titular que Omar Pérez, el otro candidato.
De esta manera, Bianchi intentará repetir el esquema que utilizó en Barranquilla ante el Junior, que le permitió ganar 3-2 y casi asegurarse la clasificación como visitante. La apuesta del técnico también tiene que ver con las virtudes de su adversario, que usa muy bien los laterales para atacar. “Vasco sale rápido en los contraataques y, con el apoyo de los laterales, crea una superioridad numérica”, analizó el entrenador boquense. Por eso, con tres volante de contención buscará minimizar las virtudes del rival.
Hasta el momento, el Vasco es el equipo de mejor desempeño en lo que va de la Copa, ya que ganó los ocho partidos que disputó. Por eso, a pesar de que el encuentro se disputará en horario laborable para ahorrar energía eléctrica, se espera un lleno total en el estadio Sao Januario. “Nuestro principal jugador frente a Boca será la afición. Esperamos colmar el estadio hasta el último sitio, y que la hinchada nos apoye durante 90 minutos”, comentó el entrenador Joel Santana, quien pidió a sus dirigidos una marca especial para frenar a Juan Román Riquelme y a Guillermo Barros Schelotto, a quienes considera como los jugadores más peligrosos de Boca.

 

River, en casa

Al mismo tiempo que lucha con San Lorenzo por conquistar el torneo Clausura, River continúa su búsqueda de la Copa Libertadores, y hoy intentará sacar una diferencia importante ante Cruz Azul de México, en un encuentro correspondiente a los cuartos de final. Después de dejar en el camino a Emelec de Ecuador, la semana pasada, el equipo conducido por Américo Gallego presentará esta noche una formación con muchos jugadores que habitualmente no son titulares, debido a que el próximo domingo recibirá a Almagro, por la decimoséptima fecha del campeonato local, y Gallego prefiere reservar a algunos futbolistas debido al exigente desgaste físico que vienen sufriendo.
Así, el entrenador determinó que no jueguen Hernán Díaz, Pedro Sarabia y Eduardo Coudet, debido a que presentan dolencias musculares, mientras que ya había quedado descartado Víctor Zapata, quien sufrió un desgarro el domingo pasado en el partido ante Belgrano. Además, Cardetti debe cumplir una fecha de suspensión. El que continuará jugando a pesar de su esguince en el tobillo izquierdo será Ariel Ortega, que ayer señaló taxativamente: “La decisión de jugar pasa exclusivamente por mí. Si bien me molesta un poco el tobillo, yo estoy bien físicamente; no es arriesgado y tengo muchas ganas de jugar. Estoy bien y no voy a tener problemas para estar”. Por su parte, el médico del plantel Luis Seveso, afirmó que Ortega “está jugando con un bloqueo que se hace precisamente para impedir el dolor. Viene realizando un trabajo kinésico y juega con un doble vendaje. Hicimos todo esto para que no tenga que ser infiltrado”.
En cuanto a las versiones que indican que el delantero Javier Saviola emigrará al Barcelona de España el mes que viene, el presidente de River David Pintado dijo ayer que “no hay ningún pedido oficial”. Contrariamente, el vicepresidente Alfredo Davicce había indicado el último fin de semana que la trasferencia ya estaba casi concretada.
Por el lado de los mexicanos, cabe recordar que en el equipo dirigido por José Luis Trejo juegan los argentinos Angel Morales y Gonzalo Belloso, y además se destaca el goleador paraguayo José Saturnino Cardozo, que llegó al club hace 15 días como refuerzo para la segunda ronda del certamen. Cardozo también integra el seleccionado de su país.

 


 

YA REPARTIERON 50.000 ENTRADAS
El Centenario millonario

Mientras David Pintado mira con lupa la organización del partido del domingo ante Almagro y se esfuerza por garantizar la “buena letra” de su hinchada y pone especial cuidado en recalcar que “River no debe perder en los escritorios los puntos que gane en la cancha”, River tiene –como si fuera poco con los compromisos de Copa y Clausura– otro partido entre el de esta noche y el domingo: el del Centenario. Pero ése tiene el éxito y el lleno garantizado. Es que las 50.000 entradas distribuidas gratuitamente entre los hinchas para el partido del próximo viernes ante Peñarol, con el que el club de Núñez celebrará su centenario, quedaron agotadas ayer, según informó la tesorería riverplatense.
River Plate cumplirá cien años el próximo 25 de mayo y, como ocurre históricamente cada vez que celebra un acontecimiento importante, su equipo –en este caso una “selección” de ayer y de hoy– se enfrentará a Peñarol de Montevideo, habitual partenaire en estos partidos de homenaje y recordación. Se informó que el viernes partirá una caravana desde el Obelisco hasta el Monumental y que los organizadores de la fiesta riverplatense tienen previsto soltar 20.000 globos con los colores rojo y blanco que portarán una bandera del club de “mil metros (sic) por cinco”.

 

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