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Por Adriana Meyer
 “De las armas me encargo
yo”, habría dicho Carlos Menem en 1995. Así lo declaró
la ex primera dama Zulema Fátima Yoma ante el juez Jorge Urso en
la causa que investiga la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador. Aunque
presentó documentación, su testimonio no aportó demasiado,
según comentó a Página/12 uno de los investigadores.
La mujer aseguró que vio dos veces al traficante de armas sirio
Monzer Al Kassar e insistió en que a Carlitos lo mataron porque
investigaba el tráfico de armas y droga. Su hija Zulemita, que
la acompañó a los tribunales federales, salió en
defensa del tío Emir Yoma, preso como presunto organizador de la
maniobra investigada.
Zulema Yoma dijo que el diputado cavallista Franco Caviglia le comentó
que el 18 de marzo de 1995, durante una reunión ocurrida tres días
después de la muerte de Carlitos Menem hijo, el ex presidente habría
pronunciado esa frase. Pero cuando el magistrado le pidió precisiones,
la ex primera dama contestó que no recordaba quiénes habían
participado del encuentro. La testigo aseguró que en el poco tiempo
que formó parte de la familia presidencial escuchó hablar
de las armas “en general” pero no en particular. A Al Kassar
lo vio una vez en la residencia de Olivos y otra en una fiesta organizada
por Munir Menem. El traficante le regaló un collar de diamantes
y un fusil de asalto ruso como el que recibieron sus hermanos.
La ex primera dama indicó que los senadores Carlos Corach, Eduardo
Menem y Eduardo Bauzá y el ex funcionario Alberto Kohan deben saber
sobre la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia, pero no involucró
en el caso a su hermano, Emir Yoma. Recordó que la única
vez que lo visitó en las oficinas de la calle Paraguay acudió
para pedirle que le sacara el helicóptero que le había regalado
porque temía que le ocurriera algo. Al salir de la audiencia, Zulema
Yoma aclaró que no tiene información sobre la venta ilegal
de armas y que su presencia ante la Justicia estuvo relacionada con aportar
información sobre la muerte de su hijo. En tal sentido, los investigadores
destacaron que el afán de la testigo se centra en la reapertura
de la causa que investigó la muerte de Carlitos Menem pero afirmaron
que esa cuestión no tiene nada que ver con el objeto de la causa.
Sin embargo, la testigo reiteró que antes de morir su hijo le manifestó:
“mamá, me están siguiendo. Estoy investigando la causa
de las armas. Aquí están traicionando al papi, hay tráfico
de armas y drogas”. Carlos Menem hijo falleció el 15 de marzo
de 1995 cerca de Villa Ramallo, cuando el helicóptero que piloteaba
–y en el que también viajaba el automovilista Silvio Oltra–
se precipitó provocándoles la muerte de sus ocupantes. Yoma
sostiene que el hecho se debió a un atentado pero el juzgado federal
de San Nicolás y la Cámara de ese fuero concluyeron que
se trató de un accidente y dispusieron el archivo de esa causa.
“Ruego a Dios ilumine al fiscal (Carlos Stornelli) y al señor
Juez (Jorge Urso) para que en esta hora histórica de nuestro país
tomen conciencia de que todos los habitantes de la Nación tienen
su mirada desesperanzada puesta sobre ellos”, señaló
Yoma en un comunicado. Entre la documentación que presentó
se destaca una carta enviada por el ex agente de la SIDE Carlos Aguilar
Rizzi quien el 9 de diciembre de 1994 alertó sobre un atentado
que se cometería en los siguientes tres meses, y la carta escrita
y firmada por Carlos Menem hijo a su padre cuando fueron expulsados junto
a su madre y su hermana de la residencia de Olivos, en junio de 1990.
Zulema cuyo rostro lucía renovado y rejuvenecido fue acompañada
por su hija Zulema María Eva Menem, quien lamentó la situación
por la que atraviesa la familia, en especial su tío Emir a quien
consideró como “un segundo padre”. Zulemita aseguró
que está “muy orgullosa de llevar el apellido Yoma, creo que
hay una persecución sobre todos nosotros, mi tío está
siendo el pato de la boda”. Mientras no pudo ocultar una sonrisa
por la involuntaria alusión al inminente casamiento de su padre
con la modelo Cecilia Bolocco, su madre la interrumpió para aclarar
ante los periodistas que su hija había hablado con “el corazón
de sobrina”. Según Zulema, no cabe la “menor duda”
que si se esclarece el tema de las armas se dilucidará la muerte
de su hijo.
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La voz de la parentela
¿Tiene valor la declaración de la ex esposa de un
imputado? El artículo 242 del Código Procesal Penal
señala que “no podrán testificar en contra del
imputado, bajo pena de nulidad, su cónyuge, ascendientes,
descendientes o hermanos, a menos que el delito aparezca ejecutado
en perjuicio del testigo”. El sentido de esta norma apunta
a impedir que se trasladen a los tribunales los conflictos familiares
y a que ninguna persona esté obligada a declarar en contra
de un pariente. En este caso, entonces, las palabras de Zulema Yoma
respecto de Carlos Menem son válidas. Si la ex primera dama
hubiera pronunciado algún concepto incriminatorio contra
su hermano Emir seguramente el juez no lo hubiera tenido en cuenta
al momento de dictar su resolución. Sin embargo, sí
contarían de ser declaraciones favorables.
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Un mal cumpleaños
para Balza
El general Martín Balza podría pasar su próximo
cumpleaños en prisión. El 13 de junio cumple 66 años
y ese día tiene cita con el juez Jorge Urso que lo espera
para interrogarlo como sospechoso de haber integrado la asociación
ilícita que perpetró la maniobra de venta de armas
a Croacia y Ecuador. El fiscal Carlos Stornelli lo acusó
de ser uno de los organizadores de la banda y todo indica que el
magistrado compartiría ese criterio. Los últimos testimonios
recogidos en el expediente –el del ex embajador en Panamá
Juan Bautista Yofre, el del embajador en Estados Unidos Guillermo
González, los dos que dio el ex interventor de Fabricaciones
Militares Luis Sarlenga y el del ex funcionario de la fábrica
de Río Tercero Domingo Tissera– perjudicaron su situación.
Y los generales que están desfilando por el juzgado a pedido
suyo tampoco lo han beneficiado. Además, ayer fueron allanadas
las oficinas de la revista Soldados, editada por la fundación
del mismo nombre que presidía el ex jefe del Ejército,
que podría indicar un vínculo entre Balza y Emir Yoma,
uno de los auspiciantes de la publicación. El general siempre
negó tal relación. “Llega acá con la nafta
justa”, bromeaban ayer en Comodoro Py al referirse a la probable
detención del ex jefe del Ejército, que se produciría
inmediatamente después del interrogatorio del 13 de junio.
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LA
ESTRATEGIA JUDICIAL MENEMISTA
En pos de Cavallo
Por Diego Schurman
Buscó a Erman González
en el celular. Pero debió conformarse con un intercambio de palabras
con su abogado, Fernando Archimbal. A esa altura de la mañana,
cuando todavía la niebla cubría la ciudad, Carlos Menem
comenzaba a dar muestras de preocupación. Por eso rápidamente
ordenó reunir a su tropa para acordar una respuesta política
a la detención de su coterráneo. Esa respuesta fue exigir
la citación del ministro de Economía, Domingo Cavallo, quien
también puso su firma en los decretos de ventas de armas.
La estrategia menemista responde a una de las lógicas de poder:
si cae uno caemos todos. En otras palabras, si Emir Yoma y Erman ya están
presos es hora de “tocar” a la Alianza, al menos para frenar
la escalada. Y quién si no que Cavallo, que por su condición
de ministro podría afectar la “gobernabilidad”.
El tema se conversó en una reunión que el ex presidente
mantuvo con diputados y senadores menemistas en la sede del Fepac, en
Callao al 1515. Entre otros, se vio transitar por allí a Eduardo
Bauzá, Claudio Sebastiani, Alberto Tell, Eduardo Menem, Adrián
Menem, Daniel Scioli, Olijela del Valle Rivas y Marta Alarcia.
“A mí también me llama la atención que Cavallo
no haya sido citado”, dijo Alarcia en un aparte con el ex mandatario.
“Pero ya lo van a llamar, ya lo van a llamar...”, se descargó
Menem luego de invitar a la cordobesa a su boda en La Rioja (ver página
11) y preguntarle, socarronamente, cuándo se casaba ella.
Después del encuentro, el discurso de los otros legisladores presentes
era calcado: “Cavallo era el superministro, estaba en todo, y de
pronto no sabe nada del affaire Banco Nación-IBM, DGI-IBM y el
contrabando de la Aduana ¿Cómo puede ser?”, relataban.
Las rondas de conversaciones se extendieron a lo largo de la jornada.
Menem se telefoneó con Carlos Corach y luego hizo un aparte con
su abogado Oscar Roger. La astucia de poner a competir la noticia de su
boda con el tráfico de armas no le hizo perder su preocupación.
Como si fuera poco, Mohamed Alí Seineldín insistió
ayer en que debe ir preso, y su ex mujer, Zulema Yoma, extendió
en Comodoro Py las sospechas hacia Bauzá, Corach y Alberto Kohan,
quienes, a su entender, deberían saber algo sobre el tráfico
de armas.
En el mundillo judicial aseguraban que en el menemismo esperaban para
un momento u otro la detención de Erman. En el entorno de Bauzá
y sobre todo de Corach, un hombre que sabe estar informado de los movimientos
de los jueces, insistían, sin embargo, que la noticia los había
tomado por sorpresa y que estaban preocupados. “Sí, es verdad,
estamos atentos a este tema. Hay un interés mediático muy
grande en este caso. Pero a nosotros nos preocupa la situación
del país”, dijo Kohan, quien llegó a la Fepac cuando
los legisladores se marchaban.
–Parece una respuesta evasiva. ¿O usted piensa que Erman González
es inocente? –le preguntó Página/12.
–Yo creo que lo que hizo lo hizo en el marco de la legalidad.
–La Justicia no dice lo mismo.
–Mi opinión es que actuó en el marco de la legalidad,
nada más. No opino más.
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