Por Romina Calderaro

Lo decidieron la noche del martes, en el restaurant Happening: un grupo de operadores del cavallismo y del PJ bonaerense conformarán una comisión que busque “acuerdos programáticos” entre ambas fuerzas para enfrentar las elecciones de octubre. La idea es tejer una alianza, pero aún no hay acuerdo en el armado de las listas. Los cavallistas quieren que la segunda candidata a senadora sea Alejandra Sturzenegger, pero Hilda “Chiche” de Duhalde, la esposa del ex gobernador bonaerense Eduardo Duhalde, no está de acuerdo con esa movida. También hay tironeos a la hora de negociar cuántos diputados le corresponden a cada fuerza. La flamante comisión quedó integrada por el ex intendente de Avellaneda Baldomero “Cacho” Alvarez y el intendente de La Plata, Julio Alak –por el PJ–, y el vicepresidente de AR bonaerense, Néstor Cruces, y el dirigente Gastón Pérez Izquierdo, por Acción por la República.
La decisión de formar una comisión fue tomada la noche del lunes durante una cena de la que participaron, por el cavallismo, Guillermo Francos, Néstor Cruces, la concejala platense Alejandra Sturzenegger y los dirigentes Osvaldo Sawaya, Gabriel Gómez y Aníbal Assef. Por el PJ participaron el ministro de Gobierno bonaerense, Raúl Othacehé, y José Pampuro, uno de los principales operadores de Eduardo Duhalde.
Mientras los cavallistas consultados por este diario aseguraron que la negociación está trabada por una cuestión de cargos, los duhaldistas dijeron que ése es un tema menor y que el verdadero problema es llegar a un acuerdo respecto del discurso con el que la eventual alianza enfrentará las elecciones visto y considerando que Domingo Cavallo es el ministro de Economía del oficialismo y que Duhalde y Ruckauf son dos dirigentes de la oposición, lo que habla a las claras de un acuerdo desprovisto de contenido ideológico, meramente electoralista.
Uno de los puntos claves en la negociación es la candidatura de Alejandra Sturzenegger, que está trabada por la negativa de “Chiche” de Duhalde, quien se niega a resignar el lugar de “su” candidata, Mabel Müller. La posibilidad de que Mabel Müller vaya como primera candidata a diputada y no como segunda senadora, que fue analizada, no sería del agrado de la esposa del ex gobernador bonaerense, quien querría postularse ella misma. “Fui candidata cuando perdíamos, no veo por qué no voy a presentarme ahora que ganamos”, dicen que razona.
La comisión comenzaría a funcionar en las próximas horas y ya se estableció una nueva reunión dentro de diez días, en la que ambas fuerzas llevarán un documento programático. La idea es que del análisis de esos dos documentos surja un tercero, consensuado, que siente las bases de la alianza. “Si no hay acuerdo en la visión de la política económica, es casi imposible plantear una campaña conjunta”, dijo una fuente duhaldista.
Otro de los temas que todavía queda por discutir es el vinculado a los niveles de acuerdo que se puedan alcanzar “porque mientras el PJ pretende conformar listas conjuntas tanto a nivel de legisladores nacionales, provinciales y municipal, AR es proclive a dejar en libertad de acción a los distritos”, explicó una fuente cavallista. Sin embargo, destacó que “la intención de llegar a un acuerdo está por las dos partes. Los operadores estamos facultados para allanar los caminos, pero la resolución final correrá por cuenta de la conducción”, finalizó.

FALLIDA GESTION DE IBARRA PARA CONTENER AL PSD
Los socialistas, con lista propia

Por Santiago Rodríguez

Aníbal Ibarra trató de convencerlos hasta último momento; les remarcó que en la ciudad “hay Alianza” y que la situación no es igual a la nacional, que no había incorporado al cavallismo a su gestión y también que ideológicamente sentía que todos compartían el mismo espacio político. Pero no hubo argumento que valiera: aunque ratificó su apoyo al gobierno porteño, la cúpula del Partido Socialista Democrático decidió presentarse a las elecciones de octubre próximo por fuera de la Alianza e impulsar la postulación de Alfredo Bravo como senador por la Capital Federal. Como consecuencia de esa determinación, el socialismo democrático formará en un par de semanas su propio bloque en la Legislatura local. Norberto Laporta renunciaría a su cargo de secretario de Medio Ambiente porteño en los próximos dos meses.
Ibarra hizo su último intento por contener a los socialistas democráticos bajo el ala de la Alianza en la ciudad anteanoche, durante la reunión que la conducción de ese partido había convocado para definir su estrategia electoral. Muestra del interés que el jefe de Gobierno porteño tenía en realizar esa gestión es que antes de viajar a Europa le solicitó a Bravo que postergara el encuentro, previsto en principio para la semana pasada, para así poder exponer las razones por las cuales consideraba que los socialistas debían mantenerse dentro de la coalición en la ciudad.
“Lo positivo fue que todos coincidimos en que la ciudad es progresista, que compartimos el mismo espacio político y que hay que apoyar el gobierno. Pero en cuanto a las elecciones hay una visión distinta: Ibarra cree que la gente va a votar su gestión y nosotros creemos que va a votar a favor o en contra del Gobierno nacional”, sintetizó un socialista. Además de la conducción de ese partido en el distrito, de la reunión participaron Bravo el también diputado Héctor Polino, los legisladores porteños Raúl Puy y Fernando Finvarb.
Lo que el jefe de Gobierno expuso ante los socialistas no fue otra cosa que lo que viene repitiendo tanto en público como en privado en los últimos tiempos: que en la ciudad se mantiene la composición original de la Alianza y que es necesario preservar ese espacio político común a todas las vertientes progresistas y defenderlo.
Los socialistas le reconocieron que así es, pero que no tienen margen para presentarse en las listas aliancistas de la Capital, después de haber abandonado la coalición a nivel nacional y creado el ARI junto a la radical disidente Elisa Carrió. “Nuestra decisión no es contra Ibarra, sino la consecuencia política de habernos ido de la Alianza”, explicó Puy a Página/12, y evaluó que “tarde o temprano volveremos a estar juntos”.
Quizás con miras a ese día, Bravo aprovechó la reunión para criticar la conducción hegemónica del Frepaso por parte del Frente Grande y se quejó de que “(Chacho) Alvarez siempre hizo y deshizo como quiso, al punto que nos metió en la Alianza y después se fue sin siquiera consultarnos”. Polino aportó lo suyo al preguntarse “quién trajo a Cavallo sino Chacho”.
Puy y Finvarb se separarán del bloque de la Alianza, aunque en los hechos seguirán trabajando junto al Frepaso con la venia del mismo Ibarra, quien no se plantea cambiar la relación con los socialistas. Laporta –el candidato a diputado que el jefe de gobierno tenía en mente para contener al socialismo democrático– abandonaría su lugar en el gabinete.

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