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CAVALLO HARIA HOY EL ANUNCIO EN LA BOLSA DE COMERCIO
El megacanje, caro pero cerca

Economía espera postergar vencimientos por hasta 11 mil millones de dólares de los próximos cinco años. Pero deberá pagar por los nuevos títulos una tasa del 15 por ciento, contra 9 de los actuales.

Daniel Marx, secretario de Finanzas. Entusiasmo ante la expectativa de despejar el peligro.

Por Claudio Zlotnik

Domingo Cavallo podría anunciar hoy mismo el megacanje en la Bolsa de Comercio. Todo depende de que la SEC –el ente que controla el negocio bursátil en los Estados Unidos– apruebe la operación, algo que en el Palacio de Hacienda aguardan ocurra esta mañana. “Estamos a muy pocas horas de anunciarlo”, señaló ayer Daniel Marx. La ansiedad de los funcionarios se debe a que en el megacanje está depositada la esperanza de lograr una sensible mejora del riesgo país, capaz de reactivar la economía. El objetivo de la operación, según comentó a Página/12 uno de los organizadores de la operación, es patear hacia adelante vencimientos por entre 10 y 11 mil millones de dólares pautados entre este año y el 2005. Para concretar esta aspiración, el canje debería englobar bonos por entre 15 y 20 mil millones de dólares.
Anoche, en Wall Street, las autoridades bursátiles todavía analizaban los detalles del canje propuesto por Economía, que tuvo el acuerdo de los siete bancos coordinadores. Tal como adelantó este diario, en el prospecto enviado figura que Economía emitirá cinco nuevos bonos –de entre 5 y 30 años de plazo– que reemplazarán a los viejos títulos que sean rescatados del mercado.
Como las dudas de los inversores se centran en si la Argentina podrá cumplir con los pagos de corto plazo, Cavallo se decidió a aliviar vencimientos entre lo que resta de este año y el 2005. En total, durante este lapso, Economía debería cubrir vencimientos por unos 78.000 millones de dólares, entre títulos públicos y préstamos tomados de organismos internacionales y de la banca comercial.
De aquel total, 7300 millones vencen en lo que resta de este año. Otros 17.850 millones en 2002; 21.580 millones en 2003; 18.300 millones en 2004 y 12.850 millones en 2005. Como el canje es voluntario, su resultado recién se conocerá el lunes 4 de junio, una vez finalizada la suscripción. Pero quienes armaron la operación esperan que el desahogo financiero trepe a 2500 millones este año; 3500 millones el que viene; otros 2000 millones en el 2003 y entre 750 y 1000 millones tanto en 2004 como en el 2005. De esta manera, se estarían postergando para más adelante pagos de entre 10 y 11 mil millones de dólares.
Pero todo tiene su costo. A cambio de patear la pelota hacia adelante y despejar las dudas de los financistas, Cavallo deberá hacer frente a nueva deuda que, en promedio, tendrá un costo de entre 14 y 15 por ciento anual. Bastante superior al 9 por ciento anual que al Estado le cuesta la deuda vieja. Frente a esta realidad, en Economía se defienden mediante dos argumentos. Uno, que es preferible endeudarse a tasas de interés altas antes que caer en cesación de pagos. Y en segundo lugar, que si se tuvieran que refinanciar la deuda vieja, los inversores también reclamarían tasas similares a las que al fin de cuentas se verán en el megacanje. Otro costo que afrontará Cavallo tiene que ver con las comisiones que embolsarán los siete bancos coordinadores de la operación, el 0,55 por ciento del total. Es decir, entre 83 y 110 millones de dólares dependiendo de si el canje totaliza 15 ó 20.000 millones. Por último, Economía abonará a los inversores un “premio” por los bonos viejos. En canjes anteriores, ese sobreprecio orilló el dos por ciento.
¿Quiénes se sumarán al canje?
Los bancos, AFJP, compañías de seguros y fondos de inversiones extranjeros. En sus carteras, las entidades financieras cuentan con 15.000 millones de dólares en títulos; las AFJP tienen 11.000 millones y las aseguradoras otros 2800 millones. Y se calcula que los principales fondos de inversiones foráneos retienen otros 30.000 millones. Para seducirlos, Cavallo y parte del equipo económico iniciarán una gira por Europa y los Estados Unidos no bien se anuncie la operación.
¿Cuáles serán los nuevos títulos?
Habrá cinco. El menor, a cinco años de plazo, será un Bono Pagaré a tasa flotante, que dependerá de la evolución de la tasa de interés promedio que rindan los depósitos a plazo fijo. Habrá también dos títulos a siete años de plazo, uno de ellos nominado en pesos, con una tasa creciente en el tiempo. Por último, los Globales de largo plazo –a 17 y 30 años de plazo- tendrán una renta fija pero tendrán un período de gracia, de entre tres y cinco años, lapso durante el cual Economía no pagará intereses. Ambos títulos fueron pensados para los inversores institucionales locales y del exterior que poseen bonos de largo alcance pero por los cuales se pagan intereses cada tres o seis meses.
¿Cuáles son los bonos que se aceptarán?
La gran mayoría de los que están en circulación, con excepción de las Letes. Si bien Economía quería incluirlas, los bancos se negaron.

 

Un mercado transparente

Fernando de la Rúa firmó ayer el decreto de reforma de las regulaciones para garantizar la “transparencia” del mercado de capitales y reducir el costo de las operaciones. La reforma busca proteger a los pequeños inversores, al propiciar reglas que castigan la manipulación de información y un sistema de arbitraje, de modo de rebajar el costo de la resolución de conflictos. Uno de los objetivos principales del proyecto, que estaba siendo analizado desde hace un año, es impedir que los pequeños inversores sufran perjuicios por la información reservada o privilegiada de las compañías que cotizan acciones o títulos de deuda en la Bolsa. Según Daniel Marx, secretario de Finanzas, el “Régimen de Transparencia” “busca ampliar las vías de financiamiento y el ahorro de las empresas cotizantes”. De la Rúa aplicó la reforma por decreto gracias a las facultades extraordinarias que le concedió el Parlamento, a finales de marzo pasado. Según estiman en el Palacio de Hacienda, esta reforma facilitará el acceso de los inversores particulares a la Bolsa y, de esa manera, se fomentará tanto el ahorro interno como se tornará más accesible el financiamiento por partes de las compañías.

 

NUEVO ENFRENTAMIENTO DE CAVALLO CON BANQUEROS
“Los bancos están cartelizados”

Un día antes de lanzar el megacanje, Domingo Cavallo volvió a enojarse con los banqueros. “Están cartelizados”, acusó. Frente a él, ocupando las primeras filas que se habían colocado en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, los banqueros recordaron una noche de hace dos meses cuando el ministro también los había criticado en el Banco Nación, por el mismo motivo: las tasas de interés que las entidades financieras le cobraron al Gobierno para refinanciar Letras del Tesoro (Letes) de cortísimo plazo.
“Cuando veo lo que ha pasado con la licitación de Letes y varias otras cuestiones relacionadas con el funcionamiento del sistema financiero, me convenzo cada vez más que hace falta que los títulos públicos y privados circulen en la Argentina y sean adquiridos por las familias y los inversores individuales. De tal forma que el propio sistema financiero tenga una competencia y no se cartelice”, disparó Cavallo frente a la selecta audiencia que había concurrido al lanzamiento del nuevo “Régimen de transparencia” en el mercado de capitales.
La ácida crítica del ministro se dio un día después de que Economía debió afrontar tasas superiores al 12 por ciento anual para refinanciar Letes a tres y seis meses de plazo. Estos costos, que hacen impensable una rápida recuperación de la economía, ya habían sido cuestionados por el propio Cavallo no bien asumió. “Son tasas ruinosas para la economía”, había dicho en aquel entonces, a la vez que prometió que nunca más las convalidaría.
Los representantes del sistema financiero, una vez finalizado el acto, no ahorraron críticas a Cavallo, aunque en estricto off the record. “Nos invitan para retarnos”, señaló un banquero. “Mingo volvió a las andadas. No sé para qué vinimos”, disparó otro. “Es un incontinente verbal”, cerró un tercero antes de cruzar la puerta de salida. Era el mediodía y acababa de finalizar otro ruidoso choque entre Cavallo y los hombres de la city.

 

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