La Argentina tiene, a partir
de ayer, un triste privilegio: uno de los nueve casos que Amnistía
Internacional considera emblemáticos de las violaciones a los derechos
humanos ocurrió en el país. Al conmemorar sus 40 años,
la organización eligió esos nueve hechos como símbolo
para denunciar la vigencia en el mundo de la aplicación de torturas.
El caso argentino es la muerte de una travesti en una comisaría
de Córdoba, en febrero del año pasado. Los policías
que la detuvieron aseguraron que Vanesa murió por causas
naturales, pero su autopsia reveló que había sufrido
graves torturas.
Vanesa Ledesma, de 47 años, militaba en la Asociación Travestis
Unidas de Córdoba (ATUC) y fue detenida el 11 de febrero de 2000
en un bar, durante una pelea, acusada de provocar daños en el local.
Murió cinco días después en la comisaría 18ª
de la capital cordobesa. La policía y tres investigaciones judiciales
cerradas indicaron que la víctima cuyo nombre legal era Miguel
Angel Ledesma, murió por una crisis cardíaca. Y aseguraron
que padecía sida, consumía drogas y tenía una malformación
congénita. Al evaluar el caso, César Cigliutti, de la Comunidad
Homosexual Argentina (CHA), se preguntó, entonces, por qué
Vanesa murió en la comisaría y no en un hospital, si es
que estaba tan enferma.
La CHA presentó el caso a Amnistía Internacional por la
serie de irregularidades que se fueron sucediendo: Cigliutti aseguró
que en una primera autopsia, cuyo resultado se filtró a la prensa
cordobesa, se reconocía que Vanesa había muerto a
golpes, pero luego cambiaron el informe y dijeron que fue
por un paro cardiorrespiratorio. También consideró
que las tres investigaciones fueron contradictorias entre sí,
y contó que el cuerpo de Ledesma había sido entregado en
un ataúd cerrado. Sus compañeras abrieron el cajón
y le tomaron fotos al cuerpo, donde se ven las marcas de la tortura: no
tenía un centímetro sin tajo, golpe o moretón, y
sus muñecas evidenciaban haber sido esposada. Tenía tajos
en las plantas de los pies y un fuerte golpe en la sien, describió
Cigliutti.
En ese marco, la CHA fue recibida por el gobernador de Córdoba,
José Manuel de la Sota, a quien le reclamó la investigación
del desempeño policial y hospitalario, aunque hasta ahora no fue
concretada. Fuentes de la Fiscalía General de Córdoba confiaron
a este diario que se trabaja para reanudar la investigación.
El 28 de mayo de 1961, Amnistía Internacional lanzó su primera
campaña para una llamada en favor de la liberación de seis
presos políticos en el mundo. Cuarenta años después,
la organización eligió nueve casos simbólicos para
manifestar su lucha contra la tortura en el mundo. Además de la
muerte de Vanesa Ledesma que según la CHA demuestra la
sistemática persecución policial y la homofobia en el país
los otro hechos señalados ocurrieron en Brasil, Sierra Leona, Congo,
Laos, Kenia, Israel, Estados Unidos y Austria.
Amnistía Internacional convocó a enviar una carta a De la
Sota a la sede del gobierno cordobés, en la que, bajo el título
¡Actúa ya! ¡Tortura, nunca más!,
se le pide su respaldo a la campaña mundial para erradicar la tortura.
Por su parte, el secretario de Derechos Humanos de Córdoba, Guillermo
Johnson, cuestionó la decisión de Amnistía y destacó
que la instancia judicial, que agotó la investigación a
través de la tarea de tres magistrados, concluyó en la falta
de responsabilidad del personal policial en la muerte de Ledesma. Johnson
indicó que debía creer en la Justicia de Córdoba,
por lo que consideró que no tiene razón de ser
poner a este hecho como un caso simbólico en el mundo de violación
a los derechos humanos.
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