El obispo de Catamarca se pintó
la cara. Elmer Miani anunció ayer que no celebrará el tradicional
tedéum del 25 de Mayo en la Catedral catamarqueña como muestra
de su disconformidad con la revocatoria de la enseñanza religiosa
en las escuelas públicas y privadas, dispuesta por el gobierno
de esa provincia en abril, después de que la Delegación
de Asociaciones Israelitas en Argentina (DAIA) presentara una denuncia
contra el gobierno por discriminación. La medida fue anunciada
por el cura franciscano Juan Carlos Larcher, miembro de la Comisión
Episcopal provincial, en una rueda de prensa en la que lanzó insólitas
acusaciones contra la comunidad judía: Son cuatro o cinco
familias que argumentaron discriminación, cuando en realidad ellos
hicieron discriminación en contra de la mayoría absoluta
de todos los católicos de la provincia, sostuvo el religioso.
Nos duele que los israelitas, que son (quienes) discriminan y viven
con esa idea de la persecución que tuvieron a través de
los siglos, nos vengan a ofender nacional e internacionalmente,
agregó. Mientras el gobierno catamarqueño optó por
no hacer declaraciones, las autoridades de la DAIA aún no salieron
del asombro. Creo que es un comportamiento sumamente peligroso,
que podría fomentar cierta violencia contra las minorías
a la que ninguno de nosotros desea retrotraerse, consideró
José Hercman, presidente de institución.
Las declaraciones de Larcher guardián de la orden franciscana
y miembro del colegio Padre de la Quintana estallaron como una bomba
ayer por la mañana, en una rueda de prensa con algunas radios catamarqueñas.
Nos han agredido sacándonos lo más digno que tenemos,
que son los niños y los jóvenes, argumentó
el cura tras anunciar la decisión del obispo Miani. El miembro
de la Comisión Episcopal señaló a los periodistas
que ese organismo envió una nota al gobernador Oscar Castillo,
donde solicitan que se declare nulo el decreto de prohibición
de la enseñanza religiosa en las escuelas, porque se viola la Constitución
Provincial, que ampara a la religión católica y la educación
cristiana. El problema entre la Iglesia y el Gobierno surgió
el 24 de abril último, cuando la filial local de DAIA pidió
la derogación de la enseñanza religiosa en las escuelas
de Catamarca, establecida en 1999.
La inclusión de la enseñanza religiosa como materia
obligatoria en el primer, segundo y tercer tramo de la Educación
General Básica constituía un acto discriminatorio no sólo
para la comunidad judía, sino para todas las minorías religiosas
que habitan en la provincia, e incluso para los agnósticos,
señaló a Página/12 José Hercman, presidente
de DAIA. Y puso un ejemplo de su niñez: Cuando yo era chico,
en la escuela era materia obligatoria el catecismo. Y a los que no éramos
católicos, nos sacaban del aula. Aunque las normativas provinciales
dan vía libre a los padres para decidir si sus hijos asisten o
no al dictado de esa materia, Hercman considera que se trata de un sistema
optativo, pero al revés: se separa a los chicos que son diferentes
de la mayoría.
Esa mayoría, precisamente, es la que tiene tan preocupado al cura
Larcher. Nuestra fe (al culto católico) quedó demostrada
en la multitud que acompañó en procesión de la Virgen
del Valle, frente a cuatro o cinco familias israelitas, a quienes respetamos,
expresó. No sé con qué criterio los integrantes
de la DAIA hablan de discriminación, porque con ese criterio, si
la DAIA, que son cuatro o cinco familias, manda en Catamarca, ¿por
qué Fidel Castro no viene a mandarnos a nosotros acá?,
se desbocó. Para Hercman, las reflexiones de Larcher son la cristalización
de un comportamiento peligroso, que hasta podría dar pie
para que algún trastornado ataque a esas cuatro o cinco familias
que está señalando.
En tanto, el gobierno provincial optó por hacer mutis por el foro,
a pesar de los reclamos de parte de Miani y compañía. Según
lo anunciado por Larcher, la Comisión Episcopal exhortó
al gobernador a anular la revocatoria, porque fue un apresuramiento,
un desconocimiento de la ley. Hay que volver a inculcar en
los alumnos que seamos argentinos de verdad y no de mentiritas,
reflexionó. Nunca antes habíamos escuchado declaraciones
de este calibre de parte de un miembro de la Iglesia se asombró
Hercman. Desde luego, no creo que las autoridades eclesiásticas
acompañen las declaraciones de este religioso. El titular
de la DAIA indicó que la entidad que conduce no tomará
medidas legales por el momento, ya que (Larcher) no está cometiendo
ningún delito. Yo le recomendaría que recapacite,
que se serene. Los religiosos necesitan de serenidad para pensar,
agregó Hercman, quien añadió que mañana asistirá
al tedéum que se realizará en la Catedral Metropolitana.
Asistiré como muestra del profundo respeto, que siento por
todas las religiones, concluyó.
La historia de Miani
No es la primera vez que monseñor Elmer Osmar Miani levanta
polvareda a su alrededor. Ya en 1997, el obispo de Catamarca participó
de un escándalo a nivel provincial cuando cuestionó
duramente al gobierno por designar como fecha electoral el domingo
de Pascua. Ahora nos encontramos con la realidad de que no
vamos a poder celebrar las Pascuas, protestó el religioso.
Según explicó en una homilía, se sintió
humillado porque sólo cuatro personas protestaron,
y encima ningún político tuvo en cuenta los motivos
religiosos. En noviembre del año pasado, Miani volvió
a la carga. La excusa fue el debate, en la Legislatura provincial,
del proyecto de ley sobre Salud Reproductiva y Sexualidad Humana.
Esconden los efectos abortivos de los anticonceptivos, que
son altamente tóxicos para la mujer, escupió
el prelado. Nos oponemos a que el Estado combata la pobreza
por medio de la esterilización".
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