Bayern Munich derrotó
5-4 a Valencia en la definición por penales,
tras empatar 1-1, y ganó la Liga de Campeones de Europa por cuarta
vez en su historia. De esta manera, Valencia, dirigido por el argentino
Héctor Cúper, perdió su segunda final consecutiva
del certamen, ya que en la pasada edición había caído
3-0 ante el Real Madrid. En el conjunto español jugaron como titulares
los argentinos Roberto Ayala, Cristian González, Pablo Aimar y
Mauricio Pellegrino, que falló el penal decisivo.
Valencia abrió el marcador con un penal de Gaizka Mendieta a los
2 minutos del primer tiempo, mientras que Bayern Munich logró el
empate a los cinco minutos del segundo con otro penal de Stefan Effenberg,
luego de que Mehmet Scholl marrara otro en la primera parte. En la definición
tras el empate, el Valencia también estuvo en ventaja en dos ocasiones,
pero el arquero alemán Oliver Kahn se transformó en el héroe
de la noche al contener tres disparos, entre ellos el definitoria ante
Pellegrino.
Tras el partido, Cúper no pudo ocultar su dolor por la derrota,
la tercera personal que cosecha en una final de Europa. Duele más
que el año pasado porque estuvimos más cerca del éxito,
remarcó el entrenador, que cuando dirigía a Mallorca también
perdió con la final de la Recopa ante la Lazio. Tuvimos pronto
el partido favorable a nuestro intereses, primero con ventaja en el marcador
y luego en los penales, pero nuevamente nos quedamos sin nada. Ahora hay
que asimilarlo y esperar a que pase el dolor que todos tenemos,
comentó Cúper.
Por más que su equipo fue superado durante la mayor parte del encuentro,
el ex técnico de Lanús y Huracán consideró
que el gol del Bayern en el arranque del segundo tiempo fue clave para
el desarrollo del partido. Fue un duro golpe porque no nos habíamos
acomodado aún sobre el campo. Casualmente, el entrenador
ya había dispuesto la salida de Pablo Aimar, que sólo jugó
45 minutos. Teníamos dificultades. Jugábamos con dos
delanteros y debíamos cubrir esa zona para tener recuperación
de balón, intentó justificar Cúper, aunque
con esa decisión terminó de retrasar al equipo.
Teníamos problemas en el centro del campo argumentó
el entrenador para explicar la salida de Aimar. Si no teníamos
una buena recuperación, íbamos a tener problemas y además,
ellos habían sacado otro delantero con la entrada de Jancker
opinó.
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