Por Patricia Chaina
Soy un basurero de la
televisión: me gusta ver cosas que ya no se ven, define Eduardo
de la Puente cuando se le pregunta cuál es el atractivo que, como
espectador, encontraría en alguno de los programas que conduce.
El ex Caiga quien caiga está al frente Volverte
a ver, que va por su segunda temporada, los lunes a las 21, en Volver,
y del programa Audacia, que languidece sus últimas
semanas en Canal 13, que ahora apuesta en el rubro de entretenimiento
con concurso y dinero a ¿Quién quiere ser millonario?,
con Julián Weich. En el programa de cable es posible encontrar,
además de viejos tapes, interesantes explicaciones sobre el manejo
de la industria a cargo de un especialista como Pablo Sirvén y
un rescate de viejas publicidades y objetos como los muñequitos
Jack o un poster del Hada Patricia. En Audacia, De la Puente
hace las veces de un animador tradicional, sin demasiados guiños
de complicidad con el espectador crítico.
En el cable, De la Puente trabaja con Miguel Rodríguez Arias, el
tipo que inventó el archivo en televisión. Fue después
de Las patas de la mentira, el video de Rodríguez Arias
sobre furcios en TV, que los canales se dieron cuenta de que lo
que emitían hoy les podía servir mañana, por lo que
empezaron a cuidar su material, recuerda el animador. Yo vi
reventar un Feliz domingo de 1974 para grabar una cinta testigo
de La TV ataca. Ahora no sólo archivan sino que ya
no lo entregan, y no me parece mal. De la Puente no encuentra contradicciones
entre sus dos trabajos televisivos. Audacia fue un programa
nacido para el verano, que se extendió hasta julio. Mi personaje
es el mismo, la actitud es diferente. Hay dos actitudes, una más
relajada en Volverte..., y otra acotada por el formato en
Audacia. Ese entorno me condiciona porque para decir alguna
cosa que quiero, tengo que esperar el pie de las preguntas o las respuestas,
y si no hay pie, me las tengo que guardar. Volverte... es
más amplio, encuentro más espacio para decir cosas.
¿Dice todo lo que quiere?
Sí, siempre. Hay puntos a tocar y después termina
desvirtuándose todo porque se convierte en una charla. No soy gran
entrevistador, soy buen charlador, y me parece interesante porque el aire
tiene una presión y una cuota de neurosis que aun en condiciones
de poco estrés como se acostumbra a laburar en Promofilm
siempre te modifica.
¿Cuál de los dos programas miraría usted como
espectador?
No los veo. Grabo Todo x 2$, y lo veo cuando vuelvo,
o un par de días después. Miro cable, sitcoms, series viejas
en Uniseries, quizá alguna película. Los Simpson,
Futurama, y Malcom por Fox, Los expedientes
X y CSI, una de médicos forenses por Sony. Poco.
¿Usted no vería Audacia?
Cuando termino de grabarlo, no. Son muchas horas, escucho la musiquita
y me pongo nervioso. Veo algún noticiero, pero no mucho porque
me deprimo, como con PuntoDoc. Prefiero la ignorancia, sé
que es malo, pero vivo un poco más feliz.
¿Y qué le atraería como espectador de Volverte...?
Me parece importante el rescate de la memoria. Parece una boludez,
pero viendo al Negro Alberto Olmedo, uno establece parámetros con
el humor de hoy. O ver un informe de noticieros durante la dictadura y
darse cuenta de que hay gente que hoy está laburando y muy bien
posicionada, y uno por ahí se olvidó de que laburó
en esa época y de qué. Además hay pasajes que permiten
ver cómo se corta el queso y por qué, y quiénes lo
hacen.
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