El día después
del anuncio del plan de competitividad para la industria automotriz trajo
algunos sinsabores. Los fabricantes empezaron a aclarar que la baja de
precios en los 0 Km no sería en todos los casos entre el 10 y el
20 por ciento, como especifica el acuerdo que firmaron con el Gobierno,
sino que algunos modelos podrían tener descuentos inferiores a
ese piso. Además, puntualizaron que las rebajas no serán
sobre el precio de lista, sino sobre el valor de las unidades una vez
descontados impuestos y gastos. Por su parte, Smata y UOM, sindicatos
que nuclean a los trabajadores del sector, persistieron en su negativa
a plegarse al convenio, lo mismo que los autopartistas, los industriales
metalúrgicos y las concesionarias.
Las terminales automotrices esperan a la publicación del decreto
que convalida el acuerdo en el Boletín Oficial para definir el
marco de los descuentos en la venta de 0 Km. Sin embargo, frente a las
expectativas surgidas por el anuncio de Domingo Cavallo, las empresas
se sintieron en la obligación de aclarar algunos puntos. Hay
que ver que en muchos modelos ya existen fuertes bonificaciones de precios,
porque la demanda está muy deprimida, y en esos casos los descuentos
podrían ser menores, señaló el director de
una terminal, quien prefirió mantener el anonimato.
Es importante aclarar que no todas las empresas van a tener los
mismos descuentos, afirmó, por su parte, el director de Relaciones
Institucionales de General Motors, Alberto García Carmona. Las
rebajas se aplicarán de distintas maneras en cada uno de los modelos,
porque depende de la estructura productiva de cada empresa, agregó.
El ejecutivo también dio a entender que los fabricantes aguardan
a que el Gobierno nacional y las administraciones provinciales concreten
las promesas realizadas, precaución que seguramente surgió
porque todavía no se aplicaron las rebajas impositivas prometidas
a otros sectores, como calzados y textiles. En tanto y en cuanto
se traduzcan en realidades los beneficios de parte del Gobierno y de cada
una de las provincias, por supuesto que los precios de los autos van a
bajar, dijo García Carmona.
Por su parte, Rodolfo Ceretti, director de Ford, señaló
que las rebajas se harán sobre los precios de lista menos
impuestos y gastos, y no sobre los valores que actualmente ofrecen
las concesionarias, que ya contabilizan bonificaciones. Obviamente
no se pueden dar los dos descuentos, el que las compañías
ya están dando y el que se canalizará a través del
cumplimiento de este plan de competitividad, advirtió. Al
igual que Ford, otras empresas pretenderían tomar a cuenta del
compromiso de bajar el precio de los autos entre 10 y 20 por ciento, los
descuentos que otorgan desde hace varios meses, con lo cual la incidencia
del beneficio para los consumidores podría ser inferior a ese piso.
En tanto, los autopartistas, concesionarios y los sindicatos del sector
reclamaron ayer al Gobierno modificar el plan de competitividad que suscribió
con las terminales. Todas ellos, que forman parte del denominado Foro
Automotor, pidieron que se garantice la vigencia del régimen automotor
del Mercosur, que establece que los vehículos deben ser integrados
con 30 por ciento de piezas nacionales. También plantearon que
las provincias eliminen el impuesto a los Ingresos Brutos sobre las ventas
de autos y que no se modifiquen las condiciones laborales.
LOS
GREMIOS PROTESTAN, LOS MINISTROS VAN A MADRID
El acuerdo no levanta vuelo
Mientras los gremios aeronáuticos
más díscolos se manifestaron ayer frente a la embajada de
España y presentaron una denuncia por evasión impositiva
contra Aerolíneas, la compañía informó que
destinará los aportes del Estado argentino al pago de los salarios
adeudados. La ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, y el titular de
Infraestructura, Carlos Bastos, viajarán a España este sábado.
Domingo Cavallo lo hará el lunes. El objetivo de los ministros
es llegar a Madrid con los conflictos gremiales solucionados, algo que
algunos gremios no están dispuestos a facilitar.
Tenemos que trabajar estos días con los gremios para poder
llegar a una solución el lunes en España, afirmó
Bullrich. La ministra también confirmó el compromiso de
AA de que los salarios serán pagados en los próximos cinco
días. Bullrich y el viceministro Anselmo Riva, junto a representantes
de la empresa, se reunieron ayer con cuatro de los siete gremios. Los
ausentes fueron la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico
(APTA), la Asociación de Personal Aeronáutico (APA) y la
Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA). Aunque estaban invitados
al encuentro, a esa misma hora APTA y AAA realizaron una manifestación
frente a la embajada de España, que luego continuó en el
Cabildo. Antes, en Ezeiza, más de cien trabajadores habían
impedido durante 50 minutos el despegue de un avión de la también
española Iberia. El vuelo 6840 con destino a Madrid debía
partir a las 14.15 cuando fue rodeado por los trabajadores, que luego
de 50 minutos dejaron la pista y realizaron un acto en el hall central
del aeropuerto. Esta acción puede ser un prenuncio de los efectos
que podría tener una profundización del conflicto gremial.
El secretario general de APTA, Ricardo Cirielli quien prestó
declaración testimonial en una causa contra AA por presunta evasión
impositiva dijo que esperaba que su gremio cobre los salarios recién
el martes. Por su parte, el secretario general de APA, Ariel Basteiro,
expresó que decidieron no asistir al Ministerio ante la nueva postergación
del pago de los salarios. Según el dirigente, los trabajadores
habían recibido la información de que los sueldos estarían
acreditados ayer a las 17, lo cual obviamente no se produjo. Más
aún si se suma el dato de que la SEPI confirmó que los salarios
se pagarían con los fondos aportados por el Estado argentino, lo
que supone necesarias demoras burocráticas. Sobre la reunión
con Bullrich dijo que nos llamaron para confirmar lo que ya está
acordado, pero nosotros no vamos a firmar nada hasta que no paguen los
sueldos, disparó.
Favor
a la Madre Patria
El Gobierno decidió,
por decreto, modificar el status vigente en las licitaciones de obras
públicas para facilitar la participación de empresas extranjeras
dentro del Plan Federal de Infraestructura, presuntamente respondiendo
a exigencias del gobierno español en el marco de las negociaciones
por Aerolíneas. La cuestión había sido objeto de
arduas controversias en el Congreso y entre el Gobierno y el sector empresario.
Conforme al cambio introducido, las firmas locales de capital nacional
o extranjeras radicadas en el país tendrán la opción
de igualar la mejor oferta, siempre que estuvieran dentro de un
margen de hasta el 10 por ciento por encima de aquélla.
El nuevo decreto dispone que en las licitaciones públicas nacionales
e internacionales, las empresas oferentes no radicadas en el país
deberán asociarse a firmas locales con una participación
societaria que no supere el 51 por ciento. El modificado decreto 1299/2000
permitía que en el caso de las licitaciones internacionales, las
empresas locales de capital nacional tuvieran la opción de igualar
la mejor oferta siempre que estuvieran dentro de un margen de hasta el
10 por ciento de la misma. El decreto 676/2001 elimina tal posibilidad
cuando el adjudicatario estuviese constituido por empresas procedentes
de países con los cuales el país hubiese celebrado tratados
de protección recíproca de inversiones. Entre ellos se destaca
España. Dados los actuales niveles de tasas de interés,
se descarta que a las empresas locales se les hará prácticamente
imposible igualar las ofertas presentadas por las compañías
extranjeras que consiguen financiamiento a estándares internacionales.
Según lo expresado por el presidente del Consejo Administrativo
del Fondo Fiduciario para el Desarrollo de Infraestructura, Mariano Mirotti,
con estos cambios se están ratificando los tratados internacionales
suscriptos por la Argentina a comienzos de la década del 90.
La medida fue interpretada como un guiño a la administración
de José María Aznar con miras a solucionar el conflicto
que mantiene virtualmente paralizada a Aerolíneas Argentinas. Según
fuentes gubernamentales, la posibilidad de participación de compañías
extranjeras en el Plan Federal de Infraestructura habría sido una
exigencia del gobierno español, para que la participación
de firmas de ese origen. La contrapartida sería la colaboración
de España para destrabar el conflicto de Aerolíneas.
OPINION
Por Claudio Lozano*
|
Aerolíneas es Argentina
La historia de Aerolíneas es un claro símbolo de
la perversa historia argentina de la última década.
Privatización/ Corrupción/ Endeudamiento y vaciamiento/
Amenaza de quiebra y propuestas de aparente solución que
se sustentan en despidos, flexibilización y reducción
salarial. ¿No podemos asemejar la situación de cuasiquiebra
que la administración española ha inducido deliberadamente
en Aerolíneas Argentinas, con el cuadro de cesación
de pagos que las políticas neoliberales han construido en
la economía nacional? ¿No puede asemejarse la amenaza
de quiebra y la propuesta empresaria de solución basada en
el despido de 1350 empleados, la flexibilización de los convenios
y la reducción salarial, con la amenaza de default y el planteo
de que para salvarnos del desastre hay que asumir el recetario conocido
del ajuste perpetuo? ¿No podemos asemejar la decisión
de resolver el conflicto (de manera parcial y sólo por unos
días) por medio del aporte de dinero público (Estado),
que además en lugar de ir a capitalizar la empresa se destina
al pago del gasto corriente de los salarios, con el intento de ganar
tiempo en base a un canje de deuda donde el Estado argentino le
va a pagar una millonaria comisión a los grandes bancos para
que ellos acepten canjear los bonos de los que ellos mismos son
propietarios, y pateando para adelante intereses que serán
impagables dentro de pocos años?
Del mismo modo que el planteo neoliberal vigente dice querer resolver
la competitividad de la economía desregulando el mercado
laboral (con desempleo y baja salarial) o bajando impuestos que
desfinancian prestaciones sociales, hoy pretenden presentar como
problema laboral la crisis que indujeron en la empresa. ¿Qué
tienen que ver los trabajadores, sus salarios y sus derechos con
una empresa que tenía treinta aviones y hoy sólo le
queda uno, que fue transferida sin deuda y con patrimonio y hoy
sólo es un pasivo que camina?
En el mundo del revés que es hoy la Argentina, los responsables
nunca pagan. Pero lo más grave es que el gobierno, mandatado
para defender los intereses del conjunto, es quien recomienda seguir
aplicando los mismos criterios que nos trajeron hasta la situación
vigente. Se dice que no hay mecanismos para obligar a la empresa.
¿Sabe el gobierno que la ganancia promedio de las empresas
de origen español que integran la cúpula local multiplica
casi por cuatro el promedio de utilidades de las 200 empresas más
importantes del país? ¿Sabe el gobierno que la masa
de utilidades de las empresas españolas en la Argentina para
un año pésimo como 1999 ascendieron a 1360 millones,
sin computar los millones que la banca española apropia en
el sistema financiero y de AFJP? Una ligera contribución
patriótica sobre las utilidades descriptas nos permitiría
poner en marcha a Aerolíneas y eliminar rápidamente
su pasivo. ¿Cuánto tardaría la SEPI en sentarse
a conversar de otro modo si su comportamiento afectara semejante
negocio?
Si el gobierno transformara el hartazgo social y la movilización
de los trabajadores en el marco para la discusión del conjunto
de las inversiones españolas, seguramente la solución
de Aerolíneas sería mucho más sencilla y por
cierto, más razonable.
* Secretario de Estudios y Formación de la CTA.
|
|