Por Horacio Cecchi
Es la primera vez desde que
se desató el caso Melmann en Miramar, hace más de tres meses,
que las sombras del homicidio de Natalia dejaron de apoyarse sobre las
plumas del Gallo Fernández para empezar a repartirse sobre otros
hombros no plumíferos, más precisamente hombros uniformados.
El resultado de los estudios realizados por la Oficina Pericial de la
Suprema Corte bonaerense, incorporado ayer al expediente, fue terminante:
los restos de epidermis extraídos de las uñas de Natalia
y las muestras de semen de los hisopados vaginales no se corresponden
con el ADN del único detenido, el Gallo. En Mar del Plata, el procurador
de la Suprema Corte, Eduardo Matías de la Cruz, confirmó
la hipótesis de la participación policial, anticipada por
Página/12: Pronto habrá detenciones y pueden ser policías,
sostuvo ayer. Hasta el momento, los nombres de cinco policías locales
denunciados por Gustavo Melmann, padre de la joven, circularon alrededor
del expediente pero jamás fueron incorporados formalmente a la
causa. También ayer, un investigador confió a este diario
un dato ampliatorio: Tenemos muchos motivos para esperar resultados
inminentes. Y no me refiero sólo a los nombres ya conocidos.
Habrá revuelo en el gallinero.
El resultado de las pericias fue incorporado al expediente hace unas pocas
horas, pero fueron suficientes para darle un fuerte giro al caso. El análisis
de los peritos de la Corte no dejaba lugar a dudas: sostiene que las muestras
de semen tomadas del hisopado vaginal y los restos de epidermis obtenidos
de entre las uñas de la víctima apenas apareció el
cuerpo, no se correspondían con el análisis de ADN realizado
al Gallo Fernández. En pocas palabras, los peritos no hallaron
pruebas que acusaran al único detenido por la violación
y muerte de la joven.
Pero las pericias agregan un detalle aún más clarificador:
las pruebas de semen indican que en la violación participaron al
menos dos personas. Descartando al Gallo, todas las sospechas giran ahora
sobre las cabezas de al menos cuatro de los cinco policías denunciados
por Gustavo Melmann. Este diario anticipó sus nombres en febrero,
cuando Melmann entregó la lista al ministro de Seguridad bonaerense,
Ramón Verón, y el Gallo aún se encontraba oculto
en su gallinero. Se trata de Rambo Caravaggio, El Mono
Suárez, Gerardo Panadero, y Etchenique.
Dos de ellos fueron reconocidos por el mismo Gallo en su primera declaración
indagatoria, reafirmada en su segunda citación a declarar cuando
el fiscal Marcos Pagella decidió recalificar el delito de homicidio
simple al de homicidio doblemente agravado por alevosía y abuso
sexual.
Ya no se adapta a las motivaciones por las que fue detenido aseguró
a este diario Wenceslao Méndez, uno de los defensores del Gallo.
En los próximos días vamos a pedir la libertad de nuestro
defendido. Solamente tienen cuatro testigos que lo vieron acompañarla
hasta una esquina. Nada más. Al Gallo lo acusaron porque, como
ex convicto, le cabía el sayo. Por eso se escondió, porque
se imaginaba que lo iban a acusar a él.
En la fiscalía, entretanto, prefieren mantener absoluto silencio.
De todos modos, fuentes cercanas a la investigación se esmeraron
en aclarar que las pericias no lo desvinculan del caso. Los
padres de Natalia tampoco: no lo consideran responsable del homicidio,
pero lo acusan como entregador. En tanto, el Gallo, en su
única declaración, sostuvo que fue secuestrado junto a Natalia
por policías de un patrullero y otro que viajaba en un auto particular.
Los defensores del Gallo planean solicitar su libertad por falta de mérito
hacia fines de la semana próxima. Semejante demora obedece a varias
razones: la primera, porque los abogados consultarán al detenido
sobre su futuro. Para él, por ahora, es más peligroso
estar libre que donde está (en la Unidad Penal de Melchor Romero,
en La Plata), aseguró Méndez. La segunda, no confesada,
tiene que ver con una cuestión estratégica: no presionar
a la investigación, para dar tiempo a que produzca algún
movimiento. Los investigadores están cerrando el círculo
sobre los sospechosos. Ayer, el mismo procurador general, Eduardo Matías
de la Cruz, aseguró en Mar del Plata: Estoy muy contento
porque estamos en un camino de certezas. Pronto habrá detenciones
y pueden ser policías. Una alta fuente judicial agregó
a este diario un detalle sorprendente: No estamos solamente sobre
los nombres conocidos. Si todo sale bien, el resultado va a ser espectacular.
Hasta el momento, los policías acusados por Gustavo Melmann no
fueron incorporados al expediente en el sentido estricto que marcan las
sospechas. Su única intervención procesal en el caso fue,
curiosamente, una autoconvocatoria: cuatro de ellos se presentaron ante
la fiscalía para ponerse a disposición de la Justicia.
Esto ocurrió el 19 de febrero pasado. Según parece, en los
próximos días la Justicia aceptará el convite.
LOS
DICHOS ANTISEMITAS DE UN CURA
Correo para Karlic
La polémica por las acusaciones
antisemitas de una autoridad de la Iglesia catamarqueña llegó
a la máxima instancia católica del país, la Conferencia
Episcopal Argentina. Más exactamente a su presidente, Estanislao
Karlic: dos rabinos le enviaron una carta al arzobispo de Paraná
en la que le piden que se involucre en el conflicto de esa provincia para
evitar encender pasiones que conlleven a actitudes persecutorias
contra la comunidad judía.
El motivo de la misiva a Karlic de los rabinos Daniel Goldman y Abraham
Skorka son las insólitas acusaciones contra la comunidad judía
vertidas por un miembro de la Comisión Episcopal de Catamarca,
el sacerdote franciscano Juan Carlos Larcher. Enfurecido por la decisión
del gobierno de la provincia de dar marcha atrás a la obligatoriedad
de la enseñanza católica en las escuelas públicas,
el cura dijo que se trata de un acto de discriminación
por parte de la DAIA, que impulsó la medida.
No sé con qué criterio los integrantes de la DAIA
hablan de discriminación, porque con ese criterio, si la DAIA,
que son cuatro o cinco familias, manda en Catamarca, ¿por qué
Fidel Castro no viene a mandarnos a nosotros acá?, fue una
de las perlas del desbocado cura.
Ayer, los rabinos apelaron a la conocida sensibilidad y compromiso
de Karlic para que su sabia palabra ayude a encontrar a los dignos
hijos de la iglesia catamarqueña la senda que sabe del sosiego
espiritual.
La verborragia de Larcher tuvo en realidad su disparador en la decisión
del obispo local, Elmer Miani, de negarse a celebrar hoy el tradicional
tedéum por el 25 de Mayo como protesta por la eliminación
de la enseñanza religiosa.
Entre otras lindezas, Larcher acusó a los israelitas
de discriminar y vivir con esa idea de la persecución que
tuvieron a través de los siglos, de ofender nacional
e internacionalmente, de haber presionado con la DAIA
al gobierno nacional y provincial y de discriminar a
la mayoría absoluta de los católicos. Ahora, la carta
de los rabinos obligará a la máxima autoridad católica
nacional a involucrarse en el asunto para fijar una postura sobre el conflicto
catamarqueño y sus insólitas derivaciones.
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