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Por Diego Fischerman
 Podría empezarse por
un concierto para piano y orquesta delirante, gigantesco y genial. Por
su compositor, Ferruccio Busoni, cuya música rara vez es interpretada
en Buenos Aires, o por su intérprete, el notable pianista Peter
Donohoe. O por un cantante como José Van Dam. O por la integral
de uno de los cuerpos más importantes y menos valorados de la historia
de la música, las sinfonías de Robert Schumann. Es que uno
de los méritos de la temporada de abono de la Filarmónica
de Buenos Aires que comienza este lunes a las 20.30 en el Colón
es precisamente ese: tiene mucho más que un sólo centro
de interés y allí conviven, además de solistas y
directores de gran nivel, obras clásicas del repertorio, estrenos
y, también, algunas composiciones malditas como ese concierto de
más de 70 minutos que incluye un coro masculino en el último
movimiento y que Busoni escribió en 1902.
El programa del primer concierto ejemplifica el estilo que campea por
todo el ciclo y nuclea, en ese sentido, las preocupaciones del director
de la Filarmónica en cuanto a programación. Para el compositor,
pianista y director Gerardo Gandini, uno de los elementos vitales es el
equilibrio. Incluir lo nuevo o lo poco transitado sin excluir los hits.
En el concierto del lunes, que conducirá Pedro Ignacio Calderón,
podrá oírse la bellísima La Tumba de Couperin de
Maurice Ravel, el Concierto para piano y orquesta Nº 3, Sz. 119 de
Béla Bartók (con Massimiliano Damerini como solista) y,
comenzando con la integral de Schumann que se desarrollará a lo
largo del año, su Sinfonía Nº 1 en Si Bemol Mayor,
Op. 38. El lunes 11 de junio, en un concierto enteramente dedicado a compositores
argentinos, la Filarmónica estrenará en este América
el Concierto en dos movimientos para violín y orquesta de Gandini,
con la actuación solista de su concertino, Haydée Seibert
Francia (que lo presentó hace tres años en Varsovia junto
a la Orquesta Nacional Polaca) y el Requiem de Salvador Ranieri (con los
cantantes Patricia Gutiérrez, Virginia Correa Dupuy, Carlos Bengolea
y Víctor Torres y los coros Nacional de Jóvenes y de Niños
del Teatro Colón). El programa se completará con las Variaciones
Concertantes de Alberto Ginastera.
Uno de los atractivos de la temporada es, sin duda, la presencia del barítono
José Van Dam, quien el 17 de septiembre, con la dirección
de Michel Tabachnik, hará arias de Mozart, Delibes, Verdi y Gounod,
en un concierto en que la orquesta tocará también Iberia
de Debussy y La Valse de Ravel. El Concierto Nº 1 de Ginastera por
Luis Ascott (el 1 de octubre), el estreno del Concierto para piano de
Luis Mucillo por Alejandro Panizza (el 23 de julio) y las Variaciones
sin Fuga de Mauricio Kagel (el 16 de julio) marcan, por otra parte, una
importante presencia de la música argentina. En este último
concierto, que dirigirá Juan Pablo Izquierdo, estará incluida
la Sinfonía Nº 4 de Schumann y actuará como solista
el excelente violinista Shlomo Mintz (que interpretará el Concierto
de Tchaikovsky). Una semana antes (2 de julio), el mismo director conducirá
un programa que incluirá el Adagio In Memoriam de Francisco Kröpfl,
el Concierto para violoncello y Orquesta de Witold Lutoslawski (con Ricardo
Sciammarella como solista) y la Sinfonía Nº 7 de Beethoven.
Ingrid Flitter hará el Segundo Concierto de Chopin en el mismo
concierto en que se hará La Consagración de la Primavera
de Stravinsky, El argentino Angel Frette (percusionista de la orquesta
además de uno de los más destacados intérpretes de
este país) será el solista en el estreno local de Veni,
Veni Emanuel de Mac Millan (8 de octubre), Mariano Rey tocará el
clarinete en el Concierto K 622 de Mozart (28 de octubre) y Luis Roggero
será el violinista del Concierto Nº 1 de Sergei Prokofiev.
En el terreno de la música del siglo XX la Filarmónica participará
en dos ciclos. En uno, llamado Bienvenida al siglo XXI, el 20 de noviembre,
junto a la pianista Susana Kasakoff y dirigida por Gandini, la orquesta
hará Pájaros Exóticos de Messiaen (en el mismo concierto
se escucharán composiciones de Penderecki, Julio Viera y Roqué
Alsina). El 27de noviembre, con la conducción de Alejo Pérez
Pouilleux, interpretarán Espacios Imposibles de Gabriel Valverde
y la Sinfonía Nº 4 de Lutoslawski. Y el 4 y 6 de diciembre,
en el ciclo Abono Contemporáneo, la Filarmónica participará
con una de las obras fundamentales del siglo XX, Il Canto Sospeso de Luigi
Nono.
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