Por Eduardo Tagliaferro
Desde Río Tercero
La verdad es una búsqueda
permanente. Así lo demostró ayer la población de
Río Tercero. Más de 400 vecinos se nuclearon en el céntrico
cine Real Cooperativo para reclamar información, escuchar informes
periciales y testimonios que les permitan encontrar respuesta a las dos
preguntas que desde hace seis años les quita el sueño. ¿Cómo
explotó la Fábrica Militar? Y ¿por qué explotó?
Otro de los interrogantes que se plantearon es si la explosión
está vinculada a una maniobra mayor. Precisamente la venta ilegal
de armas a Croacia y Ecuador, cuya causa principal es investigada por
el fiscal federal Carlos Stornelli y el juez Jorge Urso.
A pesar del día feriado, los vecinos se acercaron con mucha atención
a los panelistas locales y a los que vinieron de Buenos Aires, entre ellos
el abogado Ricardo Monner Sans, autor de la denuncia con la que se iniciaron
las actuaciones judiciales en marzo del 95. Luego de reseñar
los distintos momentos del expediente, Monner Sans sostuvo que las
novedades que está produciendo la instrucción hacen renacer
la esperanza de que la verdad real de Río III sea descubierta.
En este punto afirmó que así como avanza la teoría
de que detrás de la venta ilegal había una verdadera banda,
también crece la teoría de que Río III fue un capítulo
horroroso dentro del horror. La frase fortalece las sospechas que
la causa por la voladura de la fábrica militar debería incorporarse
a la investigación que se lleva adelante en los tribunales federales
porteños. Precisamente esta hipótesis está siendo
evaluada por Urso y Stornelli.
El abogado porteño volvió sobre una de sus frases que más
impactaron entre los pobladores: Río III (la explosión)
fue una necesidad de la banda. En el expediente, la banda es la
asociación ilícita que realizó la venta ilegal de
armas. Asociación en la que, para la Justicia, Emir Yoma cumplía
el papel de organizador, no sólo funcional a la maniobra sino también
al Jefe. Precisamente el próximo 13 de julio, Urso y Stornelli
escucharán al ex presidente Carlos Menem para saber si, como sospechan,
era el Jefe de esa asociación ilícita.
La asamblea popular fue organizada por la ONG Unidad Ciudadana por la
Verdad, la Justicia y la Reparación. Entre el público se
encontraba presente la abogada Ana Gritti, cuyo marido falleció
el día de la primera explosión, luego de socorrer a los
alumnos de la escuela técnica donde daba clases. Antes del comienzo
del debate Gritti y Monner Sans deliberaron en privado sobre aspectos
jurídicos de la maniobra.
El segundo panel estuvo integrado por periodistas locales y nacionales.
Carlos Paillet y Fernando Colautti, de La Voz del Interior, desarrollaron
las investigaciones que habían desarrollado en la provincia, así
como informaron sobre aspectos de la causa judicial que en Río
Cuarto instruye el juez Luis Martínez. En Río III
está faltando una voz anónima que aporte datos aún
no revelados. Hace falta un Sarlenga, dijo Paillet. A su turno,
Colautti coincidió en la importancia de la aparición de
un nuevo arrepentido y también precisó que a
pesar de las grandes dudas que todavía persisten, es cierto que
si no hubiera existido el Operativo Ejército Argentino (como se
denominó a la sistemática entrega de armamento para la venta)
y la venta ilegal de armas la fábrica de Río III no hubiera
volado.
Luego de las ponencias de los periodistas, subieron al estrado los peritos
Luis Tagni y Alfredo Hraste. Los especialistas exhibieron un material
fílmico que, según afirmaron, no se explicaban por
qué no había sido tenido en cuenta por el magistrado interviniente.
De las pruebas realizadas llegaron a la conclusión que los elementos
que utilizan los militares son altamente estables y no explotan sino es
por la utilización de un dispositivo accionado.
Hraste, perito de Omar Gaviglio, ex jefe de la planta de carga, aclaró
que todo lo que iba a decir figuraba en el expediente judicial. Así
fue que se explayó sobre los estudios realizados a los pocos días
de la voladura de planta militar. Afirmó luego de un detallado
estudio que la presencia de dos cráteres le hacía sospechar
de una explosión simultánea. Que la ignorancia no
te niegue, que no trafique el mercader con lo que un pueblo quiere ser,
concluyó citando a Joan Manuel Serrat, uno de los expositores que
reivindicó la búsqueda de la verdad y de la Justicia.
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