El ex secretario de Estado norteamericano
Henry Kissinger está en la lista de posibles testigos del juez
federal Rodolfo Canicoba Corral, quien investiga el plan de coordinación
y cooperación represiva entre las dictaduras del Cono Sur en la
década del 70 conocido como Operativo Cóndor. Yo le
tendría que recibir declaración testimonial a Henry Kissinger,
aseguró el magistrado, quien tampoco descartó un eventual
llamado a indagatoria, es decir, como sospechoso, del ex funcionario estadounidense.
Sin embargo Canicoba Corral reconoció que la materialización
de esa medida es un hecho problemático y, en una declaración
paradójica viniendo de un juez, afirmó que más
importante que la repulsa penal, en última instancia, es la repulsa
social.
En una entrevista publicada en la página de internet Diario Judicial,
Canicoba Corral lamentó que los excesos de la dictadura fueron
protegidos por leyes penales de la propia dictadura militar y algunas
fueron estocadas de algún gobierno civil. Y rescató
que la sociedad tenga en claro qué es lo que pasó
y que aunque (los responsables) no puedan ser perseguidos penalmente pueden
ser reprimidos socialmente, que es un poco lo que está sucediendo.
Creo que en el fondo, en algún momento, la persecución
penal no va a ser posible... Lo importante es que realmente se conozca
la verdad, enfatizó.
A pesar de expresar su voluntad de llamar como testigo a Kissinger, Canicoba
Corral no se mostró optimista sobre la posibilidad de concretar
el trámite: si no podemos conseguir la de un directivo de
IBM, la de un ex secretario de Estado es una utopía, afirmó.
El mes pasado el magistrado que quedó a cargo de la causa
sobre el Plan Cóndor luego de la renuncia de Adolfo Bagnasco
ordenó la captura internacional del ex presidente de Paraguay Alfredo
Stroessner y del ex jefe de Inteligencia de Chile, Manuel Contreras y
la declaración indagatoria del dictador Jorge Rafael Videla, que
se concretaría el 20 de junio.
La acreditación del Plan Cóndor surge de un acuerdo
del máximo nivel político y militar de los estados argentino,
chileno, uruguayo, paraguayo, boliviano y brasileño, todos los
cuales definieron tener su sede operativa en Chile, señaló
Canicoba Corral en la resolución en que acusó a Stroessner,
Videla y Contreras de formar parte de una asociación ilícita.
En 1999 Kissinger publicó el tercer tomo de sus memorias, en el
que un capítulo se titula Chile, los Derechos Humanos y la
Organización de Estados Americanos. Allí intenta desmentir
la participación de Estados Unidos en el golpe militar que derrocó
a Salvador Allende. Pero incluso luego de la detención del dictador
chileno en Londres por orden del juez español Baltasar Garzón,
el ex secretario de Estado de las administraciones de Nixon y Ford, ratificó
la política exterior seguida por su país: El Gobierno
de Pinochet en comparación con el de Allende era mejor para los
intereses de los Estados Unidos, dijo al presentar su libro. En
el segundo tomo de sus memorias Kissinger había relatado una visita
que le había hecho al dictador Augusto Pinochet en Chile, en junio
de 1976, pero había omitido la mención que se hizo en la
entrevista al ex canciller chileno Orlando Letelier, asesinado en Washington
el 21 de setiembre de 1976.
Massera y el Plan
Cóndor
Dora Marta Landi y Alejandro José Logruso, ambos argentinos,
fueron secuestrados en Paraguay en marzo de 1977. Un documento recuperado
en los archivos del terror de Paraguay señala que ellos,
junto con un grupo de detenidos uruguayos, fueron trasladados desde
Asunción a Buenos Aires el 16 de mayo de 1977 en un avión
de la Armada Argentina piloteado por el capitán José
Abdala que sería el alias de Luis DImperio
y fueron entregados a miembros de la SIDE. Un día antes el
dictador Emilio Eduardo Massera habría viajado a Santa Fe
en el mismo avión para participar del acto del Día
de la Armada. Así surge del entrecruzamiento de una nota
publicada en el diario La Opinión de la época y un
informe del jefe de policía de Asunción al jefe de
Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Paraguay. Estos datos fueron
presentados en la causa en la que se investiga el Plan Cóndor
por los abogados Alberto Pedronici y David Baigún. Los letrados
también solicitaron que se llame a declarar a Ricardo Peidro,
quien habría visto en un centro clandestino de Buenos Aires
al uruguayo Edison Isaurralde, uno de los secuestrados que fue trasladado
en el avión.
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Zucker, en Defensores
El 25 de Mayo no sólo sirvió para recordar el aniversario
de la Revolución de 1810; también se evocó
a las víctimas de la dictadura, ya que un sector de la tribuna
popular del club Defensores de Belgrano (ver foto) fue bautizado
con el nombre de Ricardo Marcos Zucker, hijo del conocido
actor Marcos Zucker, y que permanece desaparecido desde febrero
de 1980 luego de que fuera secuestrado en la frontera argentino-brasileña.
Ricardo Zucker, conocido en el club como Marquitos,
era un reconocido hincha de Defensores de Belgrano, una institución
ubicada al lado de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA)
y que ayer cumplió 95 años.
La hermana de Ricardo, Cristina, asistió ayer al acto de
homenaje.
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